LA ITALIA ULTRADERECHISTA DE GIORGIA MELONI SIGUE ACOGIENDO EN MASA A FALSOS REFUGIADOS
SE CUMPLEN NUESTROS PRONÓSTICOS Y MELONI METERÁ EN ITALIA UN BARCO ENTERO CON MÁS DE MEDIO MILLAR DE INMIGRANTES. La católica Meloni mintió. No podía ser de otra manera. Ya hemos explicado en artículos de 29 de septiembre y 12 de noviembre que Meloni no es fascista, sino una ultraderechista católica y neoliberal. Las políticas de «libre circulación de la mano de obra» forman parte del meollo de la globalización, es decir, del cosmopolitismo individualista suicida en aras del «mercado mundial» promovido por la oligarquía sionista, así que no se puede ser crítico de la inmigración en política y neoliberal en economía: ambas posturas son contradictorias y en alguna de las dos cláusulas estará la derecha engañando necesariamente a los ciudadanos. Cuando se trata de partidos ultras, esa cláusula acostumbra a ser precisamente el tema migratorio. En efecto, a cambio de unas pocas dosis de demagogia xenófoba, la extrema derecha neoliberal consigue los votos de las masas de trabajadores, principales perjudicados por la política de importación masiva de mano de obra barata para, acto seguido, inyectar las medidas económicas anti-sociales del neoliberalismo. Y, encima, los refugiados siguen entrando…
CUANDO EL FASCISMO DA VOTOS PERO NO CUMPLE
Resulta sorprendente que, para ganar tiempo y continuar imponiendo sus desacreditadas políticas neoliberales, la derecha esté recurriendo a candidatos «fascistas» que, casualmente, resultan siempre un fiasco en materia migratoria. Siendo así que, a la postre, no son fascistas, sino ultraderechistas. El fascismo da ahora votos porque el pueblo ha comprendido que sólo un candidato fascista querrá realmente poner fin a la invasión. Hito histórico porque, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el término «fascismo» y «fascista» había sido brutalmente estigmatizado nada menos que en cuanto «mal absoluto» (=demonio) y hogaño funciona, en cambio, como reclamo electoral. Son los supuestos fascistas quienes, después de cosechar los votos populares en calidad de tales, desmienten la atribución una vez ya en el poder (¡faltaría más!) y traicionan acto seguido a sus electores con total desparpajo. El fraude resulta fácil porque durante medio siglo se nos ha enseñado que el fascismo es lo mismo que la extrema derecha, único punto (ya de por sí consecuentemente sospechoso) en el que la extrema izquierda, el sistema en general y la ultraderecha están de acuerdo… (para perjuicio, claro, del propio fascismo). Así que los ultraderechistas podrán estafar a sus compatriotas haciéndoles creer que impedirán la llegada de nuevos inmigrantes mientras, al mismo tiempo, ostentan programas socioeconómicos neoliberales (derechistas) y agitan las banderas del sionismo y el cristianismo como señas «culturales» de identidad. Salvini fue el primero, pero no será el último (Abascal espera ansioso su hora), en beneficiarse de este timo.
Así las cosas, la mentira del reclamo anti-inmigratorio se descubre pronto, porque las gesticulaciones de los fachas son sólo eso: espectáculo incompatible, en la práctica, con la legislación vigente. Meloni ha pasado (1) de rechazar la acogida de más inmigrantes (campaña electoral) a aceptar una entrada selectiva (¿?) donde se acepta a 144 (mujeres y niños) y se rechaza a 35 (varones). Después (2), ha protestado por el hecho de que sea sólo Italia la que acoge inmigrantes, dando a entender que el resto de Europa debería también acogerlos. Para terminar (3) aceptando a los 212 refugiados que quedaban a bordo del Geo Barents por motivos de salud, o sea, humanitarios, el mismo cuento de siempre que sólo se aplica cuando a la oligarquía le conviene.
Italia permite el desembarco de todos los inmigrantes del Geo Barents de MSF.
La autorización se recibió después de que el Ministerio de Sanidad evaluara el estado de los migrantes. Las autoridades italianas permitieron este martes el desembarco de los 212 inmigrantes que seguían a bordo del barco humanitario Geo Barents, después de evaluar su estado psicológico tras una primera inspección sanitaria en la que fueron rechazados y por la que permanecían en el puerto de Catania.
Hasta el día 8 de noviembre los refugiados no pudieron desembarcar, lo que había generado nuevas protestas de las ONGs que colaboran en la invasión. Por ejemplo, la otanista Médicos Sin Fronteras:
Reclamamos el desembarco de todos los supervivientes a bordo del Geo Barents. El desembarco parcial y selectivo, tal como se sugiere en el decreto del gobierno italiano, no puede considerarse lícito según las convenciones marítimas. “Estamos llegando a una situación insostenible. No se puede permitir que esto suceda. La necesidad de desembarcar a todas las personas es urgente. La operación de rescate no se ha acabado», señala nuestra compañera Anabel Montes, coordinadora de Búsqueda y Rescate en el Geo Barents.
Finalmente, leemos:
Actualización 9/11/2022: casi tres días después, la noche del 8 de noviembre, las 214 personas rescatadas a las que no se había acogido finalmente pudieron desembarcar en Catania, Italia.
Así que se ha consumado la traición de Giorgia Meloni al pueblo italiano en una nueva Operación Gladio perpetrada por esta Gladio de pura cepa al servicio de los intereses oligárquicos. Sin más comentarios.
Figueres, la Marca Hispànica, 16 de noviembre de 2022.
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