75 AÑOS BURLÁNDOSE DE LA GENTE. El juicio de Nüremberg, cuyos abusos procesales son harto conocidos por todos los expertos —y que, en aplicación del principio jurídico in dubio pro reo, abocarían a la nulidad de la sentencia—, sólo podía justificarse como el primer paso, torpe pero decidido, hacia un nuevo orden internacional regido por el concepto de los derechos humanos. En efecto, únicamente ese presunto logro, en forma de promesa, permitía a la sazón correr un tupido velo sobre la farsa que fue el juicio en sí. Recordemos que incluso un relator de la ONU, a saber, el Dr. Alfred-Maurice de Zayas, señaló a Nüremberg como «tribunal fariseo», aunque es de todo punto falso que negara la justeza de la condena en lo concerniente a los crímenes de lesa humanidad perpetrados por los acusados. Ahora bien, los defectos de forma no entran en el fondo del asunto, es decir, en los hechos como tales, sino en su calificación de los mismos y en la validez jurídica de las condenas a muerte, es decir, en su ajustamiento a  derecho. Y, 75 años después, todo indica —y, en primer lugar, Gaza indica— que ese tribunal fariseo y el sistema de derecho penal internacional fariseo que funda, es prevaricador e incompetente para juzgar los crímenes nazis y, en consecuencia, que su fallo ha perdido retrospectivamente toda validez jurídica, moral y política. De ahí que las resoluciones de las cortes y tribunales internacionales de La Haya carezcan de fuerza. Nadie se las toma en serio. Emmanuel Macron, presidente de Francia, recibió en territorio francés a Benjamín Netanyahu, mandatario afectado por una orden internacional de detención.

La primera parte de este video:

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El derecho de los palestinos a resistir:

La resistencia palestina: un derecho legítimo y un deber moral.

El derecho palestino a la resistencia (documento académico).

La  causa palestina muestra que los derechos humanos son una mentira.

El derecho internacional avala la defensa armada de palestina frente a los ataques de Israel.

El inalienable derecho a resistir de los palestinos.

En un informe, Hamás asegura que no masacró civiles y que sólo atacó sitios militares.

Hamas: nuestra narrativa.

Hamas justifica el ataque del 7 de octubre.

«La culpa es de Hitler, no del judaísmo» (Pablo Iglesias dixit):

Comparaciones entre Israel y la Alemania nazi.

Hitler en Jerusalén.

Hamas: el supuesto Holocausto es una historia inventada sin fundamentos.

Israel es rentista del Holocausto.

El sionismo es peor que el nazismo.

El Gobierno de Israel compara al TPI con los nazis tras la solicitud de orden de detención contra Netanyahu.

El circo de La Haya:

La petición del fiscal de la Corte Penal Internacional de órdenes de arresto causa la indignación de Israel.

La Corte Penal Internacional solicita órdenes de detención contra Sinwar y Netanyahu por crímenes de guerra.

La Corte Internacional de Justicia dicta seis medidas provisionales contra Israel.

El Tribunal de La Haya inicia procedimiento para orden de arresto contra Netanyahu.

Órdenes de detención emitidas por la CPI: ¿qué consecuencias podrían tener para Netanyahu?

La Corte Penal Internacional solicita arresto de Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra.

Orden de la Corte Internacional de Justicia.

Netanyahu bajo la mira: el rol de la Corte Penal Internacional en Palestina.

La Corte Internacional de Justicia ordena a Israel detener «inmediatamente» su ofensiva militar en Rafah.

Amnistía Internacional: Israel debe cumplir la orden de la Corte Internacional de Justicia.

La Corte Internacional de Justicia dicta nuevas medidas contra Israel mientras se agrava la crisis en Gaza.

Orden de la Corte Internacional de Justicia.

La Corte Internacional de Justicia ordena a Israel «tomar todas las medidas» posibles para «prevenir” un genocidio en Gaza.

La relatora especial de la ONU para Palestina reconoce que recibe amenazas por el informe de «genocidio» en Gaza.

Israel ignora a la Corte Internacional de Justicia y continúa sus ataques en Rafah.

Francesca Albanese, relatora especial de la ONU, presenta un informe con pruebas de que Israel está cometiendo un genocidio.

Anatomía de un genocidio (informe de Francesca Albanese).

Y ahora les explico en un video ilustrativo humorístico para qué van a servir todas estas órdenes e informes de la ONU, los cuales, por cierto, llegan 75 años tarde. Si te entran ganas de vomitar ante las heces, experimentarás lo que nosotros mismos sentimos cuando nos sermonean sobre dichas ideas e instituciones. No interpreten este anexo documental atípico como una burla hacia los palestinos sino, antes bien, todo lo contrario: desde aquí manifestamos nuestro apoyo incondicional al pueblo-mártir de Palestina, por cuya libertad luchamos con los modestos medios de que disponemosNuestra mofa y absoluto desprecio, el video, va destinado a los poderes que utilizaron los discursos de los derechos humanos como un instrumento para legitimar genocidios en lugar de, como supuestamente pretendían, impedirlos. La esencia de esta perversión se denomina antifascismo. No olvidemos que, cuando asesinan niños palestinos, los israelíes se justifican acusando a sus víctimas de «nazis». Sin más comentarios.

Nuestros comentarios en Georgia color rojo.

Por qué la Corte Penal Internacional no condenará a Israel por crímenes de guerra

Aunque para Amnistía Internacional es un hecho histórico, la decisión de la Corte Penal Internacional de investigar crímenes de guerra cometidos en los territorios palestinos, es otro episodio de un conflicto que nunca se resolverá.

Eugenio García Gascón

Segovia

07/03/2021 08:51

Dos cuestiones centrarán la investigación de la Corte Penal Internacional para determinar si Israel y las milicias palestinas de Gaza han cometido crímenes de guerra: el conflicto de 50 días del verano de 2014 y la continuada expansión colonial en los territorios ocupados, según anunció esta semana el tribunal de la Haya.

El proceso podría demorarse muchos años y los obstáculos que encontrará la CPI son tantos y tan grandes, algunos previsibles y otros no, que el conjunto de la información disponible augura que las posibilidades de que se condene a Israel son prácticamente nulas.

Los criminales nazis fueron procesados y condenados a muerte por «procedimiento abreviado».

En la guerra de 2014 murieron más de 2.100 palestinos, incluido un elevado número de civiles, mientras que las milicias palestinas mataron a 67 soldados y cinco civiles israelíes. Desde el punto de vista de numerosos observadores, no hay ninguna duda de que se cometieron crímenes de guerra, pero la investigación no garantiza una sentencia acorde de la CPI.

En Gaza, «The Lancet» calcula alrededor de 100.000 y la matanza sigue.

Curándose en salud, el ejército israelí puso en marcha con rapidez varias investigaciones de algunos incidentes controvertidos en los que participaron sus tropas, una acción que los observadores califican de maniobra de distracción destinada a impedir que un tribunal extranjero juzgue hechos que ya se han investigado en Israel.

¿Pero lo que hace el CPI no son siempre maniobras de distracción?

En 2015 Palestina firmó el Estatuto de Roma de 1998 que sirvió de base para la creación de la CPI. Israel criticó esa decisión aduciendo que Palestina no es un estado soberano y por lo tanto no tiene derecho a apelar al tribunal, un argumento que el propio tribunal ha terminado por rechazar. Israel, además, no reconoce a la CPI.

Alemania nunca reconoció algo denominado Tribunal Militar de Nüremberg.

Como era de esperar, las autoridades israelíes, incluido el primer ministro Benjamín Netanyahu, han calificado a la CPI de «antisemita», una acusación que se aplica habitualmente a todo aquel que critica la brutal ocupación militar, aunque no cuestione la existencia del estado de Israel.

Aquí se huele la relación existente entre la sentencia de Nüremberg, el discurso antifascista correspondiente y la impunidad de Israel.

Esta semana algunos medios hebreos, incluido el popular Canal 12, han adelantado que la lucha para desprestigiar a la CPI va a ampliarse. Esta táctica que los israelíes y sus aliados aplican contra el tribunal y contra sus miembros, también con ataques personales, redunda en perjuicio de la CPI y confirma que, como dijo un analista egipcio hace unos años, el tribunal fue creado para juzgar a negros y morenos, y no a rubios.

Que sepamos, los judíos no son rubios, sino semitas: otra concesión al discurso antifascista que justifica la impunidad de Israel.

Solo horas después del anuncio de la Haya del 5 de febrero, el diario Haaretz adelantó que las autoridades israelíes informarán a cientos de responsables políticos, militares y de otros estamentos de la seguridad, en activo o en la reserva, de los riesgos a que se exponen, por ejemplo de ser arrestados si viajan al extranjero.

Cero riesgos.

Matthew Cannock, director del centro para la justicia internacional de Amnistía Internacional, dijo: «Este es un momento crucial para la justicia después de décadas de falta de responsabilidad para delitos y crímenes contra la humanidad». Y añadió: «Es una oportunidad histórica para que finalmente se ponga fin a la penetrante impunidad que ha causado graves violaciones en los territorios palestinos durante más de medio siglo».

Risas en off.

Sin embargo, lo más probable es que el ruido que ha causado la CPI no tenga mayores consecuencias. Estados Unidos y otros aliados de Israel, como Alemania, Canadá y Australia, ya han condenado la decisión de la Haya, y son países que poseen la suficiente fuerza para continuar desacreditando a ese tribunal especializado en negros y morenos.

Asombroso cinismo de quienes mantienen leyes represivas contra quienes niegan el discurso oficial sobre «el Holocausto», con penas de cárcel incluidas.

La fiscal Fatou Bensouda, que adoptó la decisión después de examinar el caso durante cinco años, ha sufrido su osadía en sus propias carnes y ha sido puntualmente sancionada por Estados Unidos, junto con otros miembros del tribunal. Bensouda abandonará su cargo en junio, cuando lo asumirá un jurista británico. Israel espera que este cambio ponga fin a la investigación o la agüe de tal manera que pierda sentido.

Así funciona la justicia del orden mundial fundado en la farsa de Nüremberg: si la sentencia no gusta a los asesinos genocidas, se cambia al juez y problema resuelto.

El Estatuto de Roma considera que el apartheid es un crimen de guerra. El desplazamiento de cientos de miles de colonos judíos a los territorios palestinos viola la Convención de Ginebra de 1949, ya que se aplican leyes distintas para colonos y palestinos, y el ejército mantiene permanentemente encerrados a los palestinos.

No importa: el discurso de «el Holocausto» ha sido instituido para garantizar la impunidad de los genocidas judíos —el «pueblo escogido— y funciona perfectamente en este sentido.

Naturalmente, la CPI no puede investigar a Israel por delitos cometidos dentro de su territorio ya que Israel no ha ratificado el Estatuto de Roma, pero sí que puede investigar los delitos que ha cometido en los territorios palestinos ya que Palestina es un estado miembro al mismo nivel que el Vaticano.

Tampoco había Alemania ratificado el Estatuto del Tribunal Militar de Nüremberg, pero eso no impidió actuar al tribunal. Si ése es un motivo de impunidad para Israel, también debe serlo para los nazis cuando exterminaban ejemplares del «pueblo escogido».

En teoría, la CPI podría investigar a Israel por delitos cometidos dentro de su país si el Consejo de Seguridad de la ONU se lo pidiera, como ocurrió con el líder libio Muammar Ghadafi, que pertenecía a la categoría de los morenos, pero obviamente, en el caso de Israel Estados Unidos opondría su veto.

Una justicia de risa.

Las posibilidades de que llegue a puerto la investigación son más remotas si se considera que la misma dirección palestina puede retirar la acusación en cualquier momento, es decir cuando la presión de Estados Unidos e Israel sea insoportable. El presidente Mahmud Abás ya retiró hace algunos años en el último minuto una acusación de discriminación contra equipos de fútbol israelíes que juegan ilegalmente en los territorios ocupados.

Estas presiones tienen un nombre y se llaman obstrucción a la justicia.

Pero suponiendo que dentro de muchos años la investigación concluyera y los jueces condenaran a Israel de crímenes de guerra, una hipótesis inimaginable, sería muy complicado sancionar a Israel cuando países como Estados Unidos, Alemania, Canadá y Australia lo rechazan. Es más fácil que la CPI se desmantele que se apliquen sanciones contra el estado judío, como bien se demostró tras la investigación por la guerra de 2008 que realizó el juez sudafricano judío Richard Goldstone en nombre de las Naciones Unidas, y que no tuvo ninguna repercusión.

Fuente: https://www.publico.es/internacional/corte-penal-internacional-condenara-israel-crimenes-guerra.amp.html

Si la CPI no condenará a Israel por crímenes de guerra, mucho menos lo condenará por genocidio a pesar de las abrumadoras evidencias. Como sostiene Alfred-Maurice de Zayas sin vacilar, dichas instituciones de La Haya constituyen una farsa y han de ser disueltas. Pero su desaparición equivale a la nulidad de facto del juicio de Nüremberg y, por ende, la exigencia de una revisión historiográfica objetiva del relato, oficial u oficioso, de la Segunda Guerra Mundial.

Figueres, la Marca Hispànica, 26 de mayo de 2025.

LA UE RECONOCE QUE ISRAEL FINANCIA HAMAS PERO… NO PASA NADA

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