EL CASO VILLAREJO MUESTRA EL CAMINO A QUIENES QUEREMOS IMPEDIR LA PRESCRIPCIÓN DEL 11-M. Hasta ahora hemos hecho referencias constantes a Terra Ignota para estudiar y analizar el 11-M, pero ya no vamos a continuar por ahí porque entendemos que, a pesar de sus indudables méritos y calidad, 11-M: el principio del fin sirve a propósitos inconfesados de su principal ideólogo. (No podemos generalizar nuestra fundada suspicacia al resto de la tripulación, pero lo cierto es que hay cierto pirata que es capitán y no sólo marinero.) De tal suerte que el documental de Terra Ignota subordina la verdad de los hechos a los intereses del PP —y más en concreto, a los intereses del ala aznarista (neocon) del PP— de la misma manera que la Versión Oficial sirviera en su día a los intereses del PSOE de Zapatero. El documental en cuestión pretende, a nuestro juicio,  institucionalizar una versión «alternativa semioficial« que suspenda los efectos prácticos, vinculantes, políticos, de cualquier hipótesis explicativa crítica, con la excusa de mantenerse limpio de toda acusación de conspiracionismo. Pero, al mismo tiempo, transmite subliminalmente a la mente del espectador una interpretación muy concreta del 11-M, a saber, cierta variante de la hipótesis del «cambio de régimen«, así bautizada por Luis del Pino y sistematizada por Ignacio López Brú. De acuerdo con el modo de proceder suscitado por Terra Ignota, los disidentes del 11-M deberíamos ponernos a trabajar para difundir el documental sin pronunciarnos de momento por ninguna hipótesis de autoría. Y renunciar, mientras dicho documental  no sea conocido por el último españolito de a pie, a fundamentar hipótesis concretas de autoría. Pero, lamentablemente, esta consigna resulta engañosa: con el documental se difunde no sólo la legítima duda sobre la validez de la sentencia, sino también la sutil propaganda del aznarismo, una sucursal española de la ideología neocon que operó como justificación doctrinal de la guerra de Irak y, por tanto, de los propios atentados. ¡Casi nada! Dicho brevemente: se está usando el 11-M para el PP en términos simétricos e invertidos a los del PSOE. Y por ese aro en CARRER LA MARCA no vamos a pasar ni en broma, dicho sea con todo el cariño a los autores del documental. De todo ello nos ocuparemos en otro artículo. Baste por el momento añadir que la hipótesis subyacente de Terra Ignota, infiltrada de puntillas por la puerta de atrás, influye a la postre en la selección de los hechos relevantes y constituye un error metodológico de base que sesga una y otra vez tanto el contenido de la narración (el «relato») cuanto la interpretación de los hechos mismos; que, en muchos casos, son efectivamente relevantes —como la volatilización de los trenes, la fabricación de la mochila de Vallecas o el falso suicidio de los supuestos «terroristas«— pero podrían haber sido objeto de una interpretación harto distinta. Este error metodológico, que hace un año no percibimos porque nuestra revisión de la bibliografía estaba todavía muy verde, resulta patente tras la lectura del libro de Bruno Cardeñosa. Por si fuera poco, lo expuesto ocurre cuando queda ya sólo un año para la prescripción del caso en términos judiciales. Justo ahora, preténdese que debemos renunciar («provisionalmente») al tema de la autoría y dejar pasar ese tiempo precioso propalando un discurso híbrido entre la duda ante la sentencia y la subrepticia loa del aznarismo. No lo podemos consentir. El caso Villarejo ha abierto una brecha en el pacto de silencio sobre el 11-M que permite entrever la ominosa sombra del Pentágono en las acciones y omisiones de ciertos personajes. Si puede y debe impedirse dicha prescripción, la causa ha de continuar allí donde la tuvo que dejar la jueza Coro Cillán, acosada, y no de forma azarosa, precisamente por el mismo comisario corrupto que difunde ahora una hipótesis «alternativa» e intoxicadora del 11-M (la de Marruecos y Francia) en la misma línea que la de Terra Ignota. ¿Casualidad? 

ATENTADO ESTADOUNIDENSE EN MADRID (1). LAS TEORÍAS SOBRE LA AUTORÍA DEL 11-M

ADIÓS A TERRA IGNOTA

Nos remitimos, porque lo hemos tenido en cuenta y es obligado reconocer las deudas, al documental de Terra Ignota que enlazamos aquí, aquí y aquí, bien entendido que el visionado del documental 11-M: el principio del fin es imprescindible para entender nuestra propia postura crítica contra la hipótesis explicativa inconfesada que guía dicha obra; como consecuencia de la cual se echan en falta 1/ hechos cruciales que sacaremos a la luz en nuestra propia interpretación (por ejemplo, el papel del comisario Enrique García Castaño en la trama de encubrimiento o, en la trama perpetradora, el documento sobre la unidad P2OG, que es ignorado pese a aparecer en el libro de Cardeñosa, y el manual de campo 30-31 B) y 2/ interpretaciones antagónicas de hechos que sí han quedado reflejados en el documental o a los que se les concede en el mismo muy escasa importancia. Porque no hay «hecho« sin «interpretación«. Todo «hecho» con valor heurístico (=demostrativo vinculante) adquiere la condición de tal, por definición, en el marco de una determinada línea de investigación (y si no, entonces no es heurístico, no «demuestra» nada porque no tiene nada que demostrar: nos ocuparemos de ello en un artículo especial muy crítico con la anti-metodología de Terra Ignota). Debe quedar claro, para concluir con esta introducción, que en lo expuesto a continuación desarrollamos, en el ámbito de la investigación periodística, una hipótesis cuya finalidad es el conocimiento de la verdad sobre el 11-M y no la calumnia o la injuria de determinadas personas. En todo caso, sólo un tribunal podrá fijar las responsabilidades penales concretas, siempre individuales, de cada uno de los implicados.

ATENTADO ESTADOUNIDENSE EN MADRID (2). LA AUTORÍA DE LA OTAN

LAS TRES TRAMAS

El atentado de falsa bandera del 11-M, tal y como podemos percibirlo hoy desde la perspectiva temporal que posibilita la abundante bibliografía, es el resultado de la acción u omisión de tres tramas, a saber, 1/ la perpetradora directa o autora material del ataque (mercenarios o militares estadounidenses) y responsable quizá también, en última instancia (si no huyó en el famoso avión de la CIA de Mallorca), de asesinar a «los moritos» (sic) cabezas de turco; 2/ la trama encubridora que destruyó a saco la escena del crimen, fabricó pruebas falsas y situó en un piso franco de la policía al grupo de los chivos expiatorios; 3/ la trama des-informativa (cobarde intoxicadora) culpable de propalar la versión oficial de los hechos (periodistas, políticos, intelectuales…) y su posterior sanción judicial (jueces, fiscales, letrados…). En el presente artículo vamos a ocuparnos sólo de la diferencia entre las tramas 1 y 2. En un próximo artículo de CARRER LA MARCA nos centraremos única y exclusivamente en la trama 2, liderada, a nuestro entender, por el ex comisario de la UCAO Enrique García Castaño y decisiva en orden a fundamentar la versión oficial (fraudulenta) del 11-M.

Escudo de Gladio.

LA TRAMA PERPETRADORA

Sobre la primera trama, aunque obviamente no podemos siquiera sugerir posibles nombres y apellidos excepto por lo que se refiere a sus responsables políticos, sí existen fuentes documentales que nos permiten afirmar, con fundamento documental, que el 11-M fue un acto terrorista de Estado perpetrado por una unidad de los EEUU denominada Proactive Preemptive Operations Group, sigla P2OG. Este hecho había sido ya sugerido por Bruño Cardeñosa en su obra de 2004 sobre el 11-M y, por tanto, no constituye ninguna novedad: basta con leerse la bibliografía (paso obligado que algunos investigadores acostumbran a ahorrarse) e informar la existencia real de P2OG, una evidencia de dominio público que cabe ilustrar hasta en la Wikipedia (otra cosa es no leer ni querer leer el libro de Bruno Cardeñosa, como jáctase de hacerlo el pseudo investigador Carlos Sánchez de Roda).

Artículo de la Wikipedia sobre P2OG, unidad de operaciones especiales de EEUU fundada en el año 2002 (dos años antes de perpetrarse el 11-M) entre cuyas funciones se encontraría la comisión de atentados de bandera falsa.

Página 249 sobre P2OG (SEAL) de la obra de Alfredo Grimaldos «La CIA en España».

Un atentado de las características y dimensiones del 11-M no puede ser obra de una banda de delincuentes operando de espaldas a los sistemas de escucha satelitales aliados como ECHELON, PRISM y otros, de los que ya hemos hablado en CARRER LA MARCA.

La única hipótesis explicativa sólida del 11-M es la autoría estadounidense/OTAN. El fundamento de una línea de investigación por eliminación es perfectamente válida en ciencia. Modus tollendo ponens. Premisa 1: O Al Qaeda/islamismo (1A) o los EEUU/OTAN (2B). Fundamentación de la premisa. No puede haber sido Rusia porque el atentado supondría una declaración de guerra a la OTAN. Lo mismo en el caso de China. Mucho menos, Marruecos (y Francia) sin el consentimiento de EEUU (lo que nos reconduciría a la premisa 1, 2B).

O «A1» o «B2».

Premisa 2:

No-«A1».

Fundamentación de la premisa 2. La negación de A1 es el motivo y el postulado axiomático de las interpretaciones alternativas. Sin él, nos quedamos con la Versión Oficial y ya puede darse por concluida la discusión. La investigación entraña un cuestionamiento de la V. O. Pero vamos a justificarlo aunque el documental de @Terra Ignota sea más que suficiente a tales efectos. No fue Al Qaeda/islamismo, porque el relato de los hechos y el proceso judicial acreditan que «se» destruyó la escena del crimen, «se» introdujeron pruebas falsas y «se» eliminó a los presuntos autores (supuestos terroristas), todo ello para concluir fraudulentamente que había sido un atentado de Al Qaeda o, en su defecto (sentencia), de un grupo islámico vinculado a Al Qaeda. Si la autoría fuese realmente de Al Qaeda/islamismo no habrían sido necesarias todas estas groseras manipulaciones de la pseudo investigación policial, el sumario y el vergonzoso espectáculo del juicio-escenificación. Conclusión:

Fue «B2».

Razonamiento completo:

O «A1» o «B2». No-«A1», luego «B2».

Sólo, en efecto, la autoría de EEUU/OTAN despeja todas las dudas y explica fenómenos aparentemente contradictorios como, por ejemplo, el silencio y pasividad del PP una vez este partido (presunto perjudicado por los atentados según la versión del «cambio de régimen» defendida por el documental de @Terra Ignota, Luis del Pino o Ignacio López Brú, entre otros) recupera el poder en España con Mariano Rajoy. Esta gigantesca omisión desmonta las teorías alternativas basadas en la actuación de servicios de inteligencia internos que operarían en clave estrictamente «nacional» para favorecer al PSOE.

ADIÓS AL LIBRE MERCADO O CÓMO LOS DISPOSITIVOS DE ESCUCHA ACABARON CON EL SECRETO INDUSTRIAL

El 11-M fue obra, además, y consecuentemente, o bien 1/ de mercenarios o militares P2OG (SEAL) de EEUU o bien 2/ de pseudo «terroristas» salafistas y hecho posible, mediante el sistema omisivo del grifo en el 11-S, por los propios EEUU. Nosotros, a tenor del hecho abrumador de que la escena del crimen fue borrada del mapa (operación que no habría sido necesaria si se tratara de un atentado orquestado según el modelo de la teoría del grifo), concluimos que el 11-M fue el resultado de la acción de militares P2OG/SEAL bajo la historia de cobertura (por si eran pillados in fraganti) de unas simulaciones de atentado de la OTAN (negación plausible). El documento o fuente original, sólo parcialmente desclasificado, es un power point que ha sido censurado a posteriori de las páginas 30 a 78, pero puede encontrarse aquí (aunque ahora mismo es imposible asegurar que este presunto «documento completo», o sea, no censurado desde la página 29, sea el mismo que comentaron los periodistas en su momento):

https://www.powershow.com/view/3ae4be-YmE3M/DSB_Summer_Study_powerpoint_ppt_presentation

La unidad en cuestión, conocida como SEAL, además de informada por Cardeñosa, aparece en el libro de Alfredo Grimaldos La CIA en España, p. 249, aportación crucial que ya hemos citado repetidas veces en CARRER LA MARCA:

¿CÓMO SE PRODUCEN LOS ATENTADOS DE FALSA BANDERA? (1). LA TEORÍA DEL GRIFO

En cambio, el 17-A habría sido perpetrado de acuerdo con lo que entendemos por «teoría del grifo» (véase).

EL TERRORISMO ISLÁMICO ES UNA INVENCIÓN DE OCCIDENTE (2). LA CONEXIÓN SAUDÍ

EL TERRORISMO ISLÁMICO ES UNA INVENCIÓN DE OCCIDENTE (1). EL TESTIGO

A continuación publicamos la traducción del inglés al castellano de una selección de los artículos que suscitó la lectura completa del documento parcialmente desclasificado, donde se mencionan otras unidades de operaciones cuya acción se basaría, literalmente, en la manipulación, el engaño y la provocación: perpetración de atentados terroristas «islámicos» de falsa bandera como antaño atentados terroristas «fascistas» imputados a la izquierda (estación de Bolonia, piazza Fontana, etc).

Grupo de Operaciones Preventivas Proactivas

En agosto de 2002, los primeros indicios públicos de un nuevo grupo secreto de contra-inteligencia de EEUU, el Grupo de Operaciones Preventivas Proactivas (P2OG), surgieron de un informe de la Junta de Ciencias de la Defensa (DSB), un grupo asesor del Pentágono que saltó a la luz pública.

El informe de DSB fue informado por primera vez por Dan Dupont en “Inside the Pentagon» el 26 de septiembre de 2002. El informe también fue discutido por William M. Arkin en “Los Angeles Times” el 27 de octubre de 2002. [1] [2]

El 26 de septiembre de 2002, United Press International (UPI) anunció que había obtenido exclusivamente documentos que resumían el informe de la Junta de Ciencias de la Defensa, que se harían públicos a finales de octubre, después de haber sido presentado al Secretario de Defensa Donald H. Rumsfeld. El informe se titula Operaciones especiales y fuerzas conjuntas en apoyo de la lucha contra el terrorismo. [3]

La presentación de Power Point del 16 de agosto de 2002, que se encontró por última vez con páginas fechadas el 6 de junio de 2003, existe actualmente en formato de Power Point con una fecha actual de «7/9/03» y subtitulado «Asuntos interinstitucionales». El informe ahora termina en la página 29 con la declaración» [resto del informe eliminado aquí]». Nota: La vinculación anterior del archivo de caché al artículo ya no está disponible.

(Conviene señalar en consecuencia que, por las fechas, los artículos citados abajo se basaron en la lectura del power point completo de 78 páginas que, según la Wikipedia, ya no estaría accesible al público, pero que nosotros hemos localizado aquí [5-4-2023]: https://www.powershow.com/view/29107-MDg1O/DSB_Summer_Study_powerpoint_ppt_presentation).

Propuesta: P2OG

«Cien ‘personas altamente especializadas con habilidades técnicas y de inteligencia únicas, como operaciones de información, PSYOP, ataque de red, actividades encubiertas, SIGINT, HUMINT, SOF, operaciones de guerra de influencia/engaño’ podrían constituir un nuevo grupo de élite de operaciones preventivas proactivas ( P2OG ),’ reportando al Consejo de Seguridad Nacional con un presupuesto anual de $100 millones.

«La propuesta es la última señal de una nueva asertividad por parte del Departamento de Defensa en asuntos de inteligencia, y una indicación de que la vanguardia de la reforma de inteligencia no se encuentra en el Congreso sino a puerta cerrada en el Pentágono«. [4]

Una forma de fortalecer la inteligencia de EEUU sería «desarrollar una capacidad completamente nueva para evocar de manera proactiva y preventiva respuestas de grupos adversarios/terroristas», según el DSB. Tal enfoque «mejoraría la recopilación de información [de inteligencia] al estimular las reacciones» del objetivo [5]…, es decir, provocaría la acción de los terroristas. Véase el artículo “Counterpunch”.

(En este caso parece referirse a una actuación basada en una combinación de la teoría del grifo y la falsa bandera «pura», a saber, la infiltración de agentes que operarían como «provocadores»).

Alte+rnet.org, 5 de noviembre de 2002 : «El Grupo de Operaciones Preventivas y Proactivas (P2OG), como se describe en un informe interno redactado este verano para guiar a otras agencias del Pentágono, llevaría a cabo ‘operaciones secretas’ destinadas a ‘reacciones estimulantes’ entre terroristas y estados que poseen armas de destrucción masiva, es decir, por ejemplo, empujar a las células terroristas a la acción y exponerlos a ataques de ‘respuesta rápida’ por parte de las fuerzas estadounidenses’. Espera un momento: ¿empujar a los terroristas a la acción?

PAPEL DE «OPERACIONES ENCUBIERTAS» DE DEFENSA. Un documento informativo de 78 páginas  obtenido recientemente por los medios titulado «Estudio de verano sobre operaciones especiales y fuerzas conjuntas en apoyo de la lucha contra el terrorismo» y producido por un panel de 10 miembros de expertos militares [único miembro de AFIO El almirante William O. Studeman, ex DIRNSA, ex diputado DCI y ex DCI interino fue identificado como miembro] bajo los auspicios de la Junta de Ciencias de la Defensa aboga por un papel mucho más amplio y asertivo para las acciones militares encubiertas, la recopilación de inteligencia y las operaciones para «estimular reacciones» entre los terroristas y los estados que poseen armas de destrucción masiva. Al debatir el informe, aún no enviado al Presidente, el presidente del OSD, William Schneider, Jr., cuestionó el papel de operaciones encubiertas de la CIA, por erosionar la supervisión del Congreso o cambiar políticas de larga data, como la prohibición de asesinatos. Se pidió la expansión de las unidades encubiertas existentes y la adición de nuevas unidades encubiertas en todos los Servicios, así como nuevos gastos de miles de millones de dólares. El panel recomendó una serie de organizaciones nuevas o transformadas en el diseño para unir la CIA y la acción militar encubierta, la guerra de información, la guerra psicológica, la inteligencia, la cobertura y el engaño.

La(s) organización(es) propuesta(s) incorporaría(n) y expandiría(n) las capacidades militares encubiertas existentes para la preparación, entrenamiento y ejecución de operaciones antiterroristas con el NSC realizando la planificación. La actividad de apoyo de inteligencia altamente compartimentada del Ejército, establecida en 1981 y ahora conocida como Gray Fox, las capacidades antiterroristas y de recopilación de inteligencia se incluirían en la jerarquía postulada. Una recomendación pide la creación de un Grupo Operativo Preventivo Proactivo (P2OG) que supervisaría misiones que involucran fuerzas especiales, expertos en guerra psicológica y otras operaciones encubiertas. Un objetivo sería «mejorar la recopilación de información estimulando las reacciones» entre los objetivos de inteligencia. La intención de las nuevas organizaciones sería responsabilizar a los «estados/actores subestatales» y «señalar a los estados que los albergan que su soberanía estará en riesgo«, según el documento informativo del panel.

En general, un observador externo puede tener la impresión de que se propone una miríada de nuevas organizaciones para asumir las funciones actuales de las unidades más antiguas y las organizaciones antiterroristas posteriores al 11 de septiembre. Probablemente sea la forma en que la prensa ha resumido el extenso informe, pero una primera reacción a la obviamente necesaria expansión y mejor coordinación de las medidas antiterroristas estadounidenses que se postula en el informe es que una formidable burocracia acompañará las mejoras. (Harvey) (LA Times 26 de octubre de 2002, pág. 1, //G. Miller) (LA Times 27 de octubre de 2002 //W. Arkin).

Guerreros secretos. El Pentágono apunta silenciosamente al terror. Militares acumulando más guerreros secretos (Archivo caché, CNN, 13 de noviembre de 2002). El lado secreto de la guerra del ejército estadounidense contra el terrorismo crece silenciosamente. El Pentágono planea expandir su uso de tropas de operaciones especiales, incluidas aquellas que operan de manera encubierta junto con la fuerza paramilitar de la CIA, dicen funcionarios y expertos privados. Las fuerzas de operaciones especiales desempeñaron un papel fundamental en el derrocamiento del régimen talibán en Afganistán el otoño pasado y casi seguramente ocuparán un lugar destacado en las primeras etapas de una acción militar estadounidense en Irak, coordinándose con las fuerzas locales opuestas a Saddam Hussein y buscando lanzadores de misiles Scud. También han ocupado un lugar destacado en otras acciones recientes. El secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, cree que las fuerzas armadas deben mejorar su capacidad para encontrar y rastrear terroristas en todo el mundo y tomar medidas decisivas contra ellos. Sus movimientos hacia ese objetivo han causado algunas fricciones con la CIA y generaron preocupación entre algunos de que los líderes civiles del Pentágono solo reunirán y actuarán sobre las piezas de inteligencia que quieren escuchar y entregar a la Casa Blanca de Bush. Oficialmente, el Pentágono no discute sus capacidades encubiertas, pero los indicios del interés de Rumsfeld en esta área sombría son evidentes en un estudio reciente realizado por un grupo asesor. El estudio pidió que el Pentágono y la CIA desarrollen una nueva capacidad para «provocar respuestas» de los grupos terroristas para que puedan ser atacados de manera preventiva. La acción encubierta, las operaciones psicológicas, los ataques informáticos, las fuerzas de operaciones especiales y las «operaciones de engaño» se combinarían en ese papel.

(En suma, la «propuesta» incluye la perpetración de atentados de falsa bandera, teoría del grifo o mixtos —con agentes provocadores infiltrados— que permitan inculpar a Estados determinados de manera que el casus belli así fabricado justifique atacarlos de acuerdo con el derecho internacional).

Michael G. Vickers, exsoldado de las Fuerzas Especiales y antiguo oficial de la CIA, dijo que la naturaleza evolutiva de la guerra contra el terrorismo hace probable que los operadores militares encubiertos sean llamados con más frecuencia en los próximos meses. Habiendo perseguido con éxito a Al Qaeda desde Afganistán, su principal base de operaciones, Estados Unidos y sus socios de coalición pueden necesitar más fuerzas no convencionales para perseguir a fugitivos individuales en otros lugares. «Esta es básicamente una industria en crecimiento», dijo Vickers, ahora analista en el Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias. El ataque con misiles de la CIA que mató a un presunto líder de Al Qaeda en Yemen esta semana es una clara evidencia de que los métodos utilizados para atacar a los terroristas están cambiando. Fue el tipo de acción preventiva fuera de una zona de guerra tradicional que Rumsfeld quiere que tomen los militares. Rumsfeld está considerando agregar miles de millones de dólares al presupuesto de $ 5 mil millones del Comando de Operaciones Especiales, el cuartel general con sede en [Tampa] Florida que tiene la responsabilidad de todas las fuerzas de operaciones especiales del ejército: los Rangers y Boinas Verdes del Ejército, los SEAL de la Marina y los comandos de operaciones especiales de la Fuerza Aérea. También puede aprobar aumentos en el número de tales tropas, que ahora suman 45.000, incluidos los reservistas. El secretario de Defensa también ha pedido al Comando de Operaciones Especiales que tome la iniciativa en algunas operaciones antiterroristas. Ese es un cambio del arreglo habitual de tener un comando regional, como el Comando Central de EEUU orientado al Medio Oriente, que tome la iniciativa. El Comando de Operaciones Especiales es tan reservado que su sitio web del Departamento de Defensa no ofrece nada al respecto excepto una semejanza de su insignia (adaptada de una diseñada por la Oficina de Servicios Estratégicos de William J. Donovan, un precursor de la CIA) e información sobre cómo los contratistas de Defensa pueden presentar propuestas.

‘Ejército secreto’. Los SEAL de la Marina de los EEUU investigan un alijo de municiones en una cueva en la región de Zhawar Kili, en el este de Afganistán. El lado encubierto de la fuerza de operaciones especiales de las fuerzas armadas reside en un subcomando, conocido como Comando Conjunto de Operaciones Especiales con base en Fort Bragg, Carolina del Norte, supuestamente tiene el mando del Destacamento Operativo de Fuerzas Especiales Delta, o Delta Force, una unidad secreta de contra-terrorismo. William M. Arkin, un militar experto en inteligencia que ha escrito sobre los esfuerzos del Pentágono para expandir las capacidades encubiertas, dice que Rumsfeld está construyendo «un ejército secreto de élite» y que este énfasis en la acción encubierta refleja las frustraciones del Pentágono con el desempeño de la CIA y otras agencias de inteligencia. “Aislado de las presiones externas, armado con armas y tecnología inigualables, entrenado para operar por debajo de la línea de sombra, el mundo negro de operaciones clasificadas del Pentágono ofrece la esperanza de una acción rápida y decisiva» en la guerra contra el terror, escribió Arkin recientemente en “Los Ángeles Times”. Este enfoque encaja con el énfasis de Rumsfeld en prevenir futuros ataques terroristas, a raíz del 11 de septiembre de 2001, en lugar de confiar en el enfoque militar tradicional de organizar fuerzas para defenderse o disuadir ataques. De hecho, la palabra «preventivo» está en el nombre dado a una nueva organización antiterrorista propuesta. El «Grupo de Operaciones Preventivas Proactivas» estaría compuesto por unas 100 personas con experiencia en actividades encubiertas, recopilación de inteligencia, ataques a redes informáticas y otras habilidades altamente especializadas. El grupo estaría supervisado por el asesor adjunto de seguridad nacional para la lucha contra el terrorismo de la Casa Blanca, John A. Gordon, y llevaría a cabo misiones coordinadas por el secretario de Defensa o el director de la CIA. Otra recomendación es que la CIA y el Pentágono aumenten el énfasis en la acción encubierta contra el terrorismo. Steven Aftergood, de la Federación de Científicos Estadounidenses, señaló en un análisis del plan que «la propuesta es la última señal de una nueva asertividad por parte del Departamento de Defensa en asuntos de inteligencia, y una indicación de que la vanguardia de la reforma de inteligencia no debe ser encontrado en el Congreso sino a puerta cerrada en el Pentágono».

Acción Provocadora. Cuidado con las provocaciones (“The Guardian”, 5 de febrero de 2003). “Los Angeles Times ha revelado la creación de una organización por parte del secretario de Defensa de los Estados Unidos, Donald Rumsfeld, llamada ‘Grupo de operaciones preventivas y proactivas’. Su propósito es ‘reunir la CIA y la acción encubierta militar, la guerra de información, la inteligencia y la cobertura y el engaño’. El papel del P2OG es fabricar el terrorismo que se va a combatir.«Frente a la oposición masiva a sus planes de guerra, Bush y su equipo pueden estar nuevamente planeando algún acto terrorista para provocar una repugnancia masiva y azotar a un mundo escéptico y reacio a apoyar la guerra contra Irak y otros objetivos.

(Dicho por “The Guardian” un año antes del atentado del 11-M).

«Chris Floyd de CounterPunch escribe: ‘El gobierno de EE. UU. está planeando usar ‘encubrimiento y engaño’ y operaciones militares secretas para provocar ataques terroristas asesinos contra personas inocentes. Tales operaciones no son nuevas para las autoridades de Estados Unidos. La ‘Operación Northwoods’ fue uno de esos esquemas. Fue un plan presentado por los altos mandos militares de Estados Unidos en 1963 para justificar la invasión de Cuba. Planeó una campaña terrorista falsa completa con bombardeos, secuestros, accidentes aéreos y estadounidenses muertos para proporcionar justificación para una invasión a Cuba. El presidente John F. Kennedy rechazó el plan y fue asesinado unos meses después. Otra provocación similar fue un ataque reportado por embarcaciones navales vietnamitas contra la marina estadounidense en el golfo de Tonkin. Fue utilizado por el presidente Lyndon B. Johnson para intensificar la invasión de Vietnam por parte de las fuerzas estadounidenses. Posteriormente se reveló que el incidente nunca tuvo lugar, pero eso fue después de que cientos de miles de soldados y civiles murieran en la Guerra de Vietnam. “Muchos creen que los hechos del 11 de septiembre fueron otra provocación similar utilizando una organización terrorista infiltrada por la CIA y bajo su control efectivo. No hay otra explicación lógica para el fracaso total de la interceptación de los aviones secuestrados que se estrellaron contra el World Trade Center y el Pentágono. El 11 de septiembre ha sido utilizado por Bush, Rumsfeld, Cheney y otros para lanzar la falsa ‘guerra contra el terrorismo’”. «La ‘guerra contra el terrorismo’ requiere un flujo constante de supuestas acciones ‘terroristas’ y quién mejor para organizarlas que la CIA y el ‘Grupo de Operaciones Preventivas y Proactivas’ de Rumsfeld u otras fuerzas ‘especiales'».

Fabricando al enemigo. El artículo del 28 de enero de 2003 “Fabricating an Enemy” de Michel Chossudovsky de “Global Research” en Canadá afirma: «No hay evidencia de que el Pentágono o la CIA jugaran un papel directo en los recientes ataques terroristas. Estos últimos fueron realizados por organizaciones (o células de estas organizaciones) que operan de manera bastante independiente, con un cierto grado de autonomía. Esta independencia está en la naturaleza misma de una operación de inteligencia encubierta. El «activo de inteligencia» no está en contacto directo con sus patrocinadores encubiertos.No es necesariamente consciente del papel que desempeña en nombre de sus patrocinadores de inteligencia. La pregunta fundamental es quién está detrás de ellos. ¿A través de qué fuentes se financian? ¿Cuál es la red de vínculos subyacente? Un informe confidencial reciente (2002) redactado para guiar al Pentágono pide la «creación de un llamado Grupo de Operaciones Preventivas Proactivas (P2OG), para lanzar operaciones secretas destinadas a «estimular las reacciones» entre los terroristas y los Estados que poseen armas de destrucción masiva, es decir, por ejemplo, empujar a las células terroristas a la acción y exponerse a ataques de ‘respuesta rápida’ por parte de las fuerzas estadounidenses». [8]

La iniciativa P2OG no es nada nuevo. Esencialmente extiende un aparato existente de operaciones encubiertas. Ampliamente documentado, la CIA ha apoyado a grupos terroristas desde la era de la Guerra Fría. Esta «incitación de células terroristas» bajo operaciones de inteligencia encubiertas requiere a menudo la infiltración y entrenamiento de los grupos radicales vinculados a Al Qaeda.

El apoyo encubierto del aparato militar y de inteligencia de EE. UU. se ha canalizado hacia varias organizaciones terroristas islámicas a través de una compleja red de intermediarios y agentes de inteligencia. Además, numerosas declaraciones oficiales e informes de inteligencia confirman vínculos recientes (en la era posterior a la Guerra Fría) entre las unidades de inteligencia militar de EE. UU. y agentes de Al Qaeda, como ocurrió en Bosnia (mediados de la década de 1990), Kosovo (1998-99) y Macedonia (2001). [9] El Comité del Partido Republicano del Congreso de EEUU en un informe de 1997 apunta a una colaboración abierta entre las fuerzas armadas de EEUU y los operativos de Al Qaeda en la guerra civil en Bosnia. [10] Véase Congreso de los Estados Unidos, 16 de enero de 1997.

Fuente: https://www.sourcewatch.org/index.php/Proactive_Preemptive_Operations_Group

La existencia de un escalofriante historial de atentados de falsa bandera, entre otras fechorías, perpetrados por la OTAN en suelo europeo —la red Gladio—, es algo que ya hemos documentado con profusión de evidencias incontestables en artículos anteriores de CARRER LA MARCA. Los incrustamos acto seguido por si fueran de interés para lector.

GLADIO O LAS ATROCIDADES DE LA OTAN CONTRA LA CIUDADANÍA EUROPEA

SOBRE LA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN (NostraTV entrevista a Jaume Farrerons)

John A. Gordon.

John A. Gordon era el asesor de seguridad nacional responsable de la unidad P2OG en la época en que fuera fundada. El 11-M habría sido planeado quizá bajo su dirección, pero cuando se perpetró la atrocidad, Gordon había sido ya sustituido por otro responsable, a saber, John E. MacLaughlin.

John E. MacLaughlin habría supervisado la masacre de los trenes de Atocha.

Las conclusiones que se pueden extraer del documento P2OG, en el contexto interpretativo de la autoría-OTAN, son obvias y determinantes para comprender el 11-M y los hechos inmediatamente posteriores:

  • 1/ En 2001, Aznar firmó con EEUU un pacto que autorizaba a unidades estadounidenses de operaciones encubiertas actuar en España sin control judicial (hasta entonces ya podía hacerlo la CIA, también «gracias» a Aznar).
  • 2/ En 2002 el gobierno estadounidense autorizó la creación de la unidad P2OG, cuya finalidad expresa y reconocida era (a) la perpetración de atentados de falsa bandera, (b) atentados incentivados/consentidos (teoría del grifo) o (c) atentados por infiltración de agentes provocadores (mixtos de a/ y b/).
  • 3/ El 10 de marzo de 2004 se organizaron unas maniobras de la OTAN que simulaban un atentado terrorista «yihadista» con 200 víctimas.
  • 4/ El 11 de marzo, es decir, justamente al día siguiente, se perpetró el atentado de Atocha que, sumadas las cabezas de turco de Leganés (también, ex hypothesi, víctimas de la trama a pesar de su historial islamista radical), ocasionó exactamente 200 fallecidos.

Sólo un ciego que no quiere ver, o un impostor, pretendería que estamos ante una línea de investigación del 11-M basada en meros «delirios» sin fundamento, máxime si tenemos en cuenta los brutales antecedentes de los EEUU y la OTAN (Gladio) en esta materia.

La «victimización de Aznar» (quien, por cierto, ya no se presentaba como candidato en 2004 y se sirvió de Rajoy como tonto útil) e incluso el perjuicio electoral para el PP, sería otra forma más de vehicular la torticera interpretación en clave interna nacional y, en definitiva, de extraviar a las víctimas —y a los patriotas solidarios con ellas— sobre la verdadera responsabilidad política de los atentados. El documental de Terra Ignota conduce esta inversión completa del sentido de los hechos hasta sus últimas consecuencias y forma parte, por tanto, conscientemente o no, de la operación de intoxicación (tercera trama).

VILLAREJO, GLADIO Y EL 11-M

Para entender la segunda trama, es decir, la de encubrimiento, destrucción de la escena del crimen, falsificación de pruebas y selección de cabezas de turco (luego eliminadas) entre la red de confidentes e islamistas radicales (objeto de seguimiento desde hacía meses o años), es necesario tener en cuenta la existencia de Gladio, su naturaleza, sus antecedentes, sus ramificaciones españolas y su persistencia histórica, tanto internacional cuanto nacional, hasta la actualidad. En primer lugar, Gladio es una función con varias estructuras cuyo sentido permanece estable: mantener sometidos a los países europeos vasallos del poder oligárquico estadounidense (en otros ámbitos geográficos, por ejemplo Iberoamérica, Gladio es Cóndor) y ampliar, si es posible, la lista de los mismos. Las operaciones de la red Gladio —sea cual fuere el nombre que en la actualidad reciba la institución o incluso el que recibiera antes de su fundación formal— no consisten siempre en la perpetración de actos violentos como atentados, asesinatos selectivos o golpes de Estado. Eso ya ha quedó claro en nuestro artículo sobre el tema, pero conviene recordar que dedicamos otro artículo, expresamente y a propósito de Villarejo, para subrayar el papel de Gladio en la denominada «guerra psicológica», que incluye intoxicaciones como Q’Anon o el denominado Expediente Royuela.

CÓMO ACABAR DE UNA VEZ POR TODAS CON EL EXPEDIENTE ROYUELA (1). METODOLOGÍA

En el caso que nos ocupa, este fenómeno del soft power o Gladio «cultural» (propaganda, guerra psicológica, campañas de difamación…) constituye el hilo conductor que conecta la trama 2 con la trama 3 del 11-M, es decir, la red de intoxicación mediática, intelectual e institucional (3), con la policial de encubrimiento (2) de los verdaderos autores materiales del atentado (trama 1).

LA GLADIO MEDIÁTICA, EL EXPEDIENTE ROYUELA Y EL CASO VILLAREJO

La obra de Alfredo Grimaldos La CIA en España (La Habana, 2007) incluye un capítulo dedicado a Gladio, a saber, el quinto, titulado «Gladio, la espada del Imperio» (op. cit., pp. 85-114 de la versión papel). Véase versión pdf del libro aquí. [La numeración de páginas no tiene por qué coincidir.] Recomendamos su lectura, así como el examen de nuestros artículos sobre Gladio, ya citados e incrustados supra. En el artículo «Policías siniestros sin punto y final», publicado por «El Salto», se mencionan una serie de personajes que configuran el caldo de cultivo del que ha surgido, al menos en buena parte, la trama policial Gladio de encubrimiento. No podemos, en este sentido, compartir la afirmación de Álvaro de Cózar, autor del prestigioso podcast «V, las cloacas del Estado», según la cual:

«La expresión ‘las cloacas del Estado’ puede ser confusa, porque da la sensación de que son policías que trabajan haciendo cosas chungas para el Estado —chungas pero que, de alguna manera, sirvieran a los ciudadanos— y realmente no, realmente a lo que se llama las cloacas del Estado es a un grupo de policías que ha montado un chiringuito», valora [Álvaro de Cózar] para «El Salto»».

Error garrafal porque la propia naturaleza de sus funciones, como ya hemos visto en el análisis del documento sobre P2OG, consiste en mantener una aparente autonomía estructural con respecto al Estado al que sirven para que éste, caso de fracasar una operación encubierta y ser apresados sus agentes, pueda desentenderse de la autoría. El Gobierno esgrimirá el argumento de la negación plausible. Así que estas estructuras cloacales del Estado (deep State) pueden operar como empresas privadas con actividades de tapadera que deben ser «reales hasta cierto punto» a fin de resultar creíbles, hecho que el propio Enrique García Castaño, jefe de la UCAO (Unidad Central de Apoyo Operativo de la Polia Nacional) y pieza clave en la «trama policial del 11-M», ha explicado ante el juez que le procesa, entre otros delitos, por organización criminal:

Una y otra vez, la Fiscalía trató de reconducir el interrogatorio para poner el foco en cómo Villarejo hacía negocios más allá de su labor policial, pero García Castaño también justificó esta cara B del comisario: «Hacen negocios, claro (…) Es que es el fundamento. Cuando el enemigo te observa… Una empresa en Marruecos, por ejemplo. Tú tienes que hacer negocios con esa empresa. De lo que sea esa empresa. De venta de ajos, que existe. Es que si no te descubren y se dan cuenta de que es un tocomocho».

Fuente: https://www.elconfidencial.com/espana/2021-12-16/comisario-garcia-castano-villarejo-juicio_3342389/

El comisario García Castaño: «Villarejo es un monstruo que han creado los políticos». El Confidencial, 16-12-2021; 11:14, 14:07. Se trata de un principio axiomático de la acción encubierta. El propio John Perkins, en su obra Confesiones de un gángster económico (Barcelona, Urano, 2005), pp. 64-65, explica los motivos:

Restaba un problema, no obstante. Kermit Roosevelt había sido un agente de la CIA. Las consecuencias habrían podido ser funestas si lo hubiesen atrapado. Él orquestó la primera operación de Estados Unidos para derribar a un gobierno extranjero. Era probable que se recurriese a este expediente muchas veces más, pero interesaba buscar un planteamiento que no implicase directamente a Washington. (…) A los gángsteres… jamás les pagaría ningún organismo público, sino que serían asalariados del sector privado. En consecuencia, su trabajo sucio, caso de resultar descubierto, sería atribuido a la codicia de las empresas, no a la política gubernamental. Las compañías que les contratasen, aunque pagadas por las agencias gubernamentales y sus colaboradores necesarios de la banca internacional (con dinero del contribuyente), no estaban sometidas a fiscalización.

Para entender el importante contexto en el que adquieren sentido las palabras de Perkins, véanse los artículos de CARRER LA MARCA que incrustamos a continuación:

EL CRIMINAL NEOCOLONIALISMO DE LOS EEUU EXPLICADO POR UNO DE SUS EX AGENTES (1). LA CONFESIÓN

EL CRIMINAL NEOCOLONALISMO DE EEUU EXPLICADO POR UNO DE SUS EX AGENTES (2). MOHAMMAD MOSSADDEGH

Entre los agentes pagados por el Estado y las estructuras paralelas privadas o semiprivadas existen todas las fórmulas jurídicas o alegales mixtas que se pueden concebir para cada caso, operación o situación histórica. También se equivoca Álvaro de Cózar cuando interpreta que si se trata de operaciones de Estado, deben servir a los ciudadanos. No. Premisa falsa. Tendría que ser (idealmente) así en un Estado nacional plenamente democrático y soberano, pero las acciones de las cloacas (deep State) sirven a un Estado que, previamente, ha sido fagocitado por la oligarquía financiera mediante la deuda y «sirve», por tanto, a una minoría de oligarcas capaces de asesinar, si lo consideran necesario, a sus propios conciudadanos. ¿Cómo se explica si no el atentado de la estación de Bolonia perpetrado por el Estado italiano (vasallo de la OTAN/EEUU) contra ciudadanos italianos? No fue una actuación de mafiosos que operaran de espaldas o aprovechándose del Estado, sino una operación de Estado con mafiosos a sueldo en perjuicio de la ciudadanía. Así que Álvaro de Cózar debería clarificar sus conceptos metodológicos antes de arrojarse a la piscina del análisis. Otra cuestión importante es que el Gladio del siglo XXI es un Gladio refundado cuyos operadores ya no son ultraderechistas y ex fascistas perpetrando atentados, imputados luego a la izquierda, sino pseudo islamistas. Derrotada la URSS, el nuevo «enemigo» es el islam (que antaño fuera usado contra la URSS). No obstante lo cual, escrutando en las largas trayectorias de algunos agentes Gladio españoles todavía pueden detectarse huellas de la etapa anterior. La mayor parte de dichos perfiles proceden de los mismos sectores ultras que alimentaron organizaciones Gladio como el Batallón Vasco-Español o los GAL. Sólo la incurable idiotez e hipocresía de la izquierda progre promueve la confusión de la cuestión cloacal con unos presuntos residuos del franquismo que, en calidad de pasado obsoleto, convendría depurar para alcanzar por fin la «democracia plena». De hecho, no son residuos del franquismo, sino del deep State, es decir, del Pentágono y, en cuanto tales, nada residuales, antes bien preñados de futuro sionista, máxime mientras la «democracia» se identifique con la democracia liberal. Lo residual aquí, aunque sólo por el momento (a tenor de la esperada confrontación con la China roja), es el ultraderechismo de los años del plomo marcado a fuego en la historia de ciertos personajes/agentes, nunca Gladio en cuanto estructura y función esencial del Estado oligárquico estadounidense.

La trama policial del 11-M en el documental de @Terra Ignota.

LA TRAMA DE ENCUBRIMIENTO

El documental de @Terra Ignota recopila (véase el video número 2: «Los actores secundarios») una trama formada por agentes del CNI, policías, colaboradores, confidentes e islamistas radicales cuyos teléfonos, en muchos casos, habían sido intervenidos por la UCAO, unidad policial dirigida por Enrique García Castaño, quien en la actualidad permanece imputado por pertenencia a la presunta organización criminal Gladio del ex comisario José Manuel Villarejo. Pero García Castaño no aparece en el video número 2 del documental, sino en el número 6: «De policías y jueces». Y lo hace de manera rapsódica a pesar de tratarse del personaje más importante de la trama policial del 11-M. Además, es necesario identificar a un juez que autorice y levante las escuchas, las prolongue (a pesar de que no exista suficiente fundamento para ello) o las suspenda —casualmente— pocos días antes del atentado y tras meses de seguimiento del sospechoso. Averiguar qué juez era ése constituye un aspecto esencial de la cuestión. Nosotros sólo señalaremos aquí que el mayor conocedor del yihadismo en la judicatura era Baltasar Garzón quien (casualmente abogado y amigo/socio de Enrique García Castaño) ha tenido por escolta a Ayman Maussili Kalagi. Éste habría sido, a su vez, el policía que (¿quizá como colaborador del CNI?) liberó las tarjetas de los móviles implicados en los atentados; y quien fue señalado en un informe policial por haber supuestamente armado las bombas del 11-M gracias a sus conocimientos como artificiero (conocimiento especializado que se negó a confirmar en el juicio, sin que el agresivo juez Bermúdez protestara, a pesar de declarar como testigo y estar obligado a decir la verdad). Véase:

Minuto 6:20 y ss de la grabación.

Abogado (acusación): ¿Ha recibido formación en el ejército sirio?

Maussili Kalagi: Yo creo que eso no tiene nada que ver con…

Juez Bermúdez: Bien, eso lo decido yo. Conteste.

Maussili Kalagi: Sí, militar.

Abogado: Pero dentro de la formación militar, ¿qué tipo de formación?

Maussili Kalagi: Para ser soldado y… algo más.

Minuto 33:

Abogado (defensa): ¿cuál es la razón de qué fueran cuatro «mastodontes», en sus palabras, a buscarle a la tienda [donde se liberaron las tarjetas de los móviles del atentado, propiedad del policía]?

Maussili Kalagi: No lo sé, no entro en ese juego porque no me interesa.

Abogado: No le interesa… ¿Ha estudiado usted en Rusia?

Maussili Kalagi: Hice un curso en Rusia, de seis meses.

Abogado: ¿Nos puede explicar de qué?

Maussili Kalagi: En una academia militar.

(…)

Abogado: ¿Ha dirigido campos de entrenamiento en Oriente Próximo para grupos terroristas para Hizbulá?

Juez Bermúdez (interrumpiendo): Tiene derecho a no confesar y a no declararse culpable.

Maussili Kalagi: No, rotundamente no.

Militar para ser soldado y «algo más», pero ni el abogado ni el juez le repreguntan por ese «algo más», lo cual resulta estupefaciente porque «militar» y «soldado» son sinónimos, o sea, que el testigo se niega a responder y tanto el magistrado como los letrados permiten que eso ocurra con total impunidad.

Artículo 420 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El que sin estar impedido no concurriere al primer llamamiento judicial, excepto las personas mencionadas en el artículo 412, o se resistiere a declarar lo que supiese acerca de los hechos sobre que fuere preguntado, a no estar comprendido en las exenciones de los artículos anteriores, incurrirá en la multa de 200 a 5.000 euros, y si persistiere en su resistencia será conducido en el primer caso a la presencia del Juez instructor por los agentes de la autoridad, y perseguido por el delito de obstrucción a la justicia tipificado en el artículo 463.1 del Código Penal, y en el segundo caso será también perseguido por el de desobediencia grave a la autoridad.

Fuente: https://www.gersonvidal.com/blog/derechos-obligaciones-testigos/

Para entender la relevancia de este testimonio, reconocida incluso, aunque muy de pasada, por el documental de @Terra Ignota, es menester tener en cuenta, al menos, los siguientes artículos de prensa:

El policía que manipuló los teléfonos móviles del 11-M se infiltraba en grupos islamistas.

La Policía sostiene que el agente Kalaji montó las bombas del 11-M.

La UCI sostiene que el policía Kalaji pudo ser el que montó las bombas del 11-M.

El misterio Kalaji, el policía que estuvo en todos los momentos del 11-M.

Bien entendido que, en nuestra hipótesis, Kalagi no habría montado las bombas del 11-M, sino, en todo caso —y si ese informe policial de la Unidad Central Operativa fuera cierto—, las falsas bombas de la trama de encubrimiento y, en definitiva, la bomba que apareció milagrosamente en la mochila de Vallecas. Porque las verdaderas bombas asesinas las armó e instaló la trama de perpetradores identificada en el apartado anterior. En cuando a las bombas explosionadas por los TEDAX y, singularmente, las bombas de Morón del 3 de abril y del piso de Leganés, entendemos que también serían obra de la trama de perpetradores, militares profesionales; aunque en este punto no podemos poner la mano en el fuego por cuanto, como hemos visto, en la trama de encubrimiento habría operado también dicho ex militar que, en el juicio oral, se negara a reconocer sus conocimientos como artificiero. Por otro lado, por más que Maussili Kalagi negase también haber trabajado para el CNI en la época de los atentados (¿cómo iba a vulnerar, en caso contrario, la ley de secretos oficiales?), se observan en la circunstancia algunas coincidencias asombrosas, como el hecho de que la ex mujer de Kalagi, policía, se encontrara en el lugar de los hechos cuando fue descubierta la camioneta Kangoo y que la hermana de Kalagi operase como traductora policial de árabe, a lo que se añade, por si todavía fuera poco, que esta misma persona tuviera conocimiento del contenido de grabaciones a El Tunecino —presunto cerebro del 11-M—, algunas de las cuales han desaparecido misteriosamente y podrían hallarse en poder del ex comisario Villarejo.

La ‘bomba’ de Villarejo sobre el 11-M: las escuchas a El Tunecino

La Policía grabó al coautor del atentado, no tradujo las conversaciones por falta de intérprete, el material desapareció y se sospecha que lo tiene el ex comisario

El Confidencial Digital.

ECD 24/01/19 2:05

El mayor atentado en la historia de España, el del 11-M de 2004, ha servido a José Manuel Villarejo para lanzar un nuevo pulso al Estado. El ex comisario ha afirmado que la investigación sobre la masacre “se cerró en falso” y ha amenazado con contar toda la verdad del caso. Los servicios de información de la Policía Nacional sospechan que cuenta con material desaparecido hace 15 años.

El pasado lunes Villarejo aprovechó su nueva declaración ante la Audiencia Nacional, en la que se le preguntó por el espionaje al BBVA, para vincular a los servicios de información marroquíes con el atentado. Afirmó que una llamada desde Siria de un agente al servicio de Rabat sirvió para activar a la célula yihadista de Madrid.

El ex comisario, sin embargo, no aportó ningún tipo de prueba que demostrara esas afirmaciones, aunque aseguró tener material que, por lo menos, sembraría dudas sobre el cierre de las investigaciones. De hecho, dejó caer la existencia de “grabaciones telefónicas”, en su poder, que sustentarían sus acusaciones.

El papel de El Tunecino

Una vez conocidas las declaraciones de Villarejo ante el juez, en la Comisaría General de Información tienen claro que la estrategia del ex comisario es volver a sembrar las dudas sobre los preparativos del 11-M aprovechando las investigaciones previas al atentado y el historial de Serhane Ben Abdelmajid, alias El Tunecino.

El terrorista, coautor del atentado, es considerado una de las claves sin resolver del 11-M. Su suicidio en el piso de Leganés con otros miembros de la célula yihadista evitó que se le pudiese interrogar no solo por la preparación del atentado, sino por quién dio la orden de realizar aquella matanza.

El Tunecino, recuerdan al Confidencial Digital altos mandos policiales, llevaba en el radar de los servicios de información españoles desde el verano de 2003, cuando se tuvo constancia de su amistad con los autores de los atentados de mayo de ese mismo año en Casablanca (Marruecos), en los que murieron cuatro españoles tras el ataque a la Casa de España.

Esa “conexión” con los terroristas marroquíes propició que muchos defendieran la implicación de los servicios secretos de Marruecos con el atentado en Madrid. Pero, previamente al 11-M, “ya se le estaba investigando y tenía el teléfono pinchado”.

Pinchazos telefónicos sin traducir

En concreto, explican las fuentes consultadas, las investigaciones abiertas a los hermanos Mouhannad y Moutaz Almallah Dabas “nos llevaron al Tunecino”, ya que se tenían los teléfonos de ambos hermanos intervenidos.

Estos mandos policiales confirman a ECD que El Tunecino hablaba, principalmente, con Mouhannad y, desde el minuto uno, se sospechó que podían estar tramando algo. Por ese motivo, “se ordenó grabar todas esas conversaciones”.

El problema, sin embargo, radicaba en la falta de medios por parte de la Unidad Central de Apoyo Logístico (UCAO) que investigaba a los Almallah y al Tunecino: “Teníamos todo el contenido grabado en cintas, pero no teníamos intérpretes que nos tradujeran esas grabaciones…”.

Cintas desaparecidas y PCs reseteados

Así las cosas, las grabaciones se obtenían en un reproductor Uher sin tener muy claro el contenido de las mismas. Y, paralelamente, se registraban por escrito todos los movimientos de los sospechosos. Una documentación que estaba en los ordenadores de los agentes que integraban la unidad.

Tras el atentado del 11-M, sin embargo, los acontecimientos se precipitaron: “Tras saber la Comisaría General de Información que estábamos investigando a aquellos hombres, se hicieron cargo de todo el material recopilado durante los últimos meses”.

Los agentes que pincharon los teléfonos de Mouhannad y Moutaz Almallah Dabas no volvieron a ver jamás las cintas, que tampoco figuraron como prueba durante el juicio: “Simplemente, desaparecieron”.

Aquellas grabaciones, sin embargo, no fueron las únicas en volatilizarse. Después del atentado, “se intervinieron los ordenadores por un supuesto virus informático. Y, al devolvérnoslos, todos los PCs habían sido reseteados”.

La conexión Villarejo

Cabe recordar que en el momento del atentado al frente de la Unidad Central de Apoyo Logístico se encontraba Enrique García-Castaño, uno de los comisarios más próximos a José Manuel Villarejo y que trabajó con él en investigaciones extraoficiales de las que ahora ambos están dando cuenta.

Las fuentes de la Comisaría General de Información consultadas por ECD ven “muy probable” que García-Castaño informara a Villarejo de todo lo ocurrido en la UCAO en los meses previos al atentado y también después, cuando desapareció todo el material sobre tres sospechosos principales.

Incluso, temen que el entonces responsable de la Unidad facilitara todos los informes y las grabaciones a Villarejo, que aún las mantendría en su poder: “Eso explicaría la amenaza que lanzó el pasado lunes”, concluyen.

Fuente: https://www.elconfidencialdigital.com/articulo/seguridad/bomba-villarejo-11-m-grabaciones-tunecino/20190123193254120748.html

Estos aspectos no son abordados por el documental de @Terra Ignota que, en consecuencia, omite arrojar luz sobre ciertos hechos que podrían ser extraordinariamente relevantes y hasta determinantes para arrancar del ocultamiento la trama encubridora del atentado. Porque los «hechos» están ahí, pero sólo emergen como posibles indicios o pruebas en función de una determinada línea de investigación. No hay exposición pura de hechos al margen de teorías interpretativas —insistamos en este punto por si @linocsel y @PirataProfugo lo entienden esta vez—  toda vez que sólo se resaltan y seleccionan ciertos hechos a costa de pasar por alto, omitir o minimizar el valor probatorio de otros. Hete aquí el principal error metodológico del documental. José Manuel Villarejo dispondría muy plausiblemente de esa información porque grababa a todo quisqui, incluido su amigo Enrique García Castaño, quien le debió de confiar, en calidad de miembro de la correspondiente organización Gladio, la verdad sobre el 11-M que se esconde bajo la versión oficial.

Villarejo espió también a su comisario amigo García Castaño.

Veamos a continuación cuál es el relato del jefe de la UCAO y por qué resulta, a todas luces, contradictorio e imposible.

Del visionado de las sesiones del juicio se desprende que García Castaño mintió en su declaración, donde afirmaba que todas las actuaciones de la UCAO se realizaron bajo mandamiento judicial; el hoy imputado por presunta organización criminal, en su comparecencia ante la Comisión Parlamentaria por el caso Villarejo (abril 2021), reconocía empero no sólo que durante el 11-M operó sin mandamiento, cobertura o autorización judicial, sino que este tipo de prácticas son habituales en las actuaciones de las correspondientes unidades (¿Gladio?).

La declaración de García Castaño en la vista oral del 11-M es completamente fantástica y milagrosa, como ya explicó Fernando Múgica en su artículo «¡Esto huele a morito!» del 29 de abril de 2007, es decir, cuatro días después del testimonio de «El Gordo» ante el juez Bermúdez. Dada su importancia, reproducimos el texto del artículo en su  integridad subrayando los aspectos más relevantes. Debe quedar claro que no nos interesa la polémica entre García Castaño y Díaz de Mera basada en la dicotomía «fue ETA y gana el PP»/»fue Al Qaeda y gana el PSOE», pura pirotecnia para encubrir al verdadero culpable, sino el hecho de que el jefe de la UCAO se contradice consigo mismo y, por tanto, al desmentirse, acredita implícitamente que conoce una verdad (oculta tras sus falsas declaraciones) que su amigo Villarejo registró en audio y con la que extorsiona al pseudo Estado vasallo español. Por otro lado, aunque esta forma de exposición resulte un tanto engorrosa, permite poner de manifiesto los hechos para que cada cual llegue a sus conclusiones sin tener que arriesgar manifestaciones explícitas que podrían resultar a la postre constitutivas de delito.

JUICIO POR UNA MASACRE / Más enfrentamientos en la cúpula policial / Resumen de la semana

«¡Esto huele a morito!»

La inverosímil controversia entre mandos de la Policía

Por FERNANDO MÚGICA

De nuevo existen contradicciones graves entre los más altos cargos policiales durante la etapa de los atentados / El responsable de la UCAO, García Castaño, ha desautorizado a su antiguo director general negando el informe que relacionaba a ETA con el 11-M / Sus datos chocan también con los de otros testigos

Lo decía Sabina en una de sus canciones emblemáticas. Hay algunos que mienten incluso cuando dicen la verdad. El juicio del 11-M ha llegado esta semana a un puerto cuya dirección ya nos habían anunciado. Esta vez ya no se trata de personajes marginales, delincuentes habituales o confidentes que bordean la legalidad. Ahora, los que se contradicen, los que mienten, con el cuchillo en la boca, son altos cargos de la cúpula policial.

El espectáculo comenzó la semana anterior con las versiones contrapuestas que aportaron Díaz Pintado, el que fue subdirector operativo de la Policía y Santiago Cuadro Jaén, comisario general de Seguridad Ciudadana durante los atentados. La palabra Titadyn propició un abismo insalvable entre ellos. No era un tema menor, porque se trataba de la palabra que más confundió al Gobierno de Aznar durante aquellos días trágicos. ETA, una vez más, influía así en el rumbo de una nación que había hecho de su lucha contra el terrorismo una de sus principales banderas.

Y, de nuevo, esta semana dos mandos policiales se enfrentan ante el tribunal por un informe sobre la organización terrorista. Enrique García Castaño, responsable el 11-M de la UCAO, la Unidad de Apoyo Operativo de la Policía, desmentía de una forma rotunda, y sin misericordia, a Agustín Díaz de Mera, ex Director General de la Policía.

Fue la segunda vez que descubrimos, con muy pocos días de diferencia, las distintas familias, los diferentes grupos irreconciliables de las Fuerzas de Seguridad que aparentaban, entonces, ante la opinión pública formar una piña.

MANIOBRAS DE DISTRACCIÓN

Hay quien considera que toda esta polémica es una simple maniobra de distracción. Lo importante, dicen, lo medular es saber qué tipo de explosivo se utilizó en las explosiones de los trenes. El resto, aseguran, es accesorio. Sostienen que se trata de una burda cortina de humo para que se siga pronunciando la palabra ETA en torno a los atentados con el consiguiente desgaste que eso supone para el Gobierno anterior. Tal vez por eso, el PP huye de la polémica y de todo lo que está relacionado con el juicio considerando que ya pagó un duro precio político y que la trifulca no le va a reportar ningún beneficio.

Probablemente tengan razón los que así opinan pero no podemos pasar de puntillas sobre esta polémica sin destacar que esa realidad puede acercarnos un poco más a la verdad sobre lo que realmente sucedió el 11-M.

Es difícil encontrar a alguien en las comisarías de Policía que hable, a estas alturas del juicio, sobre los atentados. Eso es al menos lo que se deduce de una observación superficial. Sin embargo, en pequeños corros de amigos y siempre en privado, el tema está más caliente que nunca. Se hacen listas, se ponen sobre la mesa recuerdos, se contrastan datos para saber quién está con quién y quién pertenece a cada grupo en esta trama. Todos los consultados dan por hecho que queda mucho todavía por descubrir. En este sentido, se comenta la ingenuidad demostrada por personas como Agustín Díaz de Mera e incluso se discute sobre si ese aparente despiste no esconderá alguna intención más profunda.

La boda de Enrique García Castaño -el amor le ha hecho adelgazar 65 kilos-, celebrada el sábado por la tarde en León fue, en este sentido, un verdadero test. No estaban todos los que debían estar y algunos invitados se borraron en el último momento. Fue en el Parador de León. No asistieron los que habían sido sus aparentes amigos íntimos, como Agustín Díaz de Mera o Jesús de la Morena. En la mesa número dos estaba, sin embargo, el juez Baltasar Garzón mientras que se caía de la lista la jueza Teresa Palacios.

En otra mesa se reunieron miembros de distintas legaciones diplomáticas. No es un secreto que García Castaño se ha llevado siempre muy bien con miembros de los servicios de inteligencia extranjeros. Sus coqueteos con sirios, estadounidenses o israelíes le permitieron siempre ofrecer información sensible a periodistas -ocupaban parte de las mesas 16 y 21 de la boda-, a los que a lo largo de los últimos años ha pasado información relevante, que no siempre resultó exacta. No faltaron invitados con nombres vascos como Zubi, Gaizka o Jon -Eneko no pudo ir-.

Pero lo más curioso de la comparecencia de García Castaño en el juicio del 11-M no han sido, en mi opinión, las contradicciones con Díaz de Mera sino los datos que ha aportado sobre capítulos tan importantes de la investigación como la tarjeta de la mochila de Vallecas, la localización del piso de Leganés o la intervención del hermano de Kounjaa, uno de los presuntos terroristas que se inmolaron el 3 de abril de 2004 durante la intervención de los Geos.

¿FUE POR LA MAÑANA O POR LA TARDE?

Vayamos por partes. Nos han dicho ya en dos ocasiones que los datos aportados en las primeras consultas a Amena sobre la tarjeta de la famosa mochila itinerante fueron de viva voz. Los intervinientes «daban por supuesto» que existían los mandamientos judiciales que respaldaran esas consultas. No hay papeles escritos que nos muestren cuál fue la respuesta de Amena aquella mañana del 12-M. Y, sin embargo, esos datos tuvieron la máxima trascendencia a la hora de canalizar la investigación. Fue esa tarjeta la que llevó a Zougam y a las primeras detenciones al día siguiente. Y fueron éstas las que dieron un vuelco definitivo a la percepción de los ciudadanos sobre lo ocurrido. El Gobierno mentía -en su opinión- al empeñarse en la participación de ETA. La vía islamista aparecía diáfana y sólo alguien con mala intención podía asegurar lo contrario.

García Castaño, en su línea habitual, permaneció sereno y seguro de lo que decía. Hasta que comenzó a hablar de las detenciones de los indios que habían vendido la tarjeta al locutorio de Tribulete de Jamal Zougam. Cometió un error al adornarse explicando que esos indios no habían querido colaborar en la tarde del 12-M con las Fuerzas de Seguridad. No habían querido colaborar con quién, ¿con los dos clientes que se presentaron con preguntas absurdas y que no se identificaron como policías?

García Castaño insistió en que siempre se hace así en una primera aproximación al objetivo. Se estudia el terreno y el tipo de personas relacionadas con un caso. Eran dos inspectores de la UCAO, dos hombres de Enrique, los que actuaron de esta forma en la tarde del 12-M en el establecimiento de los indios. Pero éstos no tenían por qué saberlo.

Contestaron a las preguntas de aquellos clientes con toda la paciencia que puede tener un tendero con dos individuos que ve que no van a comprar nada y que sólo le están haciendo perder tiempo. Las preguntas eran de primero de básica. ¿Se necesita un carné de identidad para comprar una tarjeta prepago? Pues naturalmente que no. Los indios podían haberles mandado a paseo sin contemplaciones y no por eso tendrían que ser acusados de falta de colaboración. García Castaño no supo explicar al tribunal a qué se refería con la falta de colaboración y su salida de que «nuestros hombres están siempre en la calle y saben cuándo alguien miente» es tan absurda que no merece comentario.

Lo del piso de Leganés, tiene aún más enjundia. García Castaño se empeñó en su declaración en afirmar que había sido entre las 12.00 y las 12.30 horas, cuando sus hombres se habían enterado de la localización del piso. Habló de que en una llamada de una de las tarjetas apareció una inmobiliaria y que acudieron allí para ver si entre los pisos alquilados había alguno que lo ocuparan islamistas.

NO ERA UNA AGENCIA INMOBILIARIA

Pero el caso es que ese número no les llevó a una inmobiliaria sino a una gestoría. Y además esa gestoría no alquilaba pisos. Sólo por hacer un favor a un amigo que estaba en Galicia -según uno de los testigos relacionados con esa empresa y que ya ha declarado en el juicio- pusieron en alquiler un único piso. Para corroborarlo, el testigo también afirmó que no se anunciaban en ninguna parte como una inmobiliaria ya que no tenían otros pisos en alquiler.

Pero es que además, la hora en que los policías de la UCAO encuentran ese piso, -según García Castaño-, las 12.30 horas del día 3 de abril de 2004 no coincide con el testimonio del comisario general de Información, Jesús de la Morena, ni con la declaración del policía de la UCIE, la Unidad Central de Información Exterior, que persiguió a uno de los terroristas después de que bajara una bolsa de basura.

De la Morena dijo ante el tribunal que era imposible que nadie supiera de la existencia de ese piso antes de las 15.00 horas de ese día. La razón que esgrimió parecía definitiva: «Si se hubiera sabido antes de esa hora yo hubiera tenido que conocerlo necesariamente».

Para colmo, García Castaño afirmó durante toda su comparecencia que él informaba siempre y puntualmente de todos los datos relevantes que encontraba a quien tenía que informar, a su jefe, Jesús de la Morena. La contradicción es manifiesta.

El policía de la UCIE, el que recordaba todo lo de Leganés con mucho detalle, el que aseguró que de la bolsa de basura -en la que no encontraron huellas- sobresalían ramas de dátiles, aseguró que cuando fueron a las cercanías del piso, a eso de las 15.00 horas, se manejaban a ciegas ya que no tenían ninguna referencia de la planta ni de la letra del piso de los islamistas. Pero ¿no dice García Castaño que a las 12.30 horas de esa mañana ya sabían por la inmobiliaria el piso concreto alquilado por los terroristas?

Esa hora coincide, más o menos, con la hora en la que el entonces responsable de los Tedax, el comisario Manzano, señaló como la que le habían llamado para que estuviera preparado con un equipo para una intervención en un piso de Leganés. O sea que la Policía conocía a esa hora que podía haber islamistas relacionados con explosivos en un piso concreto y no avisaron ni a De la Morena ni a los Geos, a los que se llamó ¡a las 17.00 horas! Totalmente absurdo.

LA CASUALIDAD DE PARLA

La visión profesional de García Castaño no pudo ser más eficaz en aquellos días posteriores al 11-M. No sólo encontró la procedencia de la tarjeta de la mochila de Vallecas y la ubicación exacta del piso de Leganés sino que además supo dónde colocarse con sus hombres en la tarde de los suicidios. Era el encargado del apoyo operativo así que se alejó todo lo que pudo de Leganés y del piso de los islamistas para situarse, por casualidad, en la localidad de Parla.

El milagro se produce de nuevo. Es en Parla donde aparece esa tarde el hermano de Abedenabí Kounjaa para decir que ha hablado con éste por teléfono y que está dispuesto a inmolarse en un piso de Leganés en cuya puerta han acumulado explosivos. No está mal. Tres bingos seguidos en menos de 20 días.

Queda ahora la incógnita de si el juez Javier Gómez Bermúdez aceptará el careo entre Agustín Díaz de Mera y Enrique García Castaño. Sería una pérdida de tiempo. Gente próxima a ambos nos ha comentado que la confianza del primero sobre el segundo fue alimentándose en los últimos años a base de confidencias aparentemente útiles para el ex director general.

Hay que destacar que las revelaciones que hizo éste, hace meses en una emisora de radio, sobre la existencia de un documento que involucraba a ETA con el 11-M, no fueron fruto de una improvisación. La mejor prueba es que primero llamó a los informativos de fin de semana de esa emisora para tratar de salir en antena. No le hicieron mucho caso y volvió a llamar para salir en directo, esta vez en un programa de gran audiencia por la mañana. Díaz de Mera midió cada una de las palabras que pronunciaba. Por mucha fe ciega que tuviera en García Castaño, nadie se cree que fuera tan ingenuo como para no saber que su fuente en ese tema no destacaba como un ejemplo de transparencia.

LA NOCHE DE IFEMA

Agustín Díaz de Mera tiene que contar todavía muchas cosas importantes sobre el 11-M. Por ejemplo qué fue lo que supo y lo que hizo en la noche siguiente a los atentados en el recinto de Ifema. Precisamente a las mismas horas en que, escoltado por los cuchicheos al oído de su director de gabinete, Gabriel Fuentes, repetía sin cesar a todo el que quería escucharle: «¡Esto huele a morito!».

Por lo demás, el juicio ha entrado en la recta de la negación sistemática y de la pérdida de memoria. Los diferentes testigos repiten como loros que no se acuerdan de nada. Los etarras -¿para qué querían los abogados que declararan?- incluso se habían olvidado de la famosa caravana de la muerte, la de Cañaveras. Les daba risa todo aquello hasta que el juez les advirtió que podían estar cometiendo un delito de denegación de auxilio a la Justicia. Fue un espectáculo detestable e innecesario.

Abdelkrim Bensmail, disfrazado de islamista radical, también sonreía cuando negaba la evidencia de que le habían encontrado en su poder, en la cárcel de Villabona, un papel con datos de varios etarras importantes.

Ya no queda esperanza de que en este juicio nadie reconozca nada. Los posibles autores no aceptan su responsabilidad ni siquiera como propaganda de su causa. Los testigos se contradicen con naturalidad y los cargos policiales ofrecen un espectáculo bochornoso al insistir en que esto o aquello no era de su responsabilidad, que no estaban allí o que la posible culpa la tienen siempre los demás.

Y, como cada semana, quedan cosas en el tintero muy importantes que no reciben titulares. El abogado de Nayo ratificó que éste contó a la Guardia Civil las relaciones de la trama asturiana de explosivos con ETA. «No registraron el monte que les indicó porque era muy grande».

También resultó revelador el testimonio del policía que estaba en el mostrador de denuncias de la comisaría de Gijón el día que se presentó un ciudadano, Francisco Javier Lavandera, para denunciar posibles delitos. «Sí nos dijo» -en 2001- «que traficaban con explosivos y con dinero falso, que querían fabricar bombas con móviles y que estaban relacionados con ETA». Añadió que «ante la gravedad de esos hechos» lo comunicó a sus superiores inmediatamente. Al final era todo verdad, a pesar de todas las dudas que muchos han querido enfatizar desde que nuestro periódico lo descubrió, en otoño de 2004.

El guardia civil que multó a El Chino en Burgos, ahora resulta que sí habló con la central. «Esas conversaciones tienen que estar grabadas. Lo que pasa es que me dijeron que ese día la grabadora se había estropeado».

DETENCIONES ILEGALES

Al final, a los pobres muchachos de la UCIE les ha pillado el tren por la cosa más tonta. El juez Bermúdez deduce testimonio por posible detención ilegal contra el muchacho que llamó a Telemadrid para una consulta a la misma hora que el que llamó para informar de la existencia de una cinta con una reivindicación en una papelera cercana a la mezquita de la M-30.

«No me dejaron llamar a un abogado. Me presionaron entre 10 policías. Me aplicaron la ley antiterrorista y me dijeron que estaban interrogando también a mi novia».

Al juez Bermúdez no parecía importarle mucho las explicaciones de Corrales, el responsable de la Policía Científica durante el 11-M. Es evidente que espera a las pruebas periciales y que se fiará de éstas para configurar la sentencia.

No puedo dejar pasar la ocasión de hablar del testimonio del presidente de la comunidad en la que trabajaba el portero que se fijó en aquellos individuos sospechosos que estaban en Alcalá junto a la furgoneta Renault Kangoo.

El testigo ha asegurado que vio aquella mañana a los dos coches de policía que llegaron primero al lugar de los hechos. Es hora ya de que alguien les pregunte a los cuatro policías que ocupaban esos vehículos, tres hombres y una mujer, qué es lo que vieron en la furgoneta en un primer momento y a quién llamaron para comunicar qué. Nuestros lectores ya lo saben porque ya les hemos pormenorizado lo que nos dijeron. Ahora no estaría de más que también se lo contaran al juez.

Fuente: El Mundo/Archivo Peones Negros.

Desde el supuesto, ya probado, de que Enrique García Castaño mintió al tribunal del 11-M, podemos ahora contemplar algunos aspectos de su declaración que permiten interpretar la totalidad de su relato como mera historia de cobertura de una operación ilegal que, amparada por la ley de secretos oficiales, debía permanecer en la sombra. Por otro lado, a la hora de calibrar el alcance jurídico-penal de nuestra hipótesis hay que tener siempre presente un hecho ya señalado: García Castaño está actualmente imputado por pertenencia a organización criminal, pero estamos ante una organización criminal formada por policías que lleva 40 años funcionando bajo la protección del pseudo Estado vasallo español y, según argumentaremos, en conexión con agencias estadounidenses e israelíes de inteligencia.

Primero. Resulta absolutamente imposible de creer que unos islamistas radicales que buscan piso en Madrid vayan a parar justamente a una vivienda pegada, pared con pared, al piso de un policía colega de García Castaño. La existencia del piso del policía ha sido reconocida en el sumario y no es la invención de ningún bloguero conspiranoico. En consecuencia, toda la historia de cómo García Castaño detectó el piso de Leganés es una invención que los jueces del 11-M se tragaron porque son cómplices de la trama 3. Y también son invenciones Gladio las otras dos historias oficiales de cómo fue localizado casualmente el piso, en las que ya no vamos a perder el tiempo. El piso de Leganés no hubo que localizarlo: los presuntos terroristas fueron a parar ahí a instancias de la propia policía, el CNI u otra agencia de inteligencia.

Segundo. El piso de Leganés era un piso franco de la policía, como ha reconocido un comisario en un acto público de @Terra Ignota. Este hecho confirma y refuerza lo expuesto en el punto anterior. Los indicios sobre la naturaleza del piso son varios pero el testimonio de un policía remacha este dato crucial.

Tercero. García Castaño entra en una habitación repleta de pilas de papeles donde se investigaba la localización de los presuntos terroristas y casualmente tópase, allí donde se había puesto a buscar, con un teléfono «parecido» (siete dígitos de diferencia de uno de los números) a otro teléfono… de un árabe que no formaba parte de la lista de sospechosos. García Castaño llama allí y responde una inmobiliaria que —¡oh milagro!— ha alquilado un piso en Leganés a unos árabes. Citamos el fragmento correspondiente del artículo de Fernando Múgica (transcrito supra en su integridad):

Pero el caso es que ese número no les llevó a una inmobiliaria sino a una gestoría. Y además esa gestoría no alquilaba pisos. Sólo por hacer un favor a un amigo que estaba en Galicia -según uno de los testigos relacionados con esa empresa y que ya ha declarado en el juicio- pusieron en alquiler un único piso. Para corroborarlo, el testigo también afirmó que no se anunciaban en ninguna parte como una inmobiliaria ya que no tenían otros pisos en alquiler.

Si los sospechosos querían alquilar un piso, obviamente utilizarían el mercado inmobiliario para hacerlo y, entonces, ¿cómo llegaron a esa gestoría con un único piso disponible y fuera del mercado? Obviamente hay aquí una línea de investigación, máxime tratándose de un piso franco de la policía.

Cuarto. García Castaño no se encuentra en Leganés durante los hechos del 3 de abril. Podría estar en cualquier lugar pero aparece justamente en Parla. Retomamos la crítica de Fernando Múgica:

La visión profesional de García Castaño no pudo ser más eficaz en aquellos días posteriores al 11-M. No sólo encontró la procedencia de la tarjeta de la mochila de Vallecas y la ubicación exacta del piso de Leganés sino que además supo dónde colocarse con sus hombres en la tarde de los suicidios. Era el encargado del apoyo operativo así que se alejó todo lo que pudo de Leganés y del piso de los islamistas para situarse, por casualidad, en la localidad de Parla. / El milagro se produce de nuevo. Es en Parla donde aparece esa tarde el hermano de Abedenabí Kounjaa para decir que ha hablado con éste por teléfono y que está dispuesto a inmolarse en un piso de Leganés en cuya puerta han acumulado explosivos. No está mal. Tres bingos seguidos en menos de 20 días.

No se explica que fuera rechazada la propuesta de mediar e impedir el suicidio, a pesar de que el mismo hermano sostiene no haber reconocido la voz de Abedenabí Kounjaa en la llamada (hacia las 12:30 h) y haber recibido antes una llamada de la policía (hacia las 10 h). En la vista oral, cuando el abogado de Jamal Zougam pregunta por qué no se aprovechó ese ofrecimiento de mediación, el juez Bermúdez considera que no ha lugar a la pregunta y García Castaño puede salir así del aprieto sin demasiados problemas.

Quinto. La tarjeta que permite inculpar a Jamal Zougam mantiene una estrecha relación con García Castaño. Recordemos que esa tarjeta fue liberada por otro policía, a saber, Ayman Maussili Kalagi, a quien en el juicio García Castaño afirma no conocer. Ahora sabemos que los rastreos de Amena fueron ilegales porque lo ha confesado el propio García Castaño ante la comisión parlamentaria, pero además, que si esa tarjeta se encuentra en la mochila de Vallecas y constituye la columna vertebral de la versión oficial, parece evidente que García Castaño y Kalagi se conocían, es más, formaban equipo. García Castaño mintió sobre Leganés, luego obviamente también mintió sobre dicha tarjeta y sobre Kalagi, escolta de Baltasar Garzón. Aquí derrúmbase la versión oficial del 11-M toda. Las grabaciones que Villarejo mantiene ocultas abundan en la relación de ese trío (ya explicaremos en otro artículo el porqué). A Jamal Zougam se le imputa por adquirir la tarjeta para un negocio particular (locutorio), pero no se imputa a Kalagi por liberarla y comerciar con el intermediario que la colocará en manos del «terrorista». Lo cierto, en todo caso, es que esa tarjeta procede de un policía cuyo inquietante perfil ya hemos esbozado más arriba; alguien, un Gladio de manual, que desempeña alguna función (¡cada cual sacará su conclusión al respecto!) en la trama de encubrimiento, fabricación de pruebas e imputación de falsos culpables del 11-M.

Nos han dicho ya en dos ocasiones que los datos aportados en las primeras consultas a Amena sobre la tarjeta de la famosa mochila itinerante fueron de viva voz. Los intervinientes «daban por supuesto» que existían los mandamientos judiciales que respaldaran esas consultas. No hay papeles escritos que nos muestren cuál fue la respuesta de Amena aquella mañana del 12-M. Y, sin embargo, esos datos tuvieron la máxima trascendencia a la hora de canalizar la investigación. Fue esa tarjeta la que llevó a Zougam y a las primeras detenciones al día siguiente.

Fernando Múgica dio otra vez en el clavo porque, años después, el propio García Castaño reconocía que las gestiones con Amena fueron ilegales y tanto esta empresa como la UCAO actuaron en el marco de una (presunta) organización criminal de la que formaba parte el policía.

Sexto. El testimonio del confidente Cartagena. Hemos incrustado supra su declaración completa del 7 de marzo de 2007 ante el juez Bermúdez. Para entender su relevancia en orden a la pre-constitución de la prueba del pseudo suicidio de Leganés, es necesario leer el siguiente artículo de «Libertad Digital», con el que concluimos el nuestro.

Cartagena identifica al policía que le pidió que entrara en el piso de Leganés el 3 de abril por la mañana.

Horas antes de que García Castaño descubriera (¿?) el piso de Leganés, este confidente que asevera sentirse amenazado por Baltasar Garzón fue trasladado a Madrid y, precisamente, a Leganés, donde se le intentó convencer de que entrara en el piso. Representa, en definitiva, la imagen viva del cabeza de turco fabricado por Gladio.

LA TRAMA DESINFORMATIVA

La tercera trama ya la conocemos en parte tras la crítica de la versión oficial, que es el «clásico» de las versiones alternativas del 11-M. De dicha trama forman parte, como ya hemos dicho los jueces, fiscales, abogados, periodistas, intelectuales y políticos que acuñaron la versión islamista (oficial). Pero de dicha trama también forman parte quienes han propalado la «versión alternativa-oficial» y andan mareando la perdiz a fin de enredar la madeja, confundir todavía más a la gente y encubrir a la postre la autoría estadounidense mediante las más variopintas teorías. De esta rama «pseudo alternativa» de la trama desinformativa forman parte, consciente o inconscientemente, las teorías sobre la autoría de 1/ las cloacas del PSOE, 2/ ETA, 3/ Marruecos y otras. Su hostilidad hacia quienes nos negamos a acatar el dogma alternativo obligatorio es notoria y tanto o más agresiva que la de los «oficialistas» contra los (supuestos) «conspiranoicos». Recordemos aquí los tuits de Carlos Sánchez de Roda acusándome de trabajar a sueldo de los encubridores. Sobre esta «versión alternativa oficial» y su función desinformadora crucial sólo podremos hablar una vez aclarada la naturaleza de las otras dos tramas y el papel que los autores o inductores del 11-M reservaron a los señuelos de «ETA». Continuaremos esta serie sobre con artículos dedicados cada una de las tres tramas, así como a la vía técnico-jurídica que podría posibilitar su esclarecimiento, a saber, el caso Villarejo.

Figueres, la Marca Hispànica, 11 de abril de 2023.

LA VERDAD DEL 11-M (Aquí la Voz de Europa entrevista a Luys Coleto, Jaume Farrerons y Michael Boor)

Principios, normas y valores de esta publicación

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