ACOGERÁ REFUGIADOS DE FORMA SELECTIVA POR MOTIVOS HUMANITARIOS. En realidad, éste será el primer paso de Meloni para apuntalar el «irrenunciable» mercado neoliberal de mano de obra semiesclava y, por ende, la cantera de futuros terroristas islámicos, inevitables marginados de la «segunda generación» migrante. El pueblo italiano dijo no a más inmigración extra-europea, pero Meloni tiene que decir sí porque es —y no lo oculta— una neoliberal y creyente cristiana de manual. Meloni, aunque envuelta en atavíos de un discurso cultural derechista y populista supuestamente transgresor, significa, en una palabra, más de lo mismo: la dirigente postfascista que nunca fue fascista mantendrá, a cambio de una cierta escenificación xenófoba circense, su compromiso Gladio con el amo del otro lado del Atlántico y, en consecuencia, con las políticas antisociales del Consenso de Washington.

MELONI ES GLADIO

El estilo populista de Giorgia Meloni

Per què Meloni es disfressava de hobbit?

A la protesta de que Meloni es católica y este hecho debería representar una garantía de lealtad patria, conviene responder que no sólo eran católicos los miembros de Gladio, espada ilegal y terrorista del imperialismo de EEUU (OTAN) en Europa, sino que la fe cristiana practicante, católica en Italia, constituyó el requisito insoslayable para ingresar en Gladio. Ultracatólica era la logia masónica Propaganda Due P-2 que movía los hilos de Gladio, es decir, de unos supuestos «patriotas» que asesinaban a sus conciudadanos italianos como los islamistas ejecutan el primer lugar a los propios árabes («infieles»). Católica por antonomasia lo era tambien la institución mundialista, el Vaticano, que se alió nada menos que con la mafia para amparar los crímenes de Gladio. Mafia, iglesia y masonería contra la nación italiana, liberada (¿?) del fascismo para convertirse en vasalla de la oligarquía financiera internacional y sus ramificaciones: ¿alguien da más? El Gran Maestre masónico Licio Gelli confesó sin empacho sus fechorías. [Hemos informado sobre estos extremos, bebiendo de fuentes rigurosas, en el artículo correspondiente de CARRER LA MARCA, 26 de mayo de 2022]:

GLADIO O LAS ATROCIDADES DE LA OTAN CONTRA LA CIUDADANÍA EUROPEA

¿POR QUÉ MELONI NO FRENARÁ LA INMIGRACIÓN?

Para entender nuestra postura frente a Meloni es menester informarse primero sobre lo que significa la palabra Gladio: la renuncia de Italia a su propia soberanía nacional en beneficio de una internacional judeo-cristiana occidental. Cuya esencia y sentido vienen inscritos en el código cultural del catolicismo, a saber, la iglesia en cuanto comunión espiritual universal de los elegidos que implica la renuncia o subordinación de la nación carnal —la única real— a los intereses morales y materiales de dicha causa religiosa supranacional. Por tanto, no se observa en Meloni, como tampoco en Francisco Franco cuando en 1953 vendió España a los estadounidenses, una traición masónica a la doctrina católica, sino, antes bien, la consecuencia y más plena coherencia del uno y la otra con el anti-nacionalismo de larga data inviscerado en el meollo del Nuevo Testamento. Cristianismo denomínase la religión que los ultranacionalistas judíos crearon expresamente como regalo envenenado para desnacionalizar a los gentiles de raza aria.  La otra religión universalista abrahamánica es el islam, cuyo objeto consiste en desnacionalizar a los gentiles de raza semita precipitándolos en el crisol mestizo de una comunión universal ficticia denominada umma. Iglesia y umma: los dos brazos de la masonería para diluir a los pueblos del hemisferio occidental en un invento llamado «humanidad»/»mercado mundial». A todos los pueblos, claro, menos a uno: ¿adivinan cuál? Así las cosas, ¿debería sorprendernos que el crecimiento del fundamentalismo islámico en Oriente Medio, desde los Hermanos Musulmanes hasta Al-Qaeda y Estado Islámico (Daesh, Isis), haya sido propiciado por las agencias de inteligencia británicas y estadounidenses (a las órdenes de la masonería regular) y que Arabia Saudí, el más fiel aliado de los EEUU en el mundo árabe, constituya el pilar incólume e inmune del integrismo salafista y wahabista donde se cuece el terror de la yihad? ¿Debería sobresaltarnos que el sionismo cristiano haya sido parido en las Islas Británicas, al igual que la masonería, antes incluso de que surgiera el sionismo judío? Pero todos estos hallazgos culturales se los debemos a la fe, ese engaño mezquino, idiota y ridículo de charlatán de feria con que el nacionalismo judío compra extranjeros para recompensar la traición de los mismos a sus respectivas comunidades nacionales. Adorar a un dios ajeno, extraño, hostil y racista, el judío Yahvé, a cambio de una salvación eterna pero estrictamente individual: hete aquí el momento fundacional de la religión judeo-cristiana y… el principio del fin de Europa.

DENTRO DE CADA CRISTIANO HAY UN JUDÍO O EL SIONISMO EN LA DOCTRINA CATÓLICA

El catolicismo constituye la primera manifestación histórica del fenómeno hoy conocido como globalización. Una plaga que arrasa el planeta con su neotestamentaria ideaentre otras tan fraudulentas, o más si cabe—, de que todos los hombres son «hijos de Dios«, creados a Su imagen, dotados de un alma substancial individual e inmortal y, en consecuencia, «iguales» ante Él. Concepto religioso (la «salvación» estrictamente egomórfica) secularizado por el liberalismo en forma de hipóstasis jurídica del individuo apátrida en cuanto sujeto de un derecho universal e imprescriptible a la «felicidad». Es esta bomba doctrinal-institucional de efecto retardado la que va a anihilar Europa si no somos capaces de desactivarla desde dentro, es decir, de erradicar los fundamentos teológico-secularizados del mundialismo neoliberal.

Pero «erradicar» significar arrancar desde las raíces y éstas crecen, insistamos aquí, en el humus cultural del judeo-cristianismo. El cual, por si todavía fuera poco, es también la fuente bíblica veterotestamentaria del sionismo internacional —el ultranacionalismo judío— que teledirige el proceso de sustitución étnica. ¿Cómo? La oligarquía financiera genera adrede la miseria del Tercer Mundo porque, en efecto, y a pesar de todas las fábulas economicistas de los progres, está implementando directrices ideológicas nacionalistas que trascienden de la economía. Hablamos de un exterminio de 19.000 niños al día (y de 13 millones de personas cada año, cerca de 800 millones de personas desde la destrucción del Tercer Reich en nombre del humanitarismo de la bomba atómica), fallecidos por causas no sólo evitables, sino por causas consciente y deliberadamente inducidas. Los mecanismos económicos con que se practica este genocidio silencioso, y de los que tan expertos son todos los Rothschild y Rockefeller de este mundo, serán analizados en otro artículo.

LA RESERVA FEDERAL DE EEUU ES UN OLIGOPOLIO DE BANCOS PRIVADOS CONTROLADO POR LA OLIGARQUÍA SIONISTA

Pero por lo que respecta a los fines de la masascre, van mucho más allá, como hemos dicho y conviene subrayarlo, del enriquecimiento personal de los oligarcas. A éstos les sobra el dinero. Aquéllo que la oligarquía pretende es enterrar Europa bajo masas de inmigrantes famélicos que, en el oportuno momento de crisis económico-social inducida, serán armados como mercenarios islámicos (Gladio) para aniquilar por las calles o en sus propias casas a la población civil europea. ¿Y alguien puede creerse que los actuales ejércitos de profesionales integrados por mano de obra extranjera (¡casi todos los ejércitos nacionales de leva han sido abolidos por el liberalismo!) vayan a proteger y defender con sus vidas a columnas errantes de ancianos y enfermos inermes supervivientes de las pandemias (también inducidas) cuyas pensiones tan caras le «cuestan» al Estado social y democrático de derecho? Hechos como el atentado Gladio en la estación de Bolonia o el 11-M en Madrid son sólo anticipos de la ceremonia ritual sacrificial (anatema bíblico) que la oligarquía depara a una población europea envejecida, egoísta y cobarde incapaz de cualquier forma de resistencia.

¿CÓMO SE PRODUCEN LOS ATENTADOS DE FALSA BANDERA? (1). LA TEORÍA DEL GRIFO

Dicho esto, constituye una evidencia incontestable que no detendremos el flujo torrencial de la inmigración masiva africana y asiática mientras no se desactiven las causas del hambre y la miseria en el Tercer Mundo, objetivo perfectamente asumible en términos puramente económicos a un coste aproximado de 40.000 millones de euros. Expropiar y ajusticiar a la oligarquía por crímenes de lesa humanidad es la consecuencia inevitable e ineludible de esta política que, no lo dudemos, será tildada de «fascista«. Término con se estigmatizará de forma automática todo lo que sea necesario realizar —de forma ya inaplazable— si los europeos pretendemos sobrevivir en lugar de amar a nuestros enemigos y poner la otra mejilla (como nos enseñó el cristianismo). Esta política «fascista» está siendo omitida, empero, por aquéllos que, al igual que Meloni, se oponen a los flujos migratorios pero, como pseudo patriotas cristianos y derechistas que son, nada tienen que decir sobre el exterminio tercermundista, la responsabilidad de los usureros/especuladores/inversores (alta finanza) en la comisión de dicho delito de lesa humanidad y la relación estructural entre el sionismo, el cristianismo (el Libro) y la dictadura de la banca mal llamada «democracia liberal«. Nada de eso, en efecto, será siquiera mencionado por Giorgia Meloni, quien ya ha repetido por activa y por pasiva que no es «fascista», que nunca lo fue, una forma indirecta de reconocer que no piensa hacer nada de lo que debería hacer si su pretensión fuese realmente la que dice ser, a saber: detener la invasión inmigrante a cualquier precio.

PENA DE MUERTE PARA ROTHSCHILD

¿QUÉ HACER?

La oligarquía defínese neoliberal (antinacional, neotestamentaria) para los gentiles y sionista (nacionalista, veterotestamentaria) para los judíos. El genocidio tercermundista perpetrado por la oligarquía financiera constituye el motor sociológico de la inmigración, cuyo objeto último, no nos engañemos ya más, es económico (carne de cañón laboral), social (debilitar la unidad de los trabajadores nacionales), demográfico (mestizaje), político (desencadenar una guerra civil inmigrantes/autóctonos en Europa), cultural (multiculturalismo), pero también religioso (islamización). Ahora bien, el islam es una religión abrahamánica del Libro cuyo Dios es el mismo que el de la oligarquía judeo-cristiana. En este sentido, conviene resaltar que la masonería opera como Centro de Unión entre las tres creencias (judaísmo, cristianismo y mahometanismo), en verdad una sola, y que la islamización de Europa viene inscrita como cláusula de la prospectiva masónica.

EL FRAUDE DE LA PRESUNTA MASONERÍA ATEA, COMUNISTA Y SATÁNICA (3). EL CASO LÉO TAXIL O LA INVENCIÓN DE LA SINAGOGA DE SATÁN

Imposible detener los flujos migratorios salvajes inducidos e instigados por los masones contando únicamente con las menguadas fuerzas de naciones como Italia, Francia o España, las cuales, si osaran resistir, serían inmediatamente sancionadas (léase: saboteadas, asfixiadas, arruinadas) por una oligarquía financiera que controla los EEUU y la UE a través del FMI, la troika y el MEDE. Sólo la Europa de las Naciones, los Pueblos y las Etnias férreamente unida entorno de Alemania a los efectos de nuestra supervivencia colectiva continental, puede emprender, con posibilidades de éxito, políticas contra-inmigratorias que requerirán de una novísima normativa comunitaria, una dura lex, sed lex en ruptura radical con la hasta ahora vigente, es decir, aquélla basada en el fraude cristiano-liberal de los derechos humanos. Por cuanto el actual corpus jurídico consolidado de Bruselas convierte, efectivamente, en ilegal cualquier intento de frenar siquiera la inmigración invasiva. Y quien así lo pretenda ignorando los hechos —como Salvini y pronto Meloni— es un cretino o un impostor. Por eso será necesaria una Constitución Europea (más vale una constitución europea reformable, por mala que sea, que ninguna constitución europea), la cual implicará una democratización de las instituciones europeas, empezando por un Parlamento Europeo constituyente, y ésta, a su vez, un derecho nacionalista y socialista que haya roto definitivamente con la herencia cultural judeo-cristiana, religiosa (facha) o secularizada (progre). Más claro: para acabar de una vez por todas con el proyecto de exterminio al que se enfrenta Europa, será menester despedirse de la Biblia como elemento extraño y hostil a la identidad europea. Porque es de ese libro maldito, no europeo sino afroasiático, de donde surgen casi todas nuestras desgracias y, para empezar, la existencia misma de la oligarquía en cuanto fenómeno político transnacional cuyos antecedentes son, como hemos visto, el cristianismo y el liberalismo pero también, hay que añadir ahora, el comunismo. 

CONCLUSIONES SOBRE MELONI… Y COMPAÑÍA

El gobierno Meloni permite solo el desembarco de inmigrantes vulnerables y enfada a las ONGs.

Se trata del segundo barco que está obligado a desembarcar selectivamente tras el alemán Humanity 1, de la organización humanitaria SOS Humanity, de la que desembarcaron este domingo 144 migrantes, sobre todo mujeres y niños, mientras que 35 tuvieron que seguir a bordo.

Fuente: https://www.larazon.es/internacional/20221107/io6mjjv6qngofdzfce2j4ary4e.html

Mete a 144 y rechaza a 35. Para ese viaje no hacían falta alforjas. Meloni, como era de esperar, anticipamos aquí y ha quedado ya claro tras el primer mes de su mandato, no tiene nada de «fascista», más bien desacredita esta etiqueta: estamos ante una ultraderechista cristiana sumisa a los poderes oligárquicos sionistas y al Estado de Israel, cuyo trasero lame con fruición.

No hay solución al problema inmigratorio desde una ultraderecha neoliberal y católica que pretende apagar el incendio liberal con gasolina judeo-cristiana, sino sólo desde eso que el sistema estigmatiza como «fascismo«, cuya ideología los sedicentes fascistas —en el fondo vulgares ultraderechistas cristianos como la propia Meloni— son los primeros en querer ignorar por cuestiones de fe, léase: de ese egoísmo personalísimo y espectral, puro aire, denominado salvación El «fascismo», por otro lado y a despecho de su diabolización, no comporta abandonar a los inmigrantes a su suerte, sin más. Antes bien, el «fascismo» gestionará su internamiento en campos de concentración hasta la repatriación o, en su defecto, el asentamiento extra-europeo en zonas separadas y vigiladas, combatiendo al mismo tiempo, hete aquí la clave del asunto, las auténticas causas que provocan, en el Tercer Mundo, su emigración masiva hacia Europa. A tales efectos, necesitamos de una legislación social-nacionalista que nada tiene de utópica porque (¿curiosamente?) ha sido promulgada en Israel, con el aplauso de los EEUU, para ser aplicada en beneficio de los inmigrantes (judíos) y perjuicio de los autóctonos (palestinos). Esa misma legislación que las instituciones filosionistas y oligárquicas de la UE prohiben instaurar en Europa —por inhumanaa los inmigrantes ilegales, como parecería mucho más razonable hacer en beneficio de sus conciudadanos y compatriotas.

El apartheid israelí contra la población palestina (Amnistía Internacional).

Hete aquí una muestra abrumadora de la dicotomía ideológica oligárquica neoliberalismo/sionismo, justo allí donde duele y conviene hincar la palanca para hundir el muro de hipocresía que condena Europa a la extinción pura y simple. Hay que acusar a la oligarquía financiera sionista de operar como factor causal último del genocidio tercermundista al mismo tiempo que institucionaliza en calidad de religión civil obligatoria universal el culto a las víctimas del Holocausto. ¡Porque esas víctimas son también, jurídicamente, los judíos israelíes y sionistas con derecho de perpetrar genocidios! Combatir la inmigración extra-europea, acabar con la miseria del Tercer Mundo, ilegalizar el Estado de Israel, ajusticiar a la oligarquía que especula con el precio de los alimentos básicos y saquea las riquezas naturales de los países del sur son, por tanto, aspectos necesariamente ligados e inseparables de un auténtico proyecto político de Oposición Nacional, es decir, nacionalista pero también socialista, que ponga en evidencia la función de la «ideología del Holocausto» (Norman G. Finkelstein) como fuente cultural de impunidad criminal tanto de la oligarquía financiera cuanto del Estado judío en la perpetración de sus innumerables delitos sionistas de lesa humanidad.

Únicamente un político, varón o mujer, capaz de plantear estas cuestiones con total claridad, sin acobardarse ante las inevitables acusaciones de «fascismo», ostentará la suficiente autoridad moral para detentar el liderazgo en el proyecto de defensa europeo. Salvini, Meloni y todos los que vengan detrás (Abascal, Le Pen, Trump, Bolsonaro, etcétera) ya han sido desenmascarados de antemano como títeres oligárquicos… 

Jaume Farrerons PhD Presidente de la Izquierda Nacional de los Trabajadores (INTRA)

Figueres, la Marca Hispánica, 12 de noviembre de 2022.

EL JUDAÍSMO COMO IDEOLOGÍA RACISTA, SUPREMACISTA Y GENOCIDA (2). SUPREMACISMO

Principios, normas y valores de esta publicación

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