LA NOTICIA QUE NUNCA VERÁS EN LAS PORTADAS DE UN DIARIO A PESAR DE SER LA ÚNICA QUE EXPLICA LOS AGUJEROS NEGROS DEL 11-M. La publicación del documental de TerraIgnota sobre el 11-M, el más minucioso y riguroso aparecido hasta la fecha, reabre el debate sobre los famosos «agujeros negros» (Fernando Múgica) del 11-M. Tanto es así que, coincidiendo con 11-M: el principio del fin, Neflix y Prime publicaron sus propios documentales. Por supuesto, los de las plataformas norteamericanas son de pago y, como era de esperar, en su relato no se detectará ni el más mínimo rastro de una sombra de sospecha sobre la autoría de la OTAN. Por este motivo, y puesto que nuestra hipótesis es precisamente ésa, recomendamos encarecidamente el documental de Terra Ignota (tráiler) para su visionado y análisis sistemático. De ahí no se debería concluir que el documental de Terra Ignota interprete los hechos desde la hipótesis de la autoría estadounidense, cuya posibilidad queda apenas insinuada. Pero tampoco la niega y deja abiertas las posibilidades para distintos enfoques, interpretaciones y autorías, excepción hecha de la oficial, que recibe así su merecido castigo. Ahora bien, aunque de forma implícita, también el documental de Terra Ignota deja adivinar una orientación exegética subyacente, más próxima a Luis del Pino (cloacas del Estado españolas, ETA, Marruecos) que a la postrera de Fernando Múgica Goñi (tesis OTAN, EEUU). Este imaginario, por decirlo así notoriamente «aznarista», apenas afecta, sin embargo, a la selección de los hechos considerados relevantes. Para ser honestos, enlazaremos el video número 0 donde los propios autores explican los motivos y sensibilidad de su proyecto. El visionado de este capítulo es fundamental para entender algunos aspectos chocantes del documental. Por ejemplo, el título: «11-M: el principio del fin». Según Terra Ignota, España iba bien con Aznar hasta que el atentado, un «golpe de régimen» (Luis del Pino), torció la historia de España y nos sumió en la decadente situación actual. Hubo, pues, una conspiración de oriundez interna. Y lo que cayó no fue simplemente el gobierno del PP, sino un proyecto histórico español que habría tomado el camino correcto hacia la restauración de España como potencia política y económica. Otro régimen, nefasto (¿masónico? ¿izquierdista?), corrupto e incompetente, ocupó a la sazón su lugar. El 11-M representaría así el principio del fin; y fin significa nuestro ahora, la debacle española de un ex país (Ex-paña) sin rumbo, hazmerréir del mundo occidental. Evidentemente, debatiremos esta hipótesis, el aspecto más flojo del documental que, sin embargo, insistamos en este punto, será de visionado obligado y, en definitiva, lo mejor que se ha producido hasta el momento sobre el tema —en todo caso muy por encima de las producciones de Neflix y Prime.

Hay otros documentales sobre el 11-M anteriores al de Terra Ignota que merecen ser tenidos en cuenta a título introductorio o por otros motivos. Los enlazaremos más abajo. Pero, antes de continuar adelante, es importante dejar muy claro cuál es el alcance de nuestra propia hipótesis de trabajo, a saber, la denominada hasta aquí genéricamente como «autoría de la OTAN». Si el documental de Terra Ignota se hubiese titulado 11-M: atentado estadounidense en Madrid, nos hallaríamos, literalmente, ante un hito. Y la promesa de una España renacida podría otearse en el horizonte al menos como posibilidad. No ha sido así. Oportunidad perdida. Pero todavía estamos a tiempo de plantarles cara a los verdaderos genocidas del 11-M. El documental de Terra Ignota ofrece material más que sobrado para fijar los fundamentos teóricos de una plataforma democrática 11 de marzo que, al menos, incluya la hipótesis OTAN/EEUU como una de las opciones más plausibles, si no la más plausible, para explicar los hechos.

ACLARACIONES METODOLÓGICAS

Cuando hablemos de EEUU en este contexto, nos estaremos refiriendo, no al pueblo estadounidense en general, sino a un gobierno neocon sionista títere de Israel. A tales efectos, abonamos la interpretación, perfectamente documentada, del sociólogo de izquierdas (de fama mundial) James Petras sobre la oculta estructuración del poder en la primera potencia muncial. Su entera obra avala dicha premisa. Enlazamos algunos textos de Petras o basados en Petras que acreditan su credibilidad científica más allá de los antisemitismos conspiranoicos habituales (que haberlos, haylos) de la superderecha bíblica.

LOS SIONISTAS E ISRAEL CONTROLAN EL GOBIERNO DE EEUU

EEUU VASALLO DE ISRAEL (1). LA FUENTE ACREDITADA

Nuestras cartas ya están, por tanto, sobre la mesa. No nos basamos tanto en la lectura anti-semita de los Evangelios cuanto en el ensayo de Karl Marx Zur Judenfrage («La cuestión judía», 1843-1844), silenciado por unos y otros (ultraderechistas e izquierdistas radicales a una, sí, pero también el sistema entero, que no saben qué hacer con el hallazgo).

A partir de este postulado (los neocon como señor X de Atocha) intentaremos reinterpretar el relato fáctico de los nudos hechos del 11-M desarrollado por Terra Ignota para fundamentar, en la medida de lo posible, la hipótesis de la autoría estadounidense sugerida por Fernando Múgica. «Estadounidense» que, en nuestra boca, significará —abundemos en este punto— sionista y apuntará a los neocon sionistas (judíos y cristianos) que controlan el Pentágono desde hace décadas. Neocon sionistas a cuya directriz ideológica adscríbese, por ejemplo, nada menos que don José María Aznar. Antípodas, en lógica consecuencia, de la hipótesis explicativa subyacente al documental de Terra Ignota.

UNA HIPÓTESIS DE TRABAJO SIN PRUEBAS PERO LA MÁS PRÓXIMA A LA VERDAD

Si detectamos algún hecho importante que haya sido omitido por Terra Ignota como consecuencia de su opción hermenéutica (algo posible a pesar de la honestidad y objetividad de sus documentalistas), también lo señalaremos, todo ello sin ánimo de polémica o reproche, sino sólo para contribuir al esclarecimiento de la verdad. La nuestra es también, por supuesto, únicamente una hipótesis de trabajo que se sustenta en indicios e inferencias lógicas. No hay ni puede haber pruebas directas de la autoría estadounidense (a menos que se desclasificaran documentos top secret de las agencias de inteligencia o alguno de sus operativos confesara motu proprio); pero sí hay comparativamente sobre la misma más indicios fácticos y racionales que sobre la autoría de Zougam, quien, sin embargo,  ha sido condenado a 42.000 años de prisión víctima de un delito de prevaricación judicial. Dicha afirmación enorme cabe hacerla con la tranquilidad de conciencia que dimana de una certeza poco menos que irrefutable. La más rapsódica ojeada a las piezas de convicción inculpatorias —nulas— en que se basa la condena de Zougam (¡incluso si Zougam fuera realmente, como pretende haber demostrado Fernando Reinares, un radical!) convencen a cualquier persona racional de que estamos ante un cabeza de turco seleccionado entre los muchos islamistas que las cloacas del Estado proveyeron para la ocasión.

El juicio del 11-M fue, a nuestro entender, una farsa teledirigida desde altísimas instancias del poder y un indicio más de la autoría estadounidense. Indicio, pero, insistamos en este punto, sólo indicio, no prueba. Queden diáfanamente exhibidos, pues, también desde el principio, los límites heurísticos de la presente investigación.

En cambio, la prevaricación de la Audiencia Nacional es un hecho indubitable desde el momento en que condenó sin evidencias sólidas a Jamal Zougam y vulneró clamorosamente el principio jurídico de in dubio pro reo, inculpó a fallecidos que no se podían defender, aceptó como pruebas piezas de convicción descaradamente manipuladas y, lo más grave, dictó sentencia en un proceso judicial donde la escena del crimen había sido literalmente destruida por las propias autoridades. El magistrado Javier Gómez Bermúdez y el fiscal Javier Zaragoza concluyeron la práctica de pruebas en la vista oral sin ni siquiera investigar este fraude de enormes dimensiones, a pesar de que les habría sido muy fácil identificar y perseguir a los funcionarios culpables para enviarlos, como él mismo sugirió, «caminito de Jerez». Ergo hubo prevaricación, omisión del deber de perseguir delitos u obstrucción a la justicia. Estamos dispuestos a arrostrar las consecuencias de esta aseveración, compartida por millones de ciudadanos españoles.

Sólo la autoría estadounidense explica la enormidad del fraude procesal impune perpetrado por los jueces y fiscales del 11-M. En efecto, dicha hipótesis de trabajo y únicamente ella, permite comprender 1/ el silencio del PP cuando, habiendo recuperado el poder político, incumplió sus compromisos electorales echando tierra sobre el asunto; 2/ la obscena unanimidad y transversalidad del encubrimiento y olvido del caso; 3/ los móviles ideológicos de la comisión del delito; 4/ la eficacia y profesionalidad de los perpetradores (¿militares? ¿mercenarios profesionales?); 5/ la coincidencia cronológica del hecho con unas maniobras de la OTAN que anticipaban lo realmente sucedido al día siguiente, circunstacia que guarda ciertas similitudes inquietantes con la «coincidencia» de los atentados «islamistas» del 7-J en Londres  y otra «coincidencia» del 11-S. Ahora bien, nuestra hipótesis va más allá de proponer una autoría estadounidense y sionista genérica: concretamos esa autoría en la figura de Gladio, trama criminal ilegal de la OTAN para la perpetración de «operaciones especiales» cuyos antecendentes terroristas han quedado perfectamente acreditados (incluso al nivel académico de investigación). Sobre este punto no repetiremos lo ya expuesto en un artículo CARRER LA MARCA de 26 de mayo de 2022.

GLADIO O LAS ATROCIDADES DE LA OTAN CONTRA LA CIUDADANÍA EUROPEA

En todo caso, se trataría de una Gladio «islámica» (=saudí) parcialmente reconfigurada tras el hundimiento del comunismo, donde la zona gris entre terroristas «yihadistas», confidentes, colaboradores y agentes de las cloacas del Estado guarda parecidos de familia asombrosos con los GAL y los terroristas «ultraderechistas» o «fascistas» que masacraron al pueblo italiano en el atentado de la estación de Bolonia, entre otras muchas fechorías. Finalmente, conviene consignar también aquí que esta investigación sobre Gladio es una ampliación de la que CARRER LA MARCA dedicó al Expediente Royuela como rama española de la Gladio mediática (fake news, guerra psicológica, intoxicación, difamación, etcétera) que entronca con la actual «brigada patriótica» del ex comisario Villarejo.  Acto seguido, abordaremos el problema de la autoría del 11-M.

CÓMO ACABAR DE UNA VEZ POR TODAS CON EL EXPEDIENTE ROYUELA (1). METODOLOGÍA

LAS TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN SOBRE EL 11-M SEGÚN LA WIKIPEDIA

Dicha cuestión, a saber, la autoría, constituye, en última instancia, el hilo conductor de las distintas teorías de la conspiración surgidas como intentos de explicar el inexplicable comportamiento de las autoridades españolas (policías, fiscales, jueces, peritos de la acusación, periodistas, políticos…) en relación con la masacre. Aceptada la premisa de que la versión oficial es falsa y, para decirlo con «El Español», una patraña, plantéase la pregunta del millón: el famoso ¿quién ha sido? de las manifestaciones del 13 de marzo de 2004. Fernando Múgica preparaba un libro para responder a esa pregunta adoptando como postulado interpretativo justo la autoría de un servicio de inteligencia extranjero, pero felizmente para los EEUU, falleció, antes de poder terminarlo, de una oportuna enfermedad.

La enorme patraña del 11-M. La muerte de Fernando Múgica truncó su proyecto de escribir un libro basado en sus investigaciones sobre el 11-M. Este texto, en el que sostiene que las Fuerzas de Seguridad taparon con pruebas falsas el papel de «potencias extranjeras», iba a servirle de prólogo. EL ESPAÑOL lo reproduce como homenaje a su tesón en la búsqueda de la verdad.

Fuente: https://www.elespanol.com/espana/20160521/126487531_0.html

El artículo, ya en boca de Fernando Múgica, prosigue así:

Una de las personas más importantes del Gobierno de Aznar me hizo varias confidencias junto al mar. Fueron muchas horas de conversación durante dos días de verano. Hubo solo un mensaje que repitió en tres ocasiones. / «A mí lo que siempre me ha fascinado» -me insistió- «es por qué no has tenido problemas físicos. Sigues empeñado» -se refería claro está a la investigación sobre el 11-M- «en pasar de la cascarilla. Lo que me asombra es que a tu edad sigas con esa fantasía de que vas a poder llegar más allá de la espuma de lo que pasó. Estás loco. Tú eres perfectamente consciente de que en el momento en que traspases la espuma de la realidad duras exactamente 24h».

No se identifican en el texto esas «potencias extranjeras», aunque en otro lugar habló Múgica de la CIA y de alguna otra agencia de inteligencia estadounidense entre las muchísimas que existen (completamente desconocidas, comentó, para la inmensa mayoría del público). Pero, ¿qué potencias extranjeras pueden tapar la boca del entero establishment español? No potencias enemigas de la OTAN, como Rusia y China, que habrían sido denunciadas antes o después a bombo y platillo por cualquier gobierno español. Tampoco potencias de la UE, las cuales nunca podrían organizarnos un 11-M sin el conocimiento, el consentimiento y, por ende, la complicidad de los EEUU.  Por tanto, si se imputa a una potencia extranjera, el 11-M sólo puede ser cosa, en última instancia al menos, de los estadounidenses, sobre cuyos antecedentes en la materia ya estamos bien informados. Circunstancia que guarda cierta semejanza lógica con caso del ataque al USS Liberty: sólo Israel podría atentar contra un navío de guerra estadounidense con total impunidad, por cuanto los neocon sionistas, cuya verdadera patria no es EEUU pero controlan el Pentágono, estaban en posición encubrir los hechos.

EEUU VASALLO DE ISRAEL (2). EL ATAQUE AL USS LIBERTY

De la misma manera, los vasallos de Sefarad, cuya «verdadera patria» tampoco es España pero administran nuestro país por delegación, encubrieron a sus amos de Washington. Con lo dicho podemos hacernos, de paso, una idea de quién es quién y qué lugar ocupa realmente cada Estado en la jerarquía política de Occidente (a la que ya hemos hecho referencia en otros artículos de CARRER LA MARCA). España, a pesar de los delirios megalomaníacos de Aznar, aparece muy abajo en la escala del poder occidental. Por decirlo brevemente, ni siquiera es una nación soberana.

¿ES ESPAÑA UNA NACIÓN SOBERANA?

En la Wikipedia se contemplan como teorías de la conspiración del 11-M principalmente la de ETA, sostenida por los medios de comunicación próximos al PP. Pero menciónanse así mismo la de «Marruecos» (o Marruecos y Francia). Y a pesar de que en el artículo queda consignado Fernando Múgica como conspiracionista, la hipótesis-OTAN ha sido completamente silenciada.

Las teorías de la conspiración del 11 M es un término empleado para aglutinar las hipótesis que formularon periodistas como Casimiro García-Abadillo, Pedro J. Ramírez, Fernando Múgica Goñi, Eduardo García Serrano, Xavier Horcajo, el locutor Federico Jiménez Losantos y otras personas que investigaron la instrucción del sumario de los atentados del 11 de marzo de 2004, como Luis del Pino y Juan Antonio Tirado. Estas hipótesis fueron publicadas en diversos medios de prensa, radio y televisión, como el diario El Mundo, Libertad Digital y esRadio, COPE, Radio Internacional, Intereconomía Televisión y Distrito TV.1

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADas_de_la_conspiraci%C3%B3n_del_11M

Más abajo, leemos:

Aunque formalmente los promotores mediáticos y políticos de estas teorías niegan haber promovido alternativa alguna a la autoría yihadista de los atentados, lo cierto es que durante años plantearon, directa o indirectamente, la autoría de ETA en los atentados. Algunos pasajes de estas teorías utilizaron, con más o menos «elegancia periodística», errores o deficiencias en la investigación oficial. [Las notas son las 17, 18, 19, 20, 21, que reproducimos a continuación].

En el apartado «Otras teorías especulativas o enigmas» de la misma entrada, la Wikipedia sólo menciona a Luis del Pino pero no señala ninguna autoría alternativa a la de ETA, aunque las referencias al explosivo militar asoman ya las orejas:

En cuanto al explosivo utilizado, este colaborador de Libertad Digital [147], basándose en noticias publicadas por El Mundo mantiene que no fue GOMA 2 la utilizada [148]. Se centra en que en un informe de explosivos figura aparece una contaminación accidental de metenamina tanto en el explosivo Goma2 como en la muestra indubitada de Goma 2 ECO proporcionada por los Tedax para a partir de ahí afirmar que se oculta la verdadera identidad del explosivo. Identidad que él no alcanza a precisar, calificándolo muchas veces como explosivo militar.

[Notas 147 y 148.]

147. «Reflexiones acerca de la masacre del 11-M (Libertad Digital 02-05-2009)».

148. [1] Información relativa en el diario El Mundo.

Existe una conexión lógica necesaria entre la hipótesis de la autoría-Gladio y la temática de los explosivos. La cual, durante el juicio del 11-M, se intentó desacreditar mediante peregrinas deposiciones que pasarán a la historia de la pillería con toga. Por ejemplo, la del magistrado Javier Gómez Bermúdez cuando, desde su mayestática potestas de «libre valoración de la prueba» (que disfrutaba en calidad juez, reforzada además como presidente del tribunal), aseveró que determinar la naturaleza de los explosivos (¡el arma del crimen!) resultaba irrelevante para la causa. Dicha sonrojante boutade jurídica fue convalidada también por el abogado de la víctima socialista Pilar Manjón, el prestigioso José María Fuster-Fabra Torrellas, para honda decepción de quienes algún día creímos en él. Sin embargo, identificar el arma del crimen era tan importante al objeto de probar —a su vez— la imputación de la autoría, que sólo por la necesidad de ocultarla se explica el hecho más enorme acaecido en el patio de monipodio este fraude judicial, a saber: la destrucción procesal de la escena del crimen. Algo tan descomunal que, curiosamente, el artículo de la Wikipedia ni siquiera osa mencionarlo («selección de hechos relevantes»), quedando claro con tamaña omisión el sesgo ideológico y la mala fe de su redactor. En efecto, dicha fechoría, un delito de obstrucción a la justicia perpetrado por las propias instituciones que debían identificar y castigar a los culpables de la matanza, constituye un doble indicio tanto de la autoría estadounidense en general cuanto de la importancia probatoria de los explosivos en particular, porque: 1/ la autoría del 11-M apuntaría a la cima del poder oligárquico occidental, única instancia capaz cometer el atentado en España y, al mismo tiempo, de pisotear la legislación procesal-penal de un país supuestamente democrático para impedir la identificación de los perpetradores, lográndolo a placer y con total impunidad; 2/ la escena del crimen no sólo era el lugar donde hallar el arma del crimen, sino que esa pieza de convicción permitía identificar de forma flagrante a los verdaderos autores y, por ende, probar la inocencia de los acusados. ¿Cómo iba pues a resultar irrelevante que el arma del crimen fuera, por ejemplo, explosivo militar? ¿No quedaban entonces los procesados automáticamente exculpados? El arma del crimen amenazaba desmontar toda la tramoya judicial de los moros cabezas de turco; en consecuencia, si la cosa se ponía fea, el arma del crimen tenía que ser «valorada» «libremente» como irrelevante por el prevaricador togado. Para expresarlo en otros términos: la destrucción procesal impune de la escena del crimen únicamente se explica en relación con la virtualidad probatoria del arma del crimen, es decir, con la naturaleza de los explosivos que el magistrado prevaricador, bien consciente de su importancia, decretó a la postre irrelevante para la causa. Esta manipulación se desarrolla así: primero se hizo desaparecer de facto la escena del crimen y luego se anuló de iure la relevancia procesal del arma del crimen, estrategia que pasó por dos fases: 1ª/ intentar colar la Goma 2 como arma del crimen y hacerlo de cualquier manera, chapuzas incluidas; ante el fracaso de la operación, 2ª/ negar la procedencia misma de remitirse a ese tipo de prueba. En este contexto circense, la escena más ridícula de la picaresca judicial española (fase 1ª) fue protagonizada por la patética fiscal Olga Sánchez. Se la pilló, en efecto, perdiendo las formas con su bramido relativo a que explosivo utilizado era Goma 2 ¡y vale ya! La expresión vale ya significaba entonces: sin discusión contradictoria posible. Burla, pues, de la esencia misma del juicio oral. Una vez más, la ocultación procesal del arma del crimen y el pedestrismo de las instituciones pseudo democráticas en su abyecto mangoneo mafioso quedaron retratadas para la historia. El arma del crimen, en consonancia con la destrucción judicial-procesal de la escena del crimen, tenía que ser lo que las autoridades de Sefarad establecieran discrecionalmente que era a despecho de la verdad de los hechos. O eso (Goma 2) o irrelevancia/no pertinencia de la prueba. La realidad relevante para la causa, justamente aquéllo que, según la ley, el procedimiento judicial tendría el deber de descubrir, determinar y acatar, fue subordinada a un «valor superior» —político-religioso— que planea bien visible sobre todas las acciones y omisiones del tribunal de la Audiencia Nacional. Siendo así que, en la vista oral no menos que en la turbia fase de instrucción (cuando se perpetrara la desaparición de los trenes), acatábase ya de antemano algo muchísimo más importante que la ley o la mera verdad: una voluntad que, procedente «de lo alto» (para decirlo con Julius Evola), había emanado del «pueblo escogido» (por dios) en cuanto encarnación terrestre de ese mismo dios. Y no admitía otra respuesta «contradictoria» que los ojos gachos ante el amo en señal de cristiana «humildad». Amén.

SIONISMO CRISTIANO: LA NUEVA HEREJÍA QUE DOMINA ESTADOS UNIDOS (Stephen Sizer)

Es en este contexto que adquiere importancia el siguiente pasaje del «Prólogo» del periodista de «El Mundo» Casimiro García-Abadillo a la obra a la obra Titadyn (del químico Antonio Iglesias):

La vista oral avanzaba y Gómez Bermúdez urgió a los peritos a concluir sus trabajos. El 15 de mayo los ocho peritos se reunieron en la sede de la Policía Científica para tratar de llegar a un consenso sobre el resultado final. Lo importante, para la Fiscalía, las fuerzas de seguridad y naturalmente el Gobierno era que todos los peritos firmasen un documento común. Por eso trataron ese día de forzar un acuerdo in extremis. Carlos Atoche (perito de la Guardia Civil) llegó a ofrecer a Antonio Iglesias un pacto concreto. Por su parte, se comprometió a aceptar que el DNT era un componente de los explosivos (lo cual era como decir que el explosivo de los focos no era Goma 2 ECO) e incluso estaba dispuesto a admitir que la nitroglicerina pudiera ser también un elemento del explosivo y no un contaminante. Sin embargo, exigía a cambio que su explicación sobre la aparición de la metenamina en las muestras (según él, producto de la contaminación en el cromatógrafo) se diera por buena, lo que Iglesias (que dedica un extenso apartado de su informe a este extremo) no aceptó. Iglesias, de hecho, no descarta en su informe que en algunas de las muestras analizadas la metenamina fuera un compuesto del explosivo utilizado.

Fuente: Titadyn, Antonio Iglesias / Casimiro García-Abadillo, Madrid, La Esfera de los Libros, 2009, pp. 45-46.

Como sabemos, la metenamina es un componente del explosivo militar. Véase al respecto el siguiente fragmento de la entrada de la Wikipedia ya citada:

Otras teorías especulativas o «enigmas». (…) En cuanto al explosivo utilizado, este colaborador de Libertad Digital.147​, basándose en noticias publicadas por El Mundo mantiene que no fue GOMA 2 la utilizada148​ Se centra en que en un informe de explosivos figura [sic] aparece una contaminación accidental de metenamina tanto en el explosivo Goma2 como en la muestra indubitada de Goma 2 ECO proporcionada por los Tedax para a partir de ahí afirmar que se oculta la verdadera identidad del explosivo. Identidad que él no alcanza a precisar, calificándolo muchas veces como explosivo militar.

La Guardia Civil comprobó que la «metenamina» era un elemento contaminante generado en el cromatógrafo.149

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADas_de_la_conspiraci%C3%B3n_del_11M

La Guardia Civil opinó que la metenamina procedía de una contaminación del cromatógrafo, pero otros peritos no aceptaron esta tesis; dato que el redactor de la Wikipedia omite, dando por buena sin más la conclusión de un perito («la Guardia Civil comprobó…») en detrimento de la conclusión de otros peritos y silenciando la existencia misma de ésta. Por tanto, podemos aceptar como provisionalmente válida la siguiente hipótesis de trabajo, que los hechos deberían confirmar:

Se destruyó la escena del crimen para impedir la identificación del explosivo utilizado en el atentado, todo ello a fin de encubrir la autoría del mismo; pero la enormidad de la fechoría judicial perpetrada, y su posterior encubrimiento institucional generalizado y unánime, pone de manifiesto, de forma indiciaria, precisamente la autoría que pretende encubrir.

Además del análisis del documental de Terra Ignota, que nos servirá como hilo conductor, tendremos en cuenta los materiales que se señalan a continuación. Esta sección del presente artículo se irá ampliando a medida que incorporemos nuevas fuentes.

NOTAS PARA UNA BIBLIOGRAFÍA PROVISIONAL

Especial 11M – Programa 1

En breve publicaremos una lista bibliográfica con todos los libros que hemos consultado para desarrollar esta aproximación al 11-M desde la hipótesis de una autoría de la OTAN.

Figueres, la Marca Hispànica, 19 de noviembre de 2022.

LA HISTORIA DE EEUU ES EL EXPEDIENTE POLICIAL DE UN ASESINO EN SERIE

Principios, normas y valores de esta publicación

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