UN TRUMP ESQUIZOFRÉNICO APUÑALA AHORA A SUS PERTURBADOS SEGUIDORES GOLPISTAS
DELIRIOS PARANOICOS Y DOBLE PERSONALIDAD. LOS KUSHNER ALEGAN QUE YA NO CONTROLAN LA SITUACIÓN. Según Francesc Peirón, corresponsal de La Vanguardia en EEUU, «el asunto ha sobrevolado estos cuatro años de presidencia. ¿Sufre Donald Trump demencia senil, ha perdido el sentido de la realidad, su capacidad mental hace peligrar la estabilidad del país? O por decirlo de manera más clara: ¿Está loco?» Charles Kushner, padre de Jared Kushner, afirma que Trump se ha colocado «más allá de nuestro control» [sic], con lo cual el clan judío Kushner —vinculado a la secta supremacista asquenazi Chabad— reconoce implícitamente que hasta ayer sí ejercía ese control. Sin embargo, parece evidente que Trump se limita a llevar hasta las últimas consecuencias las directrices que han marcado su mandato, a saber, la agenda de los Kushner, Chabad, el Estado de Israel y los sionistas —judíos o cristianos— de ideología neocon. La culpabilidad del clan Kushner queda probada por el tuit de Ivanka Kushner, hija del presidente, elogiando como «patriotas» a los perpetradores del golpe de Estado. La judía Kushner condenaba, curiosamente, al mismo tiempo, toda vulneración de «la ley y el orden» oligárquico. El tuit auto-incriminatorio ha sido borrado. Otros miembros del clan Kushner han seguido la misma línea de duplicidad hipócrita, aunque sorprende el silencio de los medios sobre Jared Kushner. En efecto, después de instigar un putsch y elogiar a los miles de sectarios armados que habían asaltado el Capitolio («sois muy especiales») y asesinado a un policía, Trump aseveró acto seguido que sobre los culpables recaería el peso de la ley. A la paranoia delirante respecto del inexistente fraude electoral masivo y la conspiración satanista Qanon, se añadía así un transtorno de doble personalidad o personalidad disociada —una judía, gentil la otra— que posibilita a quienes urdieron la trama exonerarse de toda responsabilidad.
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EL PUTSCH DE TRUMP
A las 12 h del 6 de enero, una hora antes de que se iniciara la sesión de ratificación del nuevo presidente, Trump organiza un mitin en las proximidades del edificio e instiga, la voz en grito, a que sus seguidores no consientan el robo de las elecciones, porque «tendremos un presidente ilegítimo». Las «milicias» de Trump, con uniformes militares y armas, llevaban desde las 6 h concentrándose en las inmediaciones del Capitolio. Hacia las 13.10 h, miles de ellos se dirigen hacia la entrada oeste y se agrupan allí. Una hora más tarde, hacia las 14:11 h, las masas nacionalistas blancas enfervorecidas por Sión rompen el cordón policial y penetran en el interior de la cámara destrozando objetos a su paso. Poco después, la policía del Congreso evacua a los congresistas y lanza gases lacrimógenos a los golpistas, pero, de manera sorprendente, ya hacia las 14:45 h los golpistas se han apoderado del edificio. Entre las víctimas del asalto, un policía muerto. A las 15:13 h, Trump publica un tweet donde condena la violencia, que él mismo acaba de provocar. A las 15:51 h se moviliza la Guardia Nacional y Biden (16 h) exige a Trump que condene el asalto al Capitolio. Hasta las 16:20 h no aparece el todavía presidente en la televisión para ordenar a los golpistas, después de elogirlos («os quiero, sois muy especiales»), que abandonen el edificio, pero insiste una vez más en que la elección de Biden ha sido fraudulenta. Hacia las 17:50 h los asaltantes han abandonado el Capitolio y a las 18 h entra el vigor el toque de queda en Washington. A las 20 h se reemprende la ceremonia de ratificación de Joe Biden como nuevo presidente de los EEUU.
TRUMP CONDENA A LOS GOLPISTAS
La noche del jueves, Trump reconoce la derrota en un video de dos minutos, pero, lejos de solidarizarse con sus seguidores, esta vez les condena y afirma que serán castigados:
«Estados Unidos es y debe ser siempre una nación de ley y orden. Los manifestantes que se infiltraron en el Capitolio han profanado la sede de la democracia estadounidense. A quienes participaron en los actos de violencia y destrucción les digo que no representan a nuestro país. Y a los que violaron la ley: pagarán».
En consecuencia, o bien estamos ante un cínico y un traidor, o bien ante un enfermo mental. En el primer caso, los trumpistas mentalmente sanos —si los hay— harían bien en tomar nota. En el segundo, Trump debe ser destituido como presidente porque su enfermedad psiquiátrica es un riesgo para la seguridad del país y, por ende, para el mundo entero.
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En este sentido, según El Independiente, se ha expresado Nancy Pelosi, la tercera autoridad institucional de los EEUU, haciendo referencia expresa al control del botón nuclear por parte del perturbado:
Pelosi pide garantías a los militares de que Trump no lanzará un ataque nuclear
Joe Biden afirma que el ‘impeachment’ es cuestión del Congreso, y que él está centrado en su agenda
08/01/2021
Apenas quedan unos días para que Donald Trump deje la Casa Blanca pero después del asalto al Capitolio parece una eternidad. En las filas demócratas hay un gran temor a que el presidente saliente, que tiene plenos poderes hasta el 20 de enero, tome alguna decisión irreversible o de consecuencias letales. De ahí que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se haya asegurado de que Trump no va a apretar el botón nuclear en este tiempo.
A su vez, Pelosi está dispuesta a promover un impeachment exprés (juicio político) para destituir al presidente Trump, incluso cuando falta tan poco tiempo para que deje el poder. Los demócratas quieren plantearlo la semana próxima. En rueda de prensa en Washington, ha asegurado que los demócratas tienen más apoyo que la última vez.
A principios de 2020 el Senado ya rechazó la destitución del presidente Trump. Sería el primer presidente de EEUU que ha de hacer frente a dos juicios políticos en su mandato.
«Hemos de evitar que un presidente inestable pueda abrir hostilidades o bien ordenar un ataque nuclear»
Nancy Pelosi, que acaba de ser reelegida como presidenta de la Cámara de Representantes a sus 80 años, ha escrito a los demócratas para explicarles que ha hablado con el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor conjunto, para evitar que «un presidente inestable pueda abrir hostilidades o bien ordenar un ataque nuclear».
«La situación de este presidente desquiciado no puede ser más peligrosa, por lo que debemos hacer todo lo posible para proteger al pueblo americano de este asalto desequilibrado a nuestro país y a nuestra democracia», apunta Pelosi en su mensaje a los demócratas.
Un portavoz del jefe del Estado Mayor ha confirmado la conversación en la que la presidenta de la Cámara de Representantes ha planteado varias cuestiones relativas a cómo se ordena un ataque nuclear.
El temor sería que Trump intentara distraer la atención en estos últimos días de su mandato con algún tipo de movimiento en Irán. Trump decidió que EEUU salía del acuerdo nuclear con Irán y restableció las sanciones contra el régimen de Teherán.
Rechazo a la enmienda 25
En este mensaje, Pelosi también explica cómo ha sondeado al vicepresidente, Mike Pence, para que invoque la enmienda 25ª, que permite destituir al presidente en caso de incapacidad. Se precisa para iniciar el proceso que esté de acuerdo la mayoría del gabinete. Sin embargo, Pence no está por la labor.
La vía que queda a los demócratas sería promover un impeachment por la vía más rápida posible. «Si el presidente no dimite de forma inminente y de forma voluntaria, el Congreso procederá con un juicio político», mantiene Pelosi.
En un comunicado, el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha advertido de las consecuencias negativa que tendría plantear el impeachment. Por primera vez ha hablado de Joe Biden como «presidente electo».
«Donald Trump es el presidente menos capacitado de la Historia, una vergüenza para el país».
«Voy a hablar con el presidente electo, Joe Biden, para explicarle que hemos de trabajar juntos para bajar la temperatura y unir el país con el fin de resolver los desafíos a los que se enfrenta América», ha dicho McCarthy.
El presidente electo, Joe Biden, en rueda de prensa este viernes, ha dicho que, si bien desde hace tiempo que el presidente «no está capacitado para el cargo», pero que él está centrado en todo lo que ha de hacer cuando asuma el poder. «Lo que el Congreso decida que lo haga, pero yo estoy focalizado en mi trabajo», ha dicho Biden, quien reconoce haber hablado con Pelosi pero sobre su agenda.
Ha insistido en que Trump «es el presidente menos capaz de los que ha tenido el país» y ha ido más allá: «Es una vergüenza para el país». Sin embargo, ha dicho que la mejor manera de verlo fuera de la Casa Blanca es la inminente toma de posesión.
Donald Trump ha reconocido por primera vez en un video difundido en su cuenta de Twitter que va a dejar la Casa Blanca antes de la toma de posesión de Joe Biden, el 20 de enero, a la que no asistirá.
Ha asegurado que va a facilitar una transición ordenada, fluida y pacífica, al tiempo que ha dicho a sus seguidores que va a seguir «el viaje» que han emprendido, en alusión al movimiento que lidera entre los conservadores estadounidenses.
https://intra-e.com/lamarca/index.php/2020/10/01/donald-j-trump-yo-soy-el-elegido-por-dios/
Los ultraderechistas españoles, entre los cuales Trump cuenta con un apoyo casi unánime, han erigido a un esquizofrénico como su héroe y creído a pies juntillas las fábulas delirantes de Qanon y del propio presidente saliente, lo que pone en duda la integridad mental de todo el colectivo. Esta afirmación vale también, sin duda, para Vox, que no puede escurrir el bulto de sus responsabilidades políticas e ideológicas en el desastre, por cuanto las ideas y pautas de conducta de Abascal son las mismas que las de Trump. Pero, por si fuera poco, lo sucedido debe hacernos reflexionar sobre la naturaleza del judeo-cristianismo como conjunto de fábulas que convierten a sus believers —«creyentes»— en seres muy peligrosos que, aunque sedicentes guerreros en una lucha apocalíptica del «bien» (Yahvé, el dios bíblico judío) contra «el mal» (la razón, institución grecorromana), son, de hecho, incapaces de distinguir entre la fantasía y la realidad.
Figueres, la Marca Hispànica, 9 de enero de 2021
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