OLIGARCA JUDÍO PROMOTOR DEL GLOBALISMO HIPERCAPITALISTA-LIBERAL Y DEL GOBIERNO MUNDIAL. Este artículo es una continuación y desarrollo de un apartado concreto del artículo anterior El fraude de la presunta masonería atea, comunista y satánica (1). Para mayor comodidad del lector reproducimos el texto en cuestión, que incluye la «Introducción» (ampliada) transcrita a continuación y la sección «La verdad sobre Soros». El resto del material es nuevo.
INTRODUCCIÓN
La existencia de una masonería atea, comunista y satánica es un fraude del integrismo católico preconciliar que se remonta a los tiempos del abate Barruel y de la reacción ultramontana contra la Revolución Francesa. Versión secular y laica de esa impostura es la afirmación de que las instituciones, los grupos y las personas que promueven el mundialismo y la globalización son de izquierdas. Es la teoría de las llamadas élites progres, con Soros como encarnación ejemplar y paradigmática. El caso de George Soros resulta precisamente harto ilustrativo para demostrar justo lo contrario de aquéllo que pretenden los ultraderechistas cristianos. El filósofo de referencia de Soros es el judío ultraliberal Karl Popper, autor de La sociedad abierta y sus enemigos (1945), un clásico del anti-marxismo cuyo segundo tomo descansa un momento de atacar a Marx sólo para atacar a Hitler (quien también es considerado un perverso socialista). La literatura ultraderechista y neoconservadora sobre Soros alcanza las más altas cimas de la indignidad teórica. En el presente artículo, sin embargo, sólo mencionaremos algunos de los libros característicos que propalan en España el bulo del Soros izquierdista. De ellos nos ocuparemos más adelante de forma exhaustiva a fin de que no queden dudas sobre su indigencia intelectual. Son libros como La red secreta de Soros en España (2020), de Joaquin Abad, El proyecto Soros y la alianza entre la izquierda y el gran capital (2020), de Carlos Astiz o Los amos del mundo están al acecho. Bildelberg y otros poderes ocultos (2017), de Cristina Martín Jiménez. Los «intelectuales» de Vox. Para que nos hagamos una idea del nivel científico de estos personajes, la señora Martín Jiménez defiende la existencia de extraterrestres.
Las Open Society Foundations se inspiran explícitamente en el título y la substancia de la obra de Popper. Soros es, en efecto, un especulador de éxito que encarna el meollo financiero y parasitario del capitalismo. Fue opositor declarado del bloque soviético y financió nada menos que el sindicato católicoSolidarnosc (“Solidaridad”), la primera brecha que se abrió en ese bloque hasta su definitivo derrumbamiento. Promueve Soros, bien es verdad, la inmigración masiva, léase: la archilberal “libre circulación de mano de obra”, pero porque, entre otros efectos perversos, abarata el precio del trabajo y hace así felices a los empresarios y demás capitalistas. Además, toda forma de individualismo que resquebraje por dentro las comunidades nacionales será incentivada por Soros, porque el proyecto neoliberal considera que los sentimientos patrióticos y los Estados son los peores obstáculos para la implantación del “mercado mundial”, crisol multicultural y mestizo controlado por un gobiernoplanetariosin Estado (la famosa gobernanza). La agenda globalizadora es tan liberal como la masónica, ergo hipercapitalista y de derechas.Soros puede instigar incluso micro-nacionalismos que fracturen una nación siempre que ésta sea de tamaño y peso político-económico mayor que la promovida (por ejemplo Euskadi respecto de España), aunque por el momento no se ha probado que únicamente Soros respaldara el secesionismo catalán (las sospechas en la materia apuntarían más bien hacia Putin y… Trump). Soros puede apoyar, así mismo, identitarismos de todo tipo (sexuales, raciales, étnicos…), toda vez que con ello contribuya a la atomización de lo comunitario y a la división de los trabajadores. Por cuanto el multiculturalismo, los conflictos de género, familiares, generacionales, religiosos…, impiden una acción solidaria unificada de los trabajadores nacionales frente al gran capital, la “conspiración” de Soros es “de derechas”. Mujeres contra hombres. Inmigrantes contra autóctonos. Moros contra cristianos. Vegetarianos contra carnívoros. Animalistas contra taurinos. Negros contra blancos. Jóvenes contra adultos. Hijos contra padres. O a la inversa. Y lo que te rondaré morena. La música es siempre la misma por más que varíe la letra de la canción y el escenario: fragmentar la comunidad nacional en sus pedacitos más pequeños, léase: “empoderar” a los individuos, convertirlos a todos en “emprendedores” que se identifiquen con el mercado mundial y se vean a sí mismos como seres autónomos irrepetibles, únicos en sus “valiosísimas diferencias”… Pero ante todo, todos iguales. Ante todo, yoes económicos que se autointerpretan en calidad de futuros triunfadores sistémicos dedicados de por vida y sólo a amasar dinero. De tal suerte que los trabajadores se ensañen en todo caso con el vecino (habitualmente otro trabajador), bien visible y próximo, pero no alcen nunca su mirada hacia arriba, es decir, hacia el oligarca que mueve los hilos de todos estos conflictos, verdadera causa de las miserias sociales de los afectados. Es más fácil golpear a un inmigrante indefenso que enfrentarse a los banqueros y especuladores que importan esclavos laborales para degradar las condiciones de trabajo de los autóctonos…
Ahora bien, ¿hay en todo lo descrito un mero ápice de izquierdismo? Ciertamente, las reivindicaciones feministas, abortistas, inmigracionistas o de género LGTBI se disfrazan de izquierdismo y progresismo, pero trátase de simples etiquetas con que el liberalismo capitalista se ha apropiado, tras la batalla cultural que siguió a la caída del muro de Berlín, del espacio electoral izquierdista. Son, en defintiva, reivindicaciones moradas, no rojas.Se echa en falta una causa unitaria de los trabajadores nacionales frente a la oligarquía y sobran las micro-luchas de ONGs no-políticas de la llamada “sociedad civil” en el seno de un “mercado cosmopolita” poblado multitudes apátridas: causas hembristas (o machistas, tanto da), antiracistas (o racistas, tanto da), identitarias de cualquier signo, minoritarias, sectoriales, micro-nacionalistas, anti-represivas, religiosas, anarquistas, libertarias y libertarianas anti-Estado (y anti-Partido), abolicionistas y demás. Ya no se trata de si tú y yo somos trabajadores de la nación, sino de que tú eres hombre y yo soy mujer, de que tú comes carne y yo soy vegetariano, de que tú eres homosexual y yo, heterosexual. Etcétera. Hete aquí Soros y no cabe duda de que estamos ante derecha anti-obrera pura y dura disfrazada de “progresismo”. Mas en ese pseudo izquierdismo, falso hasta la raíz, reside precisamente la fuerza de la derecha.
Trump rodeado de rabinos de la secta supremacista judeo-rusa jabad («Chabad») Lubavitch.
LA LITERATURA BARATA SOBRE SOROS
Existe toda una literatura barata sobre Soros que intenta convencernos de la supuesta ideología izquierdista y comunista del multimillonario judío, de su alianza con la China roja para atentar contra los sagrados valores cristianos de Occidente y otras zarandajas sin fundamento. Un ejemplo es el sitio Hispanidad, donde podemos leer cosas como la siguiente:
Soros y la masonería tienen el mismo objetivo que Satanás: eliminar el catolicismo en Europa
El magnate húngaro es un gran impulsor del Nuevo Orden Mundial y da nombres de los enemigos de “su” Unión Europea: Viktor Orbán y Jaroslaw Kaczynski.
Javier Paredes 16/08/20 08:00
George Soros: miserable, tenebroso y ahora patético, se dedica a colapsar servicios provida de ayuda a las mujeres que no quieren abortar…¡lo qué faltaba!
George Soros ha concedido una entrevista al diario El País, en la que ha declarado que la Unión Europea tiene “muchos enemigos internos”. Cuando leí este titular, hice todo lo posible por repasar la entrevista entera, para ver si Soros me descubría el nombre de los enemigos, no fueran a figurar entre ellos Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que están tan de los nervios por lo de la caja b, que últimamente arremeten contra todo lo que se mueve.
Llama la atención que George Soros se refiera a la Unión Europea y evite la palabra “Europa”, lo que en él es lógico por ser este personaje un gran impulsor del Nuevo Orden Mundial, que en coincidencia con la masonería, aspira a borrar el cristianismo de la faz de la tierra.
Y he dicho que es lógico el regate lingüístico de Soros y además añado ahora que es totalmente coherente con sus propósitos, que se podrían calificar de satánicos, porque en lo de borrar al cristianismo de la faz de la tierra, y más concretamente al catolicismo, Soros y la masonería coinciden plenamente con los intereses de Satanás.
El gran historiador, y probablemente el mejor medievalista de todos los tiempos que hemos tenido en España, Luis Suárez, publicó hace un poco más de diez años un libro titulado La construcción de la Cristiandad Europea. En ese libro se explica la evolución del término Europa, que en un principio se utilizó para designar lo étnicamente no griego, hasta que en el año 748 un monje de nombre desconocido escribió una continuación de la Crónica de San Isidoro, en la que llamaba “europenses” a los soldados de Carlos Martel (686-741), que detuvieron en Poitiers a los musulmanes.
Europa hasta el siglo XV se llamó Cristiandad y se asentaba sobre dos conceptos básicos: la Universitas christiana (sociedad que acata unos valores morales situados por encima de la actividad personal) y la Res publica christiana (normas jurídicas, tendentes al bien común)
A partir de entonces, los escritores posteriores hasta el siglo XV cuando hablaban de Europa se referían a los valores espirituales, y no a un espacio geográfico.
Por lo tanto, Europa, hasta el siglo XV se llamó a sí misma Cristiandad, dos términos para referirse a una misma realidad que se asentaba sobre un par de conceptos básicos: el primero, la Universitas christiana o sociedad que acata unos valores morales situados por encima de la actividad personal; y el segundo, la Res publica christiana o conjunto de normas jurídicas, tendentes al bien común, que es el fin que debe perseguir todo poder político.
Y a partir de la definición de estos conceptos, Luis Suárez escribe que “en su raíz, podemos considerar a la «europeidad» como una forma de pensar y de sentir, la cual dicta a su vez un comportamiento. Sus valores fueron trasplantados a América y también a Australia y Nueva Zelanda, obligando a buscar nuevas denominaciones para una cultura y una sociedad que eran pluriespaciales. Así se explica también la reacción negativa que en algunos lugares americanos se produce en nuestros días, reclamando el retorno al «indigenismo», es decir, la deseuropeización”.
De manera que por este camino vamos entendiendo mejor la clasificación que hace Soros de los enemigos de la Unión Europea, esa institución así orientada por la que él ha apostado y en la que él se ha hecho inmensamente rico, por lo que es lógico que también la financie con su dinero, porque como no haya forraje para la vaca, no habrá leche en sus ubres que ordeñar. Así las cosas, se entiende que el verdadero enemigo de la soñada Unión Europea de Soros, no es otro que Europa, siempre y cuando encuentre sus raíces cristianas, a las que se refirió San Juan Pablo II en la catedral de Santiago de Compostela, el martes 9 de noviembre de 1982.
La Unión Europea de Soros tiene como decorado intelectual la triple dimensión de cultura de la muerte (contracepción, aborto y eutanasia) y como pauta moral la ideología de género
La Unión Europea de Soros tiene como decorado intelectual la triple dimensión de cultura de la muerte: contracepción, aborto y eutanasia; y como pauta moral la ideología de género, promovida por los mismos que con pocos reparos para exterminar millones de vidas inocentes, no tienen ninguno, sino más bien hacen alarde de un entusiasmo desmedido en secuestrar las almas de nuestros hijos en la escuela, para adoctrinarlos en la ideología de género.
No, no son imaginaciones mías, porque Soros no se corta un pelo y da nombres concretos de los enemigos de “su” Unión Europea en estos términos: “existen dos casos en los que estos enemigos han llegado al poder y han capturado al Gobierno: Viktor Orbán en Hungría y Jaroslaw Kaczynski en Polonia”. Y nótese el respeto y la consideración que los gobiernos de Hungría y Polonia le merecen a George Soros, un personaje con un concepto de la democracia según el cual cuando llegan al poder mediante unas elecciones limpias los que no piensan como él lo que hacen es “capturar al Gobierno de la nación”.
Y como del enemigo el consejo, obsérvese también cómo la verdadera preocupación de Soros no es que haya personas que defiendan la vida y la familia natural frente a la cultura de la muerte y la ideología de género. Lo que, según Soros, convierte en verdaderos enemigos de la Unión de Europea a los defensores de la vida y de la familia natural, es que estos llegan al poder.
Por eso, al leer estas declaraciones siente uno la tentación de pensar si a los defensores de las organizaciones oficiales de la vida y de la familia de España en los últimos años no las habrá financiado el mismísimo Soros, a juzgar por el empeño decidido de este tipo de organizaciones en transmitirnos la idea de que la defensa de la vida y de la familia era una cuestión social, ajena a los partidos políticos, por lo que los líderes pro vida y pro familia pusieron todo su empeño en abortar la vida de cualquier partido que llevara en su programa la aprobación de leyes, inspiradas en la doctrina social de la Iglesia, claras y determinantes a favor de la vida y de la familia.
Otra de las coincidencias del mundialismo con las estrategias de Satanás es su actuación en la oscuridad y en el secreto, algo radicalmente contrario a la más elemental práctica democrática
Aunque también podría ser que la actitud de algunos de estos líderes pro vida y pro familia de España, refugiados en sus organizaciones y en ciertos medios de comunicación, sea la contrapartida del pago recibido en forma de subvenciones, para mantener en pie unas organizaciones, que si en algún día tuvieron una cierta influencia, hoy ya no tienen ninguna.
Otra de las coincidencias del mundialismo con las estrategias de Satanás es su actuación en la oscuridad y en el secreto, algo radicalmente contrario a la más elemental práctica democrática, que exige siempre luz y taquígrafos. Si algo caracteriza, o eso dicen los libros que debería caracterizar, al liberalismo y a la democracia es el abandono del secretismo en la práctica política.
Mal están las prácticas secretas en una persona particular, pero son inadmisibles en nuestros representantes políticos. Los ciudadanos tenemos todo el derecho a saber lo que se habla y lo que se “sugiere” en reuniones tales como las del Club Bilderberg, porque en esos conciliábulos se tratan medidas que nos afectan a todos. ¿O es que en la última edición del Club Bilderberg de hace un año, a la que asistió el líder del PP, todo lo que se decidió fue una cuestión tan personal como que Pablo Casado se dejase barba? Si solo fue eso, Pablo Casado puede seguir callado, pero si hubo algo más nos lo tiene que contar, tenemos derecho a que nos lo cuente, y si el paso del tiempo ya le ha borrado de la memoria algún acontecimiento, puede pedir ayuda a Inés Arrimadas, que también estuvo presente con él en ese tipo de reuniones, que cuando se convierten en secretas, se denominan tenidas.
Javier Paredes
Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá.
¿Un catedrático universitario hablando de Satanás? ¿Pero no es la Universidad el lugar de la ciencia, la razón, la ilustración, la evidencia…, frente a la fe, la intolerancia, la superstición, el adoctrinamiento, el oscurantismo…, etcétera? ¿No son aquellos valores universitarios los requisitos morales y culturales de la democracia? ¿Cómo se puede pretender una reivindicación de la democracia mientras al mismo tiempo —¡¡¡y en calidad de catedrático universitario!!!— perora uno desvergonzada y homiléticamente sobre Satanás, dando por comprobada su existencia, con total desparpajo? Podría quizá actuar así como creyente en una democracia que tolera a los intolerantes, pero entonces debería mostrar la decencia de no legitimar su mera opinión como catedrático universitario. La idea de los masones en cuanto conspiradores que promueven los intereses de Satanás —cuando resulta que la masonería es judeo-cristiana y no acepta ateos entre sus filas—, constituye un fraude intelectual sin fundamento alguno. Ya lo hemos demostrado en un artículo anterior y remitimos al mismo para más argumentaciones.
Por otro lado, ¿es el Vaticano un ejemplo de práctica democrática? ¿Cuántas deliberaciones de los órganos eclesiales colegiados católicos son secretas, señor Paredes? ¿En quién se inspira la Unión Europea para perpetrar sus inmundas fechorías oligárquicas? ¿Puede ser democrática una institución —la iglesia católica, apostólica y romana— que ha parido abortos como la infalibilidad papal? ¿De verdad que Europa —la democracia, la ilustración, la ciencia…— surge del cristianismo y no en una pequeña región europea denominada Grecia? ¿Es realmente europeo el cristianismo o el cristianismo siempre crece a expensas y en perjuicio de Europa? ¿Promueve el cristianismo la cultura europea —grecorromana y germánica— o, más bien, la persigue y destruye a sangre y fuego, eliminando la mayor parte de su literatura, pensamiento y arte?¿Prohibiendo, por ejemplo, la escuela filosófica de Atenas, uno de los mayores atentados a la libertad y la democracia que la historia registra? Antes de evacuar ciertas aseveraciones poco menos que delirantes, hay mucho todavía que preguntarse sobre «el cristianismo», constructo judeomórfico dudoso que el señor Paredes defiende con el mismo fanatismo que siempre ostentaron los creyentes en el cotidiano exterminio de los infieles. Es empero este tipo de «mentalidad» —por decirlo suavemente—, unos modos y maneras que tan bien conocemos en España, el que propala el bulo de las élites progres, comunistas, ateas o satánicas. Y sus agentes lo hacen signando panfletos como supuestos investigadores científicos (una institución griega, no cristiana, judía). O catedráticos de universidades privadas, católicas por supuesto, donde la mentira, es decir, la fe, constituye un postulado «científico», el «axioma» de estos supuestos y dudosos demócratas sometidos a persecución.
Nos referiremos ahora de forma rapsódica a las obras sobre Soros mencionadas más arriba como tributarias del fraude sobre la masonería atea, comunista y satánica. Remiten a un libro que, en principio, podría considerarse digno de crédito, a saber, Soros rompiendo España (2019) de Juan A. de Castro y Aurora Ferrer. La finalidad de esta obra es demostrar basándose en fuentes abiertas que Soros mueve los hilos del proceso secesionista catalán. No lo consigue, pero, sin duda, aporta datos interesantes. Otra cosa es que sea ético poner a la venta un producto que queda muy lejos de justificarse por su título. Sin embargo, ni siquiera los propios autores se atreven a afirmar que Soros haya financiado el celebérrimo procés. Muéstranse, eso sí, muy ansiosos por exonerar a Putin de toda vinculación con los sediciosos. Para, en última instancia, postrarse ante Trump, compinche neoconservador de Putin y supuesto antagonista de Soros, a efectos de elevarlo a los altares de la heroica resistencia anti-oligárquica. Estos investigadores borran así las pistas, muy claras, que vinculan el independentismo catalán con la secta supremacista judeo-rusa Jabad («Chabad») Lubavitch, Putin, Trump y el Estado de Israel.
Putin rodeado, como Puigdemont, de rabinos de Jabad («Chabad»), la secta supremacista judeo-rusa que mueve también los hilos del trumpismo.
La causa judicial iniciada por el juez Joaquín Aguirre a raíz de la policial Operación Voloh sobre la trama rusa de Puigdemontmarcha, en efecto, en sentido diametralmente opuesto al propuesto por la investigación «Agentes oscuros y zona gris» publicada bajo el título Soros rompiendo España.Y pone en evidencia, cuando no en ridículo, las vehementes negativas de Juan A. de Castro y Aurora Ferrer relativas a la inocencia de Putin/Trump/Israel en elgolpe de Estado sionista de Cataluña.Circunstancia, como veremos, perfectamente compatible con la participación del judío Georg Soros en esta «revolución de colores» que eligió, no en vano, el amarillo de la estrella judía bajo los pógromos como victimista —y filosemita— seña de identidad pseudo patriótica. Porque el supuesto axiomático o postulatorio de que Soros y Trump representan proyectos enfrentados resulta un tanto arriesgado. Cierto que Soros ha manifiestado su hostilidad hacia el Estado de Israel en coherencia con su rechazo de toda forma de nacionalismo, pero deberíamos preguntarnos si esta postura es sincera o pura escenificación. La prueba del algodón respecto del antisionismo de Soros remite a las relaciones entre Soros y el clan Rothschild, cuyo sionismo es un hecho de conocimiento público.
Puigdemont con los rabinos judeo-rusos de Jabad («Chabad»). A la derecha, el rabino jefe ruso Berel Lazar, ideólogo judío de Putin.
No abundaremos más en este punto, de suficiente entidad como para meritar un artículo o incluso una serie de artículos propia —CARRER LA MARCA está investigando el caso al hilo de la Operación Voloh—, baste con remachar que Soros rompiendo España es ya, desde la perspectiva del periodismo de investigación, agua pasada. Sin embargo, en esta obra obsoleta que donde no hay lugar para los masones se basan auténticos panfleros ultraderechistasque, llevando el agua al molino de Vox, intentan propalar el añejo bulo barruelista de la masonería atea, satánica y comunista conchavada contra la Iglesia católica. Así las cosas, resulta harto relevante y signifivativo sobre los orígenes no católicos, sino sionistas, de esta renovada campaña de intoxicación el hecho que en las nuevas versiones de la transnochada conspiración ha desaparecido justamente el único elemento que podía ostentar cierta coherencia con la ideología masónica, a saber, el judaísmo y, por ende, el Estado de Israel. La narrativa neocon sionista del bulo señala, en efecto, a los ateos, los satanistas y los comunistas, pero el judío destaca siempre impoluto por aparecer en el lado correcto de la vida.
Figueres, la Marca Hispànica, 21 de julio de 2021
Editado el 24 de julio de 2021.
Editado el 26 de julio de 2021.
Aviso: este artículo no está completo. La versión definitiva del texto se perdió en la caída de la página acaecida el pasado 28 de julio y sólo ha podido restaurarse un borrador con fecha de 26 de julio. Al final se ha decidido mantener esta versión y ampliar los contenidos en posteriores artículos sobre Soros.
https://carrer-la-marca.eu/georg-soros-de-izquierdas/https://carrer-la-marca.eu/wp-content/uploads/2021/07/soros-1-1024x768.jpghttps://carrer-la-marca.eu/wp-content/uploads/2021/07/soros-1-150x150.jpgEDITORInternacionalcrímenes del liberalismo,extrema derecha,imperialismo,neocolonialismo,neoliberalismo,oligarquía,posverdad,voxOLIGARCA JUDÍO PROMOTOR DEL GLOBALISMO HIPERCAPITALISTA-LIBERAL Y DEL GOBIERNO MUNDIAL. Este artículo es una continuación y desarrollo de un apartado concreto del artículo anterior El fraude de la presunta masonería atea, comunista y satánica (1). Para mayor comodidad del lector reproducimos el texto en cuestión, que incluye la 'Introducción'...EDITOREDITORintra@intra-e.comEditorCARRER LA MARCA
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Ver
Deja una respuesta