UN TÉRMINO PEYORATIVO. Conspiranoia. Quien esgrima la teoría de la conspiración será un enfermo mental. Y algunos de los falsos resistentes que vehiculan en la red y, por ende, en la sociedad toda, las intoxicaciones así calificadas, representan efectivamente el papel de psicóticos, con lo cual todos sus seguidores (50.000 suscriptores en el caso del Expediente Royuela) reciben el estigma que conduce a la marginalidad. En la URSS post-estalinista no otra era la fórmula para quitar de en medio a molestos disidentes y encerrarlos elegantemente en centros psiquiátricos que desempeñaban la misma función política represiva que los más crudos gulag bajo el dictador comunista. Las sociedades capitalistas recurren a la muerte civil (laboral, familiar, política…): se difama a la resistencia en las personas de sus líderes, su reputación como figuras públicas queda destruida; estigmatizados, estos críticos ya no podrán desarrollar actividades profesionales e incluso se les negará la prestación de determinados servicios en empresas privadas del sistema (Western Union, Facebook, Deutsche Bank…) a pesar de que, legalmente, en una sociedad liberal de mercado dichas firmas no pueden ser sujetos de discriminación. No importa. La «teoría de la conspiración» ha sido previamente identificada con bulos y fake news (cuando no «delitos de odio»), propalados por la propia oligarquía, cuyo fin («guerra psicológica») es criminalizar preventivamente toda crítica al poder oligárquico sionista: reptilianos, ceremonias satánicas, terraplanismo, «negacionismos» varios, tramas fantásticas de pederastia, Bar España, Q’Anon, Expediente Royuela, etc. Todo ello con un único objeto: que cuando aparezca la verdadera teoría de la conspiración, es decir, la teoría racional de la conspiración, que no es más que una crítica ilustrada y científica de la ideología oligárquica (y de sus prácticas), el terreno ya haya sido cuidadosamente minado por la propaganda adversa. Podrá meterse a todo quisqui en el mismo saco y ridiculizar las críticas junto a las otras pseudo «teorías», paso previo para diagnosticar una conspiranoia y justificar el ostracismo político del afectado. Con Gladio, empero, lo tienen difícil, porque esta teoría ya ha superado la prueba del tribunal académico universitario. Es una tesis doctoral donde documéntase expresamente una espantosa conspiración… y se fundamenta racionalmente, por fin, el término. Una conspiración de la OTAN para asesinar a miles de ciudadanos occidentales. Gladio representa, hoy, la llave que abre la Matrix y permite a las víctimas de la oligarquía asomarse al otro lado de la pantalla para contemplar el horror de los crímenes oligárquicos y la verdad oculta que esconde la «ideología del Holocausto». En la entrevista que enlazamos, Jaume Farrerons, director de CARRER LA MARCA, explica todo esto de forma sencilla y amena mientras prepara futuras incursiones más allá de la campana del espectáculo o, para decirlo con Platón, al exterior de la caverna.

EL JUDAÍSMO Y LA ESCLAVIZACIÓN DE LOS GENTILES SEGÚN MAX WEBER

En los próximos artículos de CARRER LA MARCA demostraremos que la Gladio del siglo XXI, después de presentarse en sociedad con los atentados del 11-S y el 1-M, entre otras muchas fechorías, sigue vivita y coleando e impune, o sea: de la más rabiosa la actualidad.

Figueres, la Marca Hispànica, 6 de marzo de 2023

UN INFORME DEL FBI CONFIRMA LA PISTA SAUDITA DEL 11-S

Principios, normas y valores de esta publicación

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