El lobby judío-iraní vinculado a Vox propició la salida de Fernando Paz

“Santiago Abascal estuvo al tanto de todo, le expliqué mi relación con el CNRI y le dije que nos financiarían. Le pareció bien. Estaba encantado. No puso ninguna pega.” Aleix Vidal-Quadras. (Aleix Vidal-Quadras, El País, Vox se fundó con un millón de euros del exilio iraní, 21 de enero de 2019).

El CNRI, siglas del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, es la rama política del MKO, un grupo terrorista que asesinó alrededor de 17.000 personas, entre ellas miles de civiles iraníes.  Aunque ya no sea considerada grupo terrorista por EEUU y la UE porque los neocon estadounidenses —los mismos impostores, casi todos ellos judíos, que desencadenaron la guerra de Irak a base de propalar mentiras sobre presuntas armas de destrucción masiva iraquíes— la han blanqueado para sus fines, resulta que las víctimas del terrorismo del CNRI siguen ahí. Y Vox se ha financiado desde sus inicios con un millón de euros procedentes de dicha organización, dinero sucio, manchado de sangre.

Aunque supuestamente Vox ya no recibe dinero del CNRI, lo cierto es que este lobby judío tiene suficiente fuerza dentro del partido como para forzar la dimisión del historiador Fernando Paz por negar el Holocausto.

El lobby judío-iraní vinculado a Vox propició la salida de Fernando Paz. (…) El Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI) -un grupo armado que figuró en los informes internacionales como banda terrorista hasta 2012- ha impuesto su ley. La dependencia económica de la extrema derecha años atrás llevó a los de Abascal a atarse, implícitamente, con los intereses de este lobby judío-iraní.

¿Cómo puede defender la soberanía nacional de España un partido que se ha financiado ilegalmente con dinero extranjero?  ¿Cómo puede criticar a Otegui, Bildu o a los separatistas catalanes un partido que acepta dinero de terroristas? Vox tiene que responder a éstas y muchas otras preguntas.

Por ejemplo, Abascal debe explicarse sobre hecho de que la financiación judía de Vox incapacita a este partido para oponerse a un secesionismo catalán promovido por el Estado de Israel. Ocultación que ya fue denunciada en lo que concierne a la derecha neoliberal españolista (PP, C’s), pero que, en el caso de Vox, comporta además un conflicto de intereses, siendo así que Vox no podría criminalizar a sus propios patrocinadores sin cuestionarse a sí mismo como organización política.

Carrer la Marca

La Marca Hispànica, 14 de noviembre de 2019

CARTA ABIERTA DE JAUME FARRERONS A SANTIAGO ABASCAL

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