EL GOBIERNO DE RIAD SE RELACIONABA CON DOS DE LOS TERRORISTAS. Estamos ante uno de los informes del FBI sobre el tema. Pero hay más. En todo caso, la actitud encubridora del gobierno estadounidense ha sido sistemática. Sólo se desclasifican documentos con cuentagotas y además de forma parcial, porque las tachaduras impiden abundar en el asunto. Ya sucedió, como veremos, con una parte del informe de la comisión del Congreso y el Senado de los EEUU sobre el 11-S que afectaba precisamente a Arabia Saudí. Fue censurado por Obama y Trump (siempre de acuerdo, a pesar de todo, en las cuestiones relativas a Israel y el deep State). De ahí que los familiares de las víctimas, desesperados por la complicidad de sus líderes con unos asesinos extranjeros, presione a las autoridades a través de los medios de comunicación y haya obligado a desclasificar este informe. Las dudas persisten, la pista saudí se confirma oficialmente y sólo queda claro que el resto de los informes también deben ser desclasificados.

Fragmento del informe del FBI donde se cita a Omar al Boyoumi, presunto agente de inteligencia del gobierno saudí. Pueden observarse las abundantes tachaduras que impiden la lectura del documento.

ENCUENTROS CASUALES ENTRE TERRORISTAS Y FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO SAUDÍ

Según «ABC», un medio poco sospechoso de antiamericanismo, dos saudíes relacionados con el Gobierno de Riad conocían a los terroristas del 11-S. Así lo explica el informe del FBI:

En él se muestra que el FBI investigó al menos hasta 2016 los contactos entre Nawaf al Hazmi y Khalid al Midhar -dos terroristas que participaron en el secuestro del avión que se lanzó contra el Pentágono- e individuos relacionados con el Gobierno de Arabia Saudí, como Fahad al Thumairy, un exempleado consular saudí, y Omar al Bayoumi, que fue investigado como posible agente de inteligencia del país árabe. / Al-Bayoumi fue interrogado en 2003 por EE.UU. y aseguró que tuvo un encuentro casual con los secuestradores en un restaurante de Los Ángeles en el año 2000 y que se hicieron amigos. Que les echó una mano para manejarse en un país que les era ajeno, pero que desconocía sus planes terroristas. / Apoyo logístico / Ahora el documento del FBI establece que esas declaraciones de Al-Boyoumi «están en plena contradicción con declaraciones de testigos presenciales» y muestra el escepticismo de los investigadores sobre que ese encuentro fuera accidental. También apuntaban a que era muy sospechoso que otro individuo saudí investigado tuviera otro encuentro casual con secuestradores en el estado de Virginia de una forma «excepcionalmente similar» a la de Al-Bayoumi. / Según el FBI, este último proporcionó «apoyo logístico» a los terroristas que incluyó «traducciones, asistencia para viaje, alojamiento y financiación».

La actitud del gobierno estadounidense hacia los familiares de las víctimas sólo puede ser calificada de total complicidad con los terroristas. Al decir de Javier Ansorena («ABC»):

(…) los familiares de las víctimas del 11-S (…) han demandado a Arabia Saudí para que se juzgue a los supuestos apoyos de los terroristas. Y han continuado con su lucha para la desclasificación de documentos. El expresidente Donald Trump les aseguró que lo haría en una reunión de 2019. Al día siguiente, su fiscal general decidió que permanecerían en secreto. Joe Biden hizo la promesa de revelar los documentos si ganaba las elecciones. Una vez en la Casa Blanca, desoyó las exigencias de los familiares.

Según «Público»/EFE, El FBI desclasifica un documento sobre el 11-S que relaciona a Arabia Saudí con el atentado. Pero este medio asegura que Bayoumi ya aparecía como sospechoso en otros documentos de dominio público, de manera que, cabe inferir, el regalo de Biden a los familiares no aporta nada nuevo y carecería de todo valor a los efectos de implicar a Arabia Saudí en el atentado:

El documento recién desclasificado asegura que Al Bayumi proporcionó «asistencia de viaje, alojamiento y financiación» a dos de los terroristas implicados en los atentados del 11-S, Nawaf al Hazmi y Khalid al Mihdhar. / Otros informes desclasificados en los últimos años ya habían detallado esos contactos y asistencia de Al Bayumi, que después de los atentados fue detenido en el Reino Unido y fue uno de los focos de la investigación oficial sobre el 11-S de una comisión del Congreso.

Pero añade lo siguiente:

Ese presunto espía saudí tuvo contactos con Al Thumairy, que en ese momento era diplomático en el consulado saudí y mantuvo llamadas telefónicas con al menos dos futuros presos de la cárcel de Guantánamo, de acuerdo con el documento./ Al Bayumi, que oficialmente era un estudiante, también estuvo en contacto con Osama Bassnan, un ciudadano saudí cuya presunta relación con el 11-S ya se había revelado y que hablaba con «entusiasmo» del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. / El informe describe a Al Bayumi como alguien «tratado con un gran respeto dentro del consulado saudí, bien considerado por el personal del consulado y que disfrutaba de un ‘estatus muy alto’ cuando entraba en el edificio».

Por supuesto, todo esto no demuestra nada de nada sobre la implicación del gobierno saudí en los atentados del 11-S. Pero según la fuente citada, Biden se ha comprometido a desclasificar nuevos documentos en los próximos seis meses. «El Periódico», por su parte, concluye que un documento desclasificado del FBI relaciona el 11-S con Arabia Saudí.:

Un memorando del FBI desclasificado el sábado refuerza las sospechas de que Arabia Saudí habría estado implicada en los ataques del 11 de septiembre de 2001 cometidos por Al Qaeda contra Estados Unidos, pero no aporta las pruebas que esperaban las familias de las víctimas que demandaron a Arabia Saudita. / Quince de los 19 secuestradores (…) eran de nacionalidad saudí. El memorando, fechado el 4 de abril de 2016, que había estado clasificado como secreto hasta ahora, muestra vínculos entre Omar al Bayoumi, otrora estudiante y sospechoso de haber colaborado con los servicios de inteligencia saudís, y dos de los miembros de Al Qaida que prepararon los ataques en Nueva York y Washington.

El problema es que la presunción de que Al Bayoumi era un espía saudí es una hipótesis del FBI que sólo podría ser confirmada por el gobierno saudí vulnerando su propia ley de secretos oficiales. Los dos terrolristas que fueron tutelados por Al Bayoumi también se relacionaron, según narra «El Periódico», con un funcionario saudí:

También confirma la relación, ya divulgada pero que aparece con más fuerza de la sospechada anteriormente, entre ellos dos y Fahad al Thumairy, un imán conservador de la mezquita King Faad de Los Ángeles acreditado desde fines de los años 1990 como funcionario del consulado de Arabia Saudita en esa ciudad.

Esta relación, sin embargo, era también conocida y no añadiría mucho a lo que ya sabemos sobre el atentado. Puede concluirse, por tanto, que la oligarquía seguirá mareando la perdiz y encubriendo a su brazo armado. En la habitación hay un elefante, pero todo el mundo hace como que no lo ve. Por nuestra parte, seguiremos investigando en las fuentes bibliográficas y periodísticas sobre el tema. Porque, no lo olvidemos, si cae el relato oficial del 11-S, cae el del 11-M, el de la pandemia y así mismo, hurgando un poco más en las fake news oligárquicas que intoxican nuestras mentes, el de la Segunda Guerra Mundial.

Figueres, la Marca Hispànica, 13 de septiembre de 2021

EL TERRORISMO ISLÁMICO ES UNA INVENCIÓN DE OCCIDENTE (2). LA CONEXIÓN SAUDÍ

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