EL DIRECTOR Y PRESIDENTE EJECUTIVO DE PFIZER ES JUDÍO. La vacuna de Pfizer no es de Pfizer, sino de BioNtechtecnología y capital alemanes—, inventada por inmigrantes turcos (¿de religión musulmana?). Pfizer, una empresa estadounidense fundada a su vez por inmigrantes alemanes, comercializó el invento para su producción en masa, como si no hubiera farmacéuticas alemanas, como Bayer, Boehringer o Merck capaces de hacerlo. El milagro de Yahvé, según Trump, terminó así en Estados Unidos donde, inmediatamente, sin embargo, Pfizer empezó a fabricar en masa para… Israel. Ahora, el Estado sionista es el que más porcentaje de su población ha vacunado, mientras que a los alemanes —y los europeos— les faltan dosis. Por si fuera poco, los israelíes se niegan a vacunar a los palestinos.  Nos enteramos de que el presidente y director ejecutivo de Pfizer es el judío Albert Bourla

https://intra-e.com/lamarca/index.php/2020/12/17/la-vacuna-de-trump-es-un-milagro-de-ala/

ISRAEL UTILIZA LA PANDEMIA PARA EXTERMINAR A LOS PALESTINOS

Mientras acapara dosis de la vacuna alemana gracias al judío Bourla, Israel se niega a permitir la entrada de vacunas en Gaza. Un episodio más del genocidio sionista. Nos llegan noticias de hace 10 horas según las cuales Israel mantiene bloqueado por segundo día el envío de vacunas a Gaza. Israel ya ha administrado 5 millones de dosis, mientras que a Palestina apenas han llegado 2000 dosis. Según el Hufftington Post, el plan de vacunación israelí es tan eficaz como discriminatorio. ¿Eficacia? En realidad, Israel es un estado-parásito que vive de las aportaciones del contribuyente estadounidense:

Israel y los EE.UU. tienen establecida desde hace mucho una relación especial. Los EE.UU. fueron el primer país en reconocer el establecimiento del Estado de Israel en 1948. Israel es considerado el más estrecho aliado estadounidense no perteneciente a la OTAN en Oriente Próximo, una región geopolítica crucial para los EE.UU. La estrecha relación entre los dos estados se refleja en el volumen de la ayuda que Israel recibe de los Estados Unidos. Desde la Segunda Guerra Mundial Israel ha sido el mayor receptor de ayuda estadounidense. Desde 1949 al 2006 Israel recibió más de 156 mil millones de ayuda directa de los Estados Unidos. Hasta el 2003, Israel recibió aproximadamente un tercio del presupuesto anual de la ayuda exterior estadounidense.

Fuente: https://rebelion.org/la-ayuda-estadounidense-a-israel/

Ocurre que Bourla no regala nada, porque Israel pagó tres veces más caras las vacunas para asegurarse el suministro. Ahora bien, ese el dinero es tan israelí como la vacuna misma. Así que Israel usa la vacuna alemana de un inventor musulmán pagada con dinero donado por otros —los judíos son, recordémoslo, el pueblo escogido— para discriminar a una parte de su población («no judía»), internada en territorios ocupados y colonizados por la fuerza. Hete aquí el país modélico de Oriente Medio que reivindican tantos y tantos liberales occidentales, rabiosos anti-nacionalistas pero, curiosamente, «amigos de Israel», todo un modelo, sí, pero de racismo supremacista y genocida.

Figueres, la Marca Hispànica, 16 de febrero de 2021.

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