EDITORIAL. LOS ARGUMENTOS DE TRUMAN PARA JUSTIFICAR LA BOMBA ATÓMICA CONTRA CIVILES PODRÍAN SER REUTILIZADOS POR PUTIN. Debemos agradecerle a Vladimir Putin que no haya arrojado ya una bomba atómica sobre Kiev. En las mismas circunstancias, los estadounidenses habrían echado mano de ese recurso hace semanas. Destruyeron Hiroshima cuando Japón yacía derrotado y no representaba a la sazón ninguna amenaza para los EEUU. ¡Exterminaron a decenas de miles de civiles inocentes sólo a efectos de ahorrar bajas militares estadounidenses ante una más que improbable resistencia japonesa! Y, de propina, arrojaron otra bomba nuclear sobre Nagasaki sin ni siquiera argüir la falaz excusa con que se blanqueó el crimen anterior. Nagasaki es la verdad de Hiroshima. Rusia, en cambio, se encuentra realmente amenazada, no sólo en su integridad territorial, sino en su existencia misma como Estado soberano. John F. Kennedy se mostró dispuesto a usar la bomba contra Cuba únicamente porque los soviéticos instalaron misiles en la isla, cuando resulta que los EEUU ya habían montado los suyos en Turquía. Pero los yanquis consideraban completamente natural que ellos, el pueblo elegido incapaz de todo mal, pudieran amenazar a Moscú con total impunidad. Cosas del eleccionismo judío. Otro tanto cabe afirmar sobre el armamento atómico producido ilegalmente por Israel, que vulnera todos los tratados internacionales firmados al respecto y… no pasa nada. ¡El pueblo escogido se regula por normas especiales de carácter celestial! El ateísmo de la URSS nos salvó de un Armagedón que los tarados bíblicos estadounidenses a buen seguro habrían desencadenado para combatir el satanismo rojo. ¿»A buen seguro»? ¿No viene a ser ésta una  atrevida hipótesis? Expliquen pues Hiroshima y Nagasaki, esos horrendos genocidios de… ¿Hitler? Sólo la sensatez de Putin impide ahora que Rusia aplaste a Ucrania, cuya contumacia depende única y exclusivamente del apoyo occidental. Porque Rusia no se enfrenta sólo a Ucrania, sino al Occidente entero. Y Occidente sabe que Ucrania no puede ganar y que el apoyo al judío Zelensky tiene como única finalidad prolongar la guerra de forma indefinida hasta la total ruina de Europa (¡Rusia también es Europa!). Ninguna simpatía sentimos en CARRER LA MARCA por la ideología de Putin, el neocon ruso amigo de Trump, pero sí por la resistencia geoestratégica de Rusia frente a la oligarquía. Ojalá el presidente ruso se desprenda de sus vínculos actuales y busque la alianza militar con China. Rusia es el último país soberano de Europa y hay que apoyar a los rusos a pesar de Putin y de sionistas cristianos infumables como Alexander Dugin, entre otros nefastos ideólogos del régimen. De ahí que estemos políticamente obligados a elogiar y apoyar a Vladimir Putin, pase lo que pase, por su decisión de levantar la última trinchera heroica de la Europa libre, esa Rusia capaz de oponerse política y militarmente al vasallaje occidental con sede en Jerusalem.

Jaume Farrerons

Figueres, la Marca Hispànica, 30 de septiembre de 2022

CÓMO SE FALSEÓ LA HISTORIA DEL BOMBARDEO DE HIROSHIMA Y NAGASAKI

Principios, normas y valores de esta publicación

https://carrer-la-marca.eu/wp-content/uploads/2022/09/bombaatomica4.webphttps://carrer-la-marca.eu/wp-content/uploads/2022/09/bombaatomica4-150x150.webpSETMANARI CARRER LA MARCAEditorialPeriodismeeditorialEDITORIAL. LOS ARGUMENTOS DE TRUMAN PARA JUSTIFICAR LA BOMBA ATÓMICA CONTRA CIVILES PODRÍAN SER REUTILIZADOS POR PUTIN. Debemos agradecerle a Vladimir Putin que no haya arrojado ya una bomba atómica sobre Kiev. En las mismas circunstancias, los estadounidenses habrían echado mano de ese recurso hace semanas. Destruyeron Hiroshima cuando...Semanario online