CONTRA EL ANTISEMITISMO
CONTRA EL ANTISEMITISMO. EL LLAMADO «HOLOCAUSTO» FUE UN POGROM CRISTIANO. Antisemitismo cristiano: la gran trampa en la que no debemos caer. La crítica del judaísmo se realiza aquí, en CARRER LA MARCA (y sus medios adscritos: canal, plataforma, blogs, twitter…), desde planteamientos griegos, es decir, racionales, ilustrados, filosóficos y científicos; y no desde un fanatismo religioso que emana de la propia matriz judaica como, por ejemplo, el denominado antisemitismo cristiano. Cuestionamos ideas (dicho ha sido en nuestro aviso legal), no pueblos. Un pueblo no puede ser juzgado. Los niños judíos no eran culpables de los delitos y probadísima maldad de los Rothschild. El llamado Holocausto, hasta donde no sea pura propaganda (y no hay forma de averiguarlo porque la investigación neutral y objetiva de los historiadores está prohibida) fue obra de antisemitas cristianos. La teoría funcionalista del Holocausto asevera, en efecto, que no existió un «plan» de Hitler para exterminar a los judíos. El «Holocausto» fue un pogrom cristiano que, paradójicamente, ha favorecido de forma inconmensurable la preponderancia del sionismo. Así, esos judíos fueron las primeras víctimas del judaísmo (e innumerables ejemplos de esta apreciación pueden hallarse ilustrados en la Biblia). Muchos rabinos ultraortodoxos han favorecido el antisemitismo para mantener al pueblo judío aislado del resto de las naciones (un requisito para el cumplimiento de la profecía supremacista). Cito a un eminente historiador de las religiones:
Algo igualmente, de mayor trascendencia, si cabe, y posiblemente más desastroso por sus consecuencias a lo largo de la historia occidental, es la idea de la guerra santa. La idea de un dios que lucha en favor de su pueblo contra sus enemigos proviene del período más primitivo de la historia de Israel, y ha dado pie con su influencia sobre judíos, cristianos y musulmanes para legitimar diversos movimientos de violencia internacional, intercultural e interreligiosa hasta la actualidad.
Fuente: Trevor Ling, Las grandes religiones de oriente y occidente, t. I., Madrid, Itsmo, 1972, p. 46.
ESTUPIDEZ ANTISEMITA QUE FAVORECE LA CRIMINAL IMPUNIDAD DEL SIONISMO
Nada más útil que el «relato» de «el Holocausto» para justificar los crímenes del sionismo como «legítima defensa». Se comprobó ya en la Nakba. Se ve hoy en Gaza. Gracias, cristianos, una vez más, por la probada estupidez que os caracteriza.
DEL ANTISEMITISMO A LA CRÍTICA ILUSTRADA DEL JUDAÍSMO
Nuestro animus e intención, entre otras, es acabar con toda forma de violencia religiosa y restaurar, si no los dioses del politeísmo, sí al menos el espíritu de tolerancia que caracterizaba las religiones paganas de los pueblos arios occidentales y su cultura/civilización ya secularizada. Dicha disposición racional hacia la verdad (democracia, ciencia, filosofía, arte clásico, tragedia, ilustración, derecho…) es la gran creación de Europa y nuestra verdadera tradición. De ahí las siguientes palabras de Adolf Hitler:
La llegada del cristianismo es el golpe más fuerte jamás recibido por la humanidad. El bolchevismo es hijo legítimo del cristianismo. Ambos son inventos de los judíos. Fue el cristianismo quien introdujo en el mundo la mentira deliberada en materia religiosa. El bolchevismo practica una mentira de igual naturaleza al afirmar que trae la libertad a los hombres, cuando en realidad sólo se propone esclavizarlos. En el mundo antiguo, la relación entre hombres y dioses se fundaba en el respeto instintivo. Era un mundo iluminado por la idea de tolerancia. El cristianismo fue el primer credo que exterminaba a sus adversarios en nombre del amor. Su idea fundamental es la intolerancia. Sin el cristianismo, no hubiéramos tenido el islam. Y el imperio romano, bajo influencia germánica, se hubiera desarrollado orientándose hacia el dominio del mundo, con lo que la humanidad no hubiera puesto fin de un solo golpe a quince siglos de civilización. El resultado de la caída del imperio romano fue una oscuridad que duró siglos.
Fuente: Las conversaciones privadas de Hitler, Barcelona, Crítica, 2004, pp. 4-5.
Y las de Alain de Benoist en «Cristianismo: el comunismo de la antigüedad»:
CRISTIANISMO: EL COMUNISMO DE LA ANTIGÜEDAD (Alain de Benoist)
El antisemitismo cristiano es, en este sentido, un judaísmo re-vuelto contra los propios judíos. Idea criminógena por excelencia —junto con la de «pueblo escogido» y «anatema» (=genocidio)— que identifica a «los judíos» con «demonios» (y enfoques irracionales similares) y propone un «nuevo pueblo elegido» (New Israel = el «pueblo cristiano»). Las narrativas antisemitas constituyen el meollo de lo que podríamos denominar la «disidencia controlada». Los antisemitas creen oponerse así al judaísmo, pero en realidad lo propalan, porque la forma de «pensar» del «antisemita cristiano» no es griega, sino judía. ¿Por qué controlada? Porque esa falsa disidencia desacredita la crítica racional a la oligarquía, es decir, la castra intelectualmente (=intoxicación informativa) y prepara el terreno para lo que más tarde se denominará «conspiracionismo» como una forma de trastorno mental paranoico («conspiranoia») que el sistema utiliza para meter en el mismo saco toda forma de crítica anti-oligárquica, incluida la más argumentada y veraz de filósofos, sociólogos e historiadores. A este tipo de fenómenos pertenecen, por ejemplo, los famosos Protocolos de los Sabios de Sión, difundidos por la mismísima oligarquía (y sus colaboradores sionistas cristianos) a efectos de menoscabar, en un momento crucial del asalto sionista al poder, la crítica de la oligarquía. Este hecho explica que Nietzsche despreciara a los antisemitas cristianos y no a «los judíos» (en general). Y en este punto, el filósofo alemán hace manifestaciones que son puras provocaciones y burlas de los antisemitas. Además, hasta donde «el Holocausto», insisto en ello, no es pura propaganda, fueron los antisemitas cristianos, dentro del nazismo (que era pagano), los que convirtieron la crítica del judaísmo en una persecución étnica (pogrom) que ha acabado por santificar a la oligarquía al erigir y tipificar como delito toda crítica del judaísmo entendida maliciosamente como un ataque indiscriminado y criminal a «los judíos» («leyes del odio»). Ya lo intentaron después de la Primera Guerra Mundial (vid. también aquí). Véase, lo subrayo, la teoría funcionalista del Holocausto. ¿Existen unos fundamentos racionales de la mal llamada «teoría de la conspiración»? Sí. Y en CARRER LA MARCA estamos intentando desenterrarlos:
EL JUDAÍSMO Y LA ESCLAVIZACIÓN DE LOS GENTILES SEGÚN MAX WEBER
Hemos considerado importante aclarar este punto antes de continuar adelante con el proyecto MARCA HISPÁNICA, fase superior del proyecto CARRER LA MARCA, el cual acaba de dar un salto cualitativo con la fundación de la plataforma del mismo nombre.
Jaume Farrerons PhD
Figueres, la Marca Hispànica, 17 de marzo de 2014
EL JUDAÍSMO COMO IDEOLOGÍA RACISTA, SUPREMACISTA Y GENOCIDA (1). GENOCIDIO
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